Espadas de Dioses y Reyes (nueva cuenta, soy historystories)

Fernando de Aragón

Casi se cumplía un año desde la muerte de Alfonso, y Elly no lo soportó, sentía que era su culpa, por suerte tenía a sus amigos a su lado, junto con Gonzalo, así que eran sus apoyos.

Y ahora los deberes del reino, tratando de ayudar a Isabel a manejarlo  la consumían demasiado, tanto que casi no podía estar con sus amigos.
- Tenemos un candidato para usted majestad-Elly rodó los ojos, lo último que deseaba escuchar era eso, y ella quería hacer cumplir la promesa entre Alfonso e Isabel, que ella se casase con quien desee.
- ¿Quien?
- Fernando de Aragón-dijo Chacón-tiene vuestra edad, y será heredero del trono, además es Rey de Sicilia.
- Ya veo...Cárdenas-hablo Isabel.
- ¿Alteza?
- Quiero que vayas a Aragón, y me digas todo lo que averiguas de él, serás mis ojos y mis oídos.
- Yo digo que si no te agrada algo de él, lo mandes al diablo-dijo Elly mirando unas cartas que sus hermanos le habían escrito.
-Es una buena idea-rio Isabel-Hacedlo Cárdenas.
- Majestad...
- ¿Está claro?
- Si.
- No os defraudaré, Alteza.-dijo Cárdenas.
- Se que no, además confío en vuestro criterio-se levanto-si me disculpan-salió junto con Elly, quien había acordado verse con Gonzalo.
- Seréis sus ojos, pero recordad que deben preferir al Aragones-dijo Carrillo.

Gonzalo seguía a la emperatriz por el jardín, quien tenía cara de querer matar a alguien:
- Parece que no estáis contenta con la discusión que hubo-hablo el soldado.
- No realmente, ¿pero acaso tengo más opciones? Trato de que Alfonso cumpla la promesa que le hizo a Isabel...
- Vos hacéis lo mejor que podéis, no debéis afligiros.
- Créeme que no, no es así Gonzalo, si por mi fuera me daría igual si fuera un rey o un soldado.
- ¿De que habláis?
- De que...el título y la sangre no me importa en lo más mínimo, pero la presión me está ganado, y yo...no creo...
- No creéis que vuestra prima pueda llegar a amar a ese hombre-ella le miró sorprendida.
- ¿Cómo lo supiste?
- Porque os conozco bien, y no os preocupéis, estoy seguro de que podrá llegar a amar a Fernando, sé que vos solo intentáis protegerla.
- ¿Y si no es así, si no lo logro?
- Podéis recurrir a mi...tal vez no tenga mucha experiencia con el amor...pero...sabed que estaré para vos siempre y os ayudaré.
Ella le dio una sonrisa.
Y le abrazó, Gonzalo lo hizo más fuerte, colocó su barbilla sobre la cabeza de ella.
- Siempre estaré para vos, no importa que.
- Igual yo, y te lo agradezco infinitamente.
- No tenéis que agradecer, Majestad, vos sois una emperatriz.
- Si, pero agradezco a los que se lo merecen, son personas, al igual que yo, y merecen el mismo respeto.-Gonzalo sonrió-ahora continuemos con el paseo.
- Si, mi señora.

- Majestad-dijo un guardia.
- ¿Si?-hablo el rey Juan.
- Cárdenas a llegado.
- Hágalo pasar-se retiro-causad una buena impresión, Cárdenas es sobrino político de Chacón, y Chacón es como un padre para Isabel. Así que ojalá esta mujer caiga en sus encantos.
- No os preocupéis, padre, todo está bajo control.
- Os creo hijo mío, ahora id.

- Supongo que tenéis buenos caballos en Castilla-hablo el príncipe, bajando del caballo.
- Algunos señor-respondió Cárdenas.
- Bueno...ahora vos sabéis todo de mi, ¿puedo preguntar algo?
- Claro, Alteza, adelante.
- ¿Cómo es?
- ¿La infanta?-asintió-Bueno...físicamente es de cabellos largos rubios, ojos azules, es muy muy Bella, una de las mujeres más bellas de Castilla...tiene mucho carácter, a veces pienso que lo aprendió de la Emperatriz...
- ¿La Emperatriz?-pregunto interesado.
-Si, la Emperatriz Elly del Imperio Bizantino, su hermano es el rey Cale de Polonia, el Gran Duque del Imperio Bizantino, al igual que la Infanta, es una de las mujeres más bellas de Castilla, si no es que del mundo, con bastante carácter, la gente nota cuando entra y cuando se va, jamas se está callada si ve alguna injusticia, es más trata de resolverla, no le interesan mucho las reglas, y es muy devota a sus dioses, tiene un excelente manejo con las armas, además haría todo por los que ama.
- Parece que nos parecemos en algunas cosas.-ambos rieron.
- Veréis...todos los que estamos con la Infanta Isabel queremos que vos seáis el elegido.
- ¿Acaso hay otro candidato?-pregunto interesado.
- No realmente, pero la Infanta...no es fácil de convencer.
- Ya veo...veréis que va a ser muy sencillo conmigo.
- Eso espero, Alteza.