Espadas de Dioses y Reyes (nueva cuenta, soy historystories)

Un buen momento

Fernando e Isabel seguían reteniendo a Elly en aquella celda, después de la plática con Elly, lo único que Isabel había hecho había sido que le dieran sólo agua con pan y Fernando había decidió aumentar la tortura a la que la Emperatriz estaba sometida.

Pero cómo aseguró Poseidón, la Corte Castellana recibiría la visita de el Zar de Rusia y Los Reyes Polonia y Hungría.

Los guardias entraron a la celda de Elly.
-Levantaos-ella hizo lo que le ordenaron y la tomaron con fuerza del brazo.
-¿A dónde me llevan?
-Caminad-la llevaron por los pasillos del Alcázar hasta que se detuvieron frente a una puerta y la arrojaron ahí dentro.
-Elly-aquella voz...cuánto ansiaba por oír aquella voz.
-Aquiles.
-¿Que le han hecho?-los guardias no respondieron y solo cerraron la puerta tras de sí, Aquiles miró a Elly, su rostro lleno de sangre y lágrimas, se notaba que no había comido apropiadamente en días. La abrazó con fuerza-Estás bien, estás muy bien, tranquila, la ayuda no tardar en llegar- decía mientras que Elly solo lloraba en su hombro, permitiéndose llorar como no lo había hecho en las noches en la celda, estaba feliz de que Aquiles estuviera con ella y no le hubiera pasada nada.

Las trompetas sonaron, anunciando la llegada de los Reyes, toda la Corte miraba con gran asombro a los tres Reyes que caminaban por el salón del trono, su presencia era iluminadora, aunque no tanto como la de la Emperatriz.
- Sed bienvenidos de nuevo-dijo Isabel.
-Estamos felices de que estéis con nosotros-dijo Fernando.

-¿Soy yo o Fernando se ve más jodido que la última vez que lo vimos?-preguntó Anton, lo que causó una leve risa en Juliana y Cale trataba de mantener la compostura ante su prima.
-Si se ve más jodido-le susurraron los Reyes de Polonia y Hungría, pero Cale de inmediato se acto la garganta, tenían cosas más importantes que hacer.
-Gracias por este recibimiento Isabel-hablo Cale-es bueno volver a verte Gonzalo-dirigió su mirada al soldado que estaba serio.
-Igualmente majestad-Cale y Anton se miraron entre sí, sabían que algo andaba mal, Gonzalo sabía algo que ellos no, lo conocían perfectamente como para saber que se hubiera emocionado más al saber que venían, pero en ese momento parecía que algo le preocupaba.
-Queremos ver a Elly-hablo Anton-cuánto antes.
-Claro-hablo Isabel-Susana, llevadlos con la Emperatriz, ella no se ha sentido bien estos días, ha descansado en su habitación.
-Por favor seguidme, Majestades-indicio Susana, y de inmediato Gonzalo se excusó y siguió a los reyes.
-Es bueno volver a verte-Sonrió Juliana.
-Lo mismo digo, Alteza.
-¿Qué es lo que sucede Gonzalo, pasa algo?-pregunto  Cale, el soldado miro a su alrededor, Susana escuchaba la conversación. No podía decir nada. No aquí, sabía que aquella doncella era de confianza de la Reina, no podía dar información de que realmente lo que le preocupaba era Elly, así que solo suspiró y dijo:
-Sabéis bien que en Sevilla el crimen campa sus anchas, nunca se termina el trabajo.

-Comprendemos, Gonzalo-sonrió Anton.
-Aqui es-dijo Susana-solo tocad la puerta.
-Muchas gracias-y sin más Susana se retiró, Anton fue él que tocó la puerta, y al no recibir respuesta simplemente abrió-¡Ya llegó por quien lloraban!
De inmediato supo que algo andaba mal, Elly no había corrido a sus brazos como había pensado que lo haría y la escena que presenciaban sus ojos tampoco la esperaba.
-Aquiles-hablo Cale.
-Han llegado-abrazó a Cale-que bueno que han llegado.
-¿Qué ha sucedido, porque mi hermana está en cama? ¡Dime que ha sucedido!
Aquiles suspiró, miro a Gonzalo, sabía que él no sabía lo que había pasado con Elly, solo había presenciado el momento de su arresto.
-Están aquí...-una voz débil hizo que todos se dieron vuelta y miraran. Elly, su preciosa Elly estaba abriendo los ojos y tenía una pequeña sonrisa en el rostro-papá me dijo que llegarían pronto.
-¡Hermanita!-Cale corrió a abrazarla y Elly reprimió una mueca de dolor.
-Pensamos que te habíamos perdido socia.
-No es fácil deshacerse de mi Pulgoso-Anton sonrió ante aquel apodo y ambos se abrazaron, Juliana se unió al abrazo.

Gonzalo sonrió y soltó un par de lágrimas de felicidad, desde el arresto de Elly no había logrado conciliar el sueño como lo hacía siempre, ya que el simple hecho de que le hubiera pasado algo malo le carcomí por dentro, y cuando se enteró de que ya estaba de vuelta en su alcoba no dudo en decirle a Aquiles que él haría guardia en las noches o cualquier hora en la que Aquiles se sintiera agotado y le avisaría de cualquier cosa de Elly.
Por días la había visto tumbada en aquella cama, abría los ojos y se paraba para comer, no decía ni una sola palabra, se limitaba a mirar a un punto fijo en la pared mientras Gonzalo trataba de darle de comer, después de eso volvía a recostarse y a dormir, así que el simple hecho de que hubiera dicho algunas palabras y hubiera dado una sonrisa, era una buena señal para él, de saber que Elly estaría bien y que cubos estuviera completamente recuperada estaría más fuerte que nunca. Lo sabía, no lo dudaba ni por un segundo.
-¿Qué te ha pasado?-pregunto Juliana.
-Mejor dicho, ¿qué te ha pasado a ti? La última vez que te vi, no tenías aquel bulto en la panza-Juliana sonrió, ella lo había notado.
-Todo fue obra mía-sonrió orgulloso Cale.

-Solo de pensarlo me da asco-dijo Elly-pero felicidades, ojalá no salga a Cale, eso sería una verdadera tragedia griega.
Anton soltó una carcajada y abrazó a Elly.
-Bien dicho socia, su bebé seria el más horrible del mundo.
-¡Oigan!
-Es la verdad-se defendieron ambos.
-Tú a mi me pareces perfecto-Juliana besó sus labios, mientras Anton le tapaba los ojos a Elly y ella a él lo que causaba risas entre Gonzalo y Aquiles.
-No quiero que te traumes, aún estás muy joven-le Dijo Anton.
-Tú no eres un adulto sabio que digamos, pero tienes razón, después de tantos años me parece raro.
-Es que es raro.
-Estamos Justo aquí-dijo Juliana-y no es raro.
-Si...claro...
-Ahora cuéntanos que te sucedió, ¿por que estás en cama, que son esas heridas, quien te lo hizo?-"De nuevo el hermano sobreprotector" pensó Elly.
-Si...lo haré-miro a Gonzalo sonriendo-pero...por ahora solo quiero pasar un buen momento, podemos preocuparnos de eso luego.
-Elly...
-Estoy bien Anton-le aseguró-Podemos lidiar con eso luego, no se preocupen, pero por ahora, ustedes dos-señaló a Cale y Juliana-¿ya han pensado en nombres para mi sobrino o sobrina?

Los esposos se sonrojaron y todos el mundo se hecho a reír para que luego se dieran un beso.
-¡No coman frente a los pobres!-dijeron Anton y Elly, tapándose los ojos de cada uno con una mano.

Definitivamente lo que Elly necesitaba para recuperarse eran ellos, eran su medicina y muy pronto dejaría de estar postrada en cama y se vengaría de Isabel, reclamaría su trono.
Pero por ahora solo pasaría un buen momento con sus amigos, quien sabe cuándo volvería a tener uno así, podría contarlos con los dedos de las manos y supiera lo que los Dioses le tienen preparado.