Víctor era un adolescente de apenas diecisiete años, crecio con la idea de que todo lo que quería lo tenía, sin ningún problema. Él nació y creció siendo de clase alta, ya estaba adaptado a tener esos lujos desde pequeño, pero todo llega a su fin en algún momento.
Su padre fue estafado por su pareja, ahora su ex pareja, quitándole su empresa y dejándolo casi sin dinero, lo que provocó que su familia se adaptara al poco dinero que poseían, dejando su mansión por algo más accesible a su economía.El castaño obviamente estaba estresado, nunca le ha gustado estar con personas que no sean de su misma estatus económica, pero ahora él ya no tenía los mismos lujos de antes, ya no era considerado nadie importante para sus amigos y eso lo hacia sentir terrible.
El día que abandonaron su hogar fue el día que más gritos, reclamos y quejas hizo, no se iba a cansar de gritarle a la ex pareja de su padre; que por su culpa ahora ellos tendrían que pagar las consecuencias. También estaba enojado con su padre, pero él ya tenía otros problemas de que preocuparse como para hacerle caso a las quejas de su hijo.
—No puedo creer que nos haga esto, juro que las va a pagar —reclamó, golpeando la mesa.
—Tranquilo, Víctor, papá de seguro sabrá que hacer.
—No, Sparta, ¿acaso no oíste? ¡No tenemos plata! Ahora somos pobres, o sea, que no vamos a tener internet ni los lujos que acá tenemos —informó algo desesperado.
—¿Disculpa? ¡Yo no voy a ser como las chusmas esas!, ¡¿qué te pasa?! —reclamó el menor, levantándose de su asiento.
—Debemos hacer algo, porque yo no pienso pisar territorio de los pobres esos —indicó, golpeando la mesa.
En la otra habitación estaba un hombre mayor de cabello azul escuchando las quejas de sus hijos, estaba abrumado; pensar en los gastos y deudas lo estaban matando, retóricamente. Esos gritos no lo tranquilizaban en lo absoluto, pero no podía hacer nada, sí fuera ese el caso, él también habría hecho un escándalo como lo están haciendo sus hijos, pero ya es mayor y no podía solo quejarse de las cosas y esperar a que alguien las resuelva. No, eso ya no iba a funcionar.
—¡Niños!, ¿pueden dejar de gritar? —exigió el mayor.
Al escucharlo, el castaño menor corrió hacia donde estaba, Víctor tampoco se iba a quedar solo en esa habitación, por lo que empezó a perseguirlo. Sparta siempre ha sido un niño que se queja de todo, y esta vez no iba a ser la excepción.
—¡Todo esto es tú culpa! ¡Si no fuera porque te dejaste manipular por ese tipejo nosotros no estaríamos en quiebra! —se quejó, golpeando el pecho de su padre.
—¡Sparta! ¡¿Qué te pasa?!, ¿te estás volviendo loco o qué? —preguntó desesperadamente al ver el berrinche que hacía su hermano.
—¡Claro que lo estoy!, ¡¿o acaso no entiendes que vamos a estar con tipejos que de seguro no saben ni qué es un celular?! —reclamó, alejándose de su padre.
—Claro que lo sé, y no me agrada para nada, pero eso no es excusa para que estés golpeando a nuestro padre.
—¡Ni siquiera es mi padre! Y peor aún el tuyo...ni siquiera sabes si realmente es tu padre —exclamó, empujando los hombros de Víctor, haciéndolo caer.
—¡Sparta, basta! —ordenó Víctor.
—No, Víctor, él tiene razón...yo no soy su padre, pero soy quien los ha cuidado cuando sus padres desaparecieron o murieron.
—Timba... —murmuró Sparta.
Dicen que cuando estás enojado no debes hablar o tomar decisiones, en este caso, Sparta debió haber hecho caso a ese "dicho". Porque lo que provocó con sus palabras fueron: que él esté avergonzado, Timba triste y Víctor enojado con él. Una tensión incómoda fue lo que provocó, pero qué tal si hubiera elegido la opción correcta; callarse y calmarse.
Es de humanos equivocarse, ¿no?
Como en el amor. Nunca sabes cuando esa persona es la adecuada.
Nunca conocerás completamente a alguien para definir si es o no una buena persona.
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El chico del apartamento 188 [ Mayictor & Spartor ]
FanfictionPor problemas económicos, la pequeña familia de Víctor tendrá que mudarse a un departamento. El castaño creía que allí sería el peor lugar que había pisado en su vida, pero poco sabía que en ese lugar conocería a la persona más bella y amigable de s...