Royal

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Au human omegaverse (ambientado en el siglo XVIII)

La corona era difícil de mantener lo sabía de ante mano toda su vida fue preparado para llevarla como su padre, asumir el poder habia pasado de ser un lejano pensamiento a tenerlo en frente de él, con sus recien cumplidos 21 años su padre habia empeorado a causa de alguna enfermedad que los medicos no lograba descifrar aun pero su salud empeoraba día con día, no podia seguir gobernando y su madre jamás podria llevar a todo un pais puesto que jamás había estado metida en la política mucho menos había lidiado con la corte de aristocratas, se habia dedicado toda su vida a eduacarlos a él y sus hermanos, además de eso no comentaba mucho y era bastante sumisa para dar ordenes o poner mano dura en la corte. 

Ya habia pensando en lo que pasaría , con una mirada que su padre le diera él tendría que tomar cartas en el asunto y llevar la corona  para ser el nuevo rey de Austria pero claro eso no solo podía hacerlo solo, para su disgusto necesitaba a un omega a su lado, un matrimonio consensuado que sus padres elegiría a diestra y siniestra sin pedir su opinión. No podía evitarlo pues sin rechistar toda su vida había seguido ordenes y esta vez no sería la excepción un alfa dominante como él simplemente siempre debía servir a sus deberes reales y poner a su patria por sobre sus intereses, era su obligación como heredero a la corona. 

Por ello cuando su madre le habló de tres posibles candidatos se sorprendió al parecer tendría algo de opinión en ello. La escuchó hablar sobre los tres omegas; Benjamín Duboid príncipe de Francia el menor de tres hermanos alfas, 17 años, aun reside en versalles bastante respetable y sin ningún registro promiscuo, Aonung no estaba muy seguro de aquello los franceses tenían mala fama en su país y no creía que los aristocratas les gustase aquella unión, sin decir que casarse con alguien de versalles no traería ningun beneficio, su madre logró observar una muestra disgustada de parte de su hijo y acabó con el tema para pasar al siguiente candidato, poso su mano sobre alguna carta sobre el mesón de madera del ex despacho de su padre, ahora suyo; Nicholas Nikitin príncipe de Prusia, leyó lentamente. Reside en el palacio Peterhof, omega de 19 años, familia de sobrenombre y sin decir que el zar dennisovich se llevaba mal con el suyo, arrugó el ceño e hizo un ademán con las manos, su madre bajo la mirada y tomó la ultima carta del mesón. 

Neteyam de Croacia, 19 años el mayor de cuatro hermanos, destacado por sus gustos excéntricos por el arte y la literatura, aprendió tres idiomas diferentes y reside en el palacio Diocleciano. Su madre sonrió al acabar de leer el resto de datos por si misma y una pequeña risa se extendió por la sala al leer el nombre que firmaba aquel papel. Aonung no la habia visto volver a sonreir mucho antes de que su padre empeoraba tal vez esa era una señal, ladeo la cabeza tocando su cien preguntandose porque aquella sonrisa escondida de algo parecido a recuerdos, por primera vez en mucho timpo busco una respuesta. 

"¿Qué sucede con esa sonrisa?." Preguntó sin dirigir mucha mirada a su progenitora, por alguna razón un pequeño lado de él temía con que su madre reprenda por aquella cuestión, no le gustaba las preguntas. 

"Su madre y yo somos muy buenas amigas, hace muchísimo tiempo no la veo exactamente desde que cumpliste los dos años de edad, leer su nombre en aquel papel solo me hizo tener buenos recuerdos con ella." Su madre le dedicó una mirada llena de compasión, casi con una lágrima escapando, algo le decía que la separación de aquellas mujeres no había sido de su decisión ni de su agrado. "Me gustaría que tomaras a ese omega." Habló con firmeza y quien era él para rechistar las ordenes de su madre; Asintió para ambos incluyendose para si mismo tratando de convenserse. Su madre chilló de alegria y en seguida se sentó a escribir una carta que no tardaría en ser respondida. 

Los días pasaron y nada en el palacio parecio cambiar, su padre no empeoraba pero tampoco mejoraba, cada vez iba mas a la corte lo cual no le agregaba tanta felicidad a su día y en los cortos tiempos libres que casi eran nulos se perdia por los jardines que su madre se insimismaba en mantener elegantes y vivos a pesar de la situación. Aquella tarde su madre llegó corriendo por los pasillos del palacio casi llorando entre lágrimas su corazón latió con fuerza y temió por que a su padre le hubiese pasado algo pero no era aquello lo que la mujer casi gritaba entre lágrimas de felicidad, sino que su carta echa hace una semana había sido respondida con éxito y la boda se celebraría lo más rapido posible. ¿Por qué a su madre le emocionaba tanto el casamiento con alguien a quien literalmente no conocia en lo absoluto? él no lo entendia pero fingió alegria solo para saciar la de su madre.

One Shots • Aonung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora