Warm

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Nota: Segunda parte de "cold"

Au human.

Ya habían pasado más de cinco años desde que llegó triste a un nuevo país con la esperanza de volver a su hogar, ahora no pensaba lo mismo, en definitiva seguía odiando el invierno y el terrible clima pero su recepción a el había mejorado, amaba pasar algunos veranos de vuelta en Australia con su abuela pero el sentimiento de regresar a Noruega se había vuelto casi emocionante como volver a ver la playa, cálido y fresco y esa era la culpa de una persona, en especifico Neteyam; Desde los quince años parecía haber formado un gusto culposo del que nadie sabía hacia su ahora llamado mejor amigo, Neteyam tampoco parecía notarlo pues se veía igual de burlón y extrovertido que el primer día que lo conoció pero al parecer Lo'ak y Kiri si lo habían notado pues en varia ocasiones lo molestaban en silencio cuando se le quedaba viendo. Neteyam reía cuando eso pasaba y hasta Tsireya había entrado en ese juego absurdo de ponerle apodos como si fuesen pareja, era inevitable no sonrojarse cuando eso pasaba, Neteyam no reaccionaba a esas situaciones y Aonung nunca dijo que pararan. 

Así que después de todo ambos habían ingresado en la misma universidad y con ello se habían mudado al campus en donde las habitaciones eran compartidas por orden alfabético acorde al apellido y para su buena o mala suerte ambos apellidos empezaban por "S" así que ahora compartían habitación, Neteyam había saltado de emoción abrazando a Aonung sin embargo este ultimo no estaba tan feliz, una cosa era ver a Neteyam todos los días, quedarse una noche con él, pero otra cosa era convivir juntos, no era que Neteyam tuviese malos hábitos solo eran los sentimientos de por medio que tenía Aonung hacía el otro, ahora tendría que verlo dormir, estudiar, cambiarse y comer frente a él, todos los días. Tal vez no lo soportaría y ¿que pasaría si Neteyam tuviese pareja? ¿Tendría que ver eso frente a sus ojos todos los días?, definitivamente esta hiperventilando entre pensamientos intrusivos. 

A comparación de Aonung él estaba feliz de que le tocara habitación juntos, así podrían pasar todo el tiempo del mundo, además estaría con alguien que ya conoce y no tendría que acoplarse a nuevos hábitos de personas extrañas, podría pasar más tiempo en la habitación sin sentirse incomodo con alguien extraño y también podría encontrar el momento para hablar con Aonung sobre sus sentimientos. 

Definitivamente pensar lo mejor no debió ser una opción pues todo se había ido por la borda desde que comenzaron a vivir en la misma habitación, Aonung nunca estaba y si llegaba era muy tarde y se levantaba muy temprano, los fines de semana se la pasaba en la biblioteca, fiestas o con el equipo de natación, así fue por muchos meses Neteyam no trato de hablar con él pues pensó que solo era la emoción de entrar a un lugar nuevo y encontrar cosas nuevas que hacer, lo entendía él también se sentía emocionado con los cambios que habían tenido, corriendo de aquí a allá en proyectos nuevos, exámenes, clases extracurriculares y salidas con nuevos amigos pero ya pasaron siete meses desde que habían entrado a la universidad y Aonung casi ni le hablaba.

Estaba cansado de ello por eso pensó una y mil veces en preguntarle que era lo que estaba sucediendo pero cuando por fin encontraba el momento Aonung se tenía que ir, iba tarde a clases, alguien tocaba la puerta, el refrigerio había terminado o del cansancio el otro se había quedado dormido, ahora estaba frustrado y triste por el hecho de no saber en que momento poder hablar seriamente con el otro hasta que llegó el invierno y las calles del campus se llenaron de altas montañas de nieve además de un brote de resfriado con fiebre llego, por eso permanecerían recluidos en sus habitaciones por una semana mientras esperaban que la nieve y el resfriado de los estudiantes pasara. 

Había encontrado el momento perfecto el martes cuando el cuerpo casi inerte de Aonung estaba tendido en su cama abrazándose de su peluche tan fuerte como le era posible, Neteyam entro a la habitación con dos tazas humeantes, estornudo de lado con los ojos chinos y rojos de cansancio, miro a Aonung. 

One Shots • Aonung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora