Solo soy humana

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Los meses pasaron volando y pronto todo el Imperio se enteró de que su emperatriz estaba embarazada, cabe decir que todos estaban por las nubes, incluso Anton, Aquiles y Cale, quienes no dejaban de apostar que el bebé sería un varón y Juliana decía que sería una niña junto con Quirón y Anthiope.

Gonzalo estaba por las nubes, le daba igual lo que fuera, solo quería saber cuando nacería, Elly apenas tenía 2 meses de embarazo y claro que tanto Gonzalo como el médico que había mandado Ahmed le prohibían incluso hasta levantarse de la cama.
Ese día no era la excepción.

-Sabéis que no debéis levantaros-dijo Gonzalo parándose del comedor en cuanto vio a su esposa caminar hacia él.
-Lo sé, pero odio estar en cama, me siento inútil.
-Estáis embarazada, nuestro hijo está en vuestro vientre, debéis cuidaros.
-Sabes que all que te preocupes por mi, pero no es necesario Gonzalo.
Su esposo sonrió y la besó.
-Siempre me voy a preocupar por vos, no importa si es la cosa más insignificante del universo la razón por la que lo haga.
Elly sonrió con ternura y dejó que su esposo la llevara en brazos hasta su habitación de nuevo.
Sabía que no podía hacer esfuerzos, pero odiaba estar postrada en cama y más sabiendo que tenía un reino del que preocuparse y una guerra en camino.
No tenía tiempo para descansos.
Por mucho que su cuerpo lo exigiera.

Por otro lado, en Castilla Isabel seguir estando nerviosa, sabía que en cualquier momento su prima sería capaz de arrebatarle todo aquello por lo que había trabajado.

Todo se le iba cayendo a pedazos lentamente.
No lograba quedar embarazada y para colmo Fernando había tenido otro hijo, y además se enteró que la había estado engañando con una de sus damas, Beatriz de Osorio, la sobrina de su amiga Beatriz de Bobadilla.
Por lo que la había casado con un hombre que gobernaba las Islas Canarias, tal vez así Fernando dejaría su correrías.
Ya bastaba con que su prima la humillara, ahora su esposo, era la cereza del pastel.

-Majestad.
-¿Qué necesitáis Chacón?
-Hay algo de lo que debo hablaros.
-Hablad sin reparos entonces.
-El testamento de vuestro hermano Enrique ha desaparecido de Segovia.
La cara de Isabel era un poema, de todas las emociones que pudieran existir, todas las negativas claro está.
-¡Necesito que los mejores hombres lo busquen! Es muy importante, vos lo sabéis mejor que nadie.
-Creedme que lo sé señora.
-¿Quién podría haberlo hecho?
-No lo sé, pero conocía que estábamos aquí y no en Segovia, llevaban planeando esto un buen tiempo, mi señora.

-Sabéis que debéis hacer, no debe llegar a manos de la Emperatriz, jamás.
-Sí, mi señora.
-Bien, podéis retiraros.
Chacón salió de la habitación e Isabel soltó un largo suspiro.
Definitivamente las cosas no podrían ir peor.

-Entrega esto a la Emperatriz Elly.
-A sus órdenes Sultán Ahmed, se hará de inmediato-y con ello el mensajero partió.
Ahmed sabía que una guerra se avecinaba.
Sabía que no dejaría que su hermana la luchara sola.
Pero también sabía que debía de reclamar aquello que le pertenecía por derecho, aunque tú evitara que derramar sangre para hacerlo.

Al palacio de Bizancio había llegado un mensajero con urgencia pidiendo ver a los emperadores, el sirviente fue a buscarlos de inmediato.

-¿De que necesitáis hablarnos?
-Tengo algo que les puede ser de utilidad.
-¿A qué te refieres?
-Véanlo por ustedes mismos-les tendió el pergamino y ambos esposos comenzaron a leer.
Al terminar ambos se miraron en shock.
-Esto significa que...
-Usted, emperatriz, es la heredera de Enrique, la legítima heredera del trono de Castilla y usted, emperador su rey consorte.
-Esto debe estar mal.
-No es así, si bien observa, el sello real de su primo está ahí, es verídico, tan verídico como usted siendo la única heredera al trono.
-Necesito...necesito tiempo para procesar todo esto-salió de ahí, Gonzalo no intento ir tras ella, sabía que la noticia les había caído a ambos como una gran bala de cañón derribando un gran muro, pero sabía que debía reclamar aquello que por derecho le pertenecía a su esposa, no importa cuanto le costara.

Espadas de Dioses y Reyes (nueva cuenta, soy historystories)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora