Espadas de Dioses y Reyes (nueva cuenta, soy historystories)

Tortura infernal

Gonzalo siguió a Elly y a Aquiles en cuanto abandonaron el salón, sabía de sobra que iba a empezar a ver problemas y este era solo el principio de ellos.

Finalmente llegó a donde se suponía que estaba la Emperatriz, tocó la puerta de la habitación y al no recibir respuesta, abrió. Elly y Aquiles lo esperaban con las armas levantadas.
- Bajad las armas-les dijo.
-¿No vienes a arrestarnos?-pregunto Aquiles, sin bajar la guardia aún.
-No-dijo mirando a Elly-vengo a ayudaros, en lo que sea necesario.
Elly mantuvo la mirada puesta en Gonzalo y supo de inmediato que sus palabras eran sinceras, así que decidió guardar su espada.
-Gracias Gonzalo.
-No tenéis nada que agradecer, Majestad.
-Elly...para ti soy y siempre seré Elly, mi querido Gonzalo-sonrió.

Al otro lado del mundo, Anton, Juliana y Cale salían a embarcarse de Rusia hacia Castilla, sabían por Ahmed que Elly y Aquiles llevaban unos días allí y querían ir, además de que tenían unas emocionantes noticias que compartirles.
-¿Llevamos todo?-pregunto Anton al abordar el barco.
-No...creo que nos falta una cosa-le dijo Cale.

-¿Qué es? Ya llevamos comida, ropa, los marineros dijeron que llegaremos en al menos una semana si hay buen tiempo.
-Tú dignidad, Anton-le dijo Juliana-porque aparentemente la dejaste en Francia-Cale estalló en carcajadas y abrazó a su esposa.
-Bien hecho-beso su mejilla.
-Si, si, muy muy gracioso, Juliana-dijo Anton-mejor pongámonos en marcha de una vez, extraño los chistes de Elly, al menos eran mejor que los tuyos.
-Voy a pretender que no me dijiste eso-dijo Juliana-pero tienes razón, yo igual la extraño.
-No se preocupen, estoy seguro de que Poseidon nos dará buen tiempo, y llegaremos antes de lo esperado-trato de tranquilizarlos Cale.
-Espero que tengas razón-le dijo su amigo-tengo el presentimiento de que algo muy malo está por pasar. ¡Leven anclas!
Y así se pusieron en marcha, esperando lo mejor de aquella visita y esperando que ambos de sus amigos estuvieran bien y a salvo, pero siendo semidioses...uno jamás sabe qué peligros se puede encontrar en el camino.

En Castilla, Gonzalo ayudaba a la Emperatriz y a Aquiles a escapar de ahí, pero aún no habían logrado si quiera salir del Alcazar de Sevilla.
-Podríamos escapar por la ventana.
-¡En verdad estás demente, te vas a morir!-le dijo Aquiles a Elly.
-¿Entonces que rayos sugieres, ir por el pasillo y que nos atrapen?
-Debéis calmaros, debemos pensar con claridad.
-¡Exacto, si no vas escucharme a mi, escucha a Gonzalo!-ella solo logró rodar los ojos y Justo cuando Gonzalo estaba por abrir la boca, unos guardias irrumpieron en la habitación.
-¡Arrestadla!-el guardia señaló a Elly y fueron por ella, por más que trato de salir del agarre del guardia no lo logro.
-¿De que la acusáis? No ha hecho nada malo-dijo Gonzalo.

-Traición...ahora llévensela-los guardias de la llevaban mientras Elly trataba con todas sus fuerzas liberarse de ellos.
-¡Suéltenme, yo no he hecho nada, ayuda!
-¡Elly!-gritaba Aquiles tratando de alcanzarla, pero los guardias lo sujetaban de los brazos-¡suéltenme ahora mismo!
-¡Os salvaré, Elly, os lo juro!-gritaba Gonzalo, pero era inútil, ella ya no lo escuchaba.

La arrojaron a una celda, mientras que los guardias esperaban y de pronto unos pasos se escucharon, los guardias se fueron al ver que Fernando entraba en los calabozos con Isabel.
-Nunca imagine que ambos pondrían un pie aquí dentro...veo que cada vez me sorprenden más.
-Creo que sabéis porque estáis aquí-hablo Fernando, Elly le miro con rabia.
-No, de hecho no, si me lo pudieras explicar antes de que te corte la garganta te lo agradecería.
-No os atreveríais-dijo Isabel-estáis encerrada.
-Pruébame...los dioses mismos saben de lo que soy capaz...
-Habéis cometido traición, sabéis que eso se paga con la muerte.
-Bien...no tengo miedo.
-Pero podríamos perdonaros si vos os casarais con el Duque.
-¡Jamás, prefiero morirme!
-Vos lo habéis decidido, guardias sabéis que hacer-hablo Fernando.