One Shots • Aonung x Neteyam

You and I

Au navi.

Hacía mucho frio, su nariz se estaba congelando al parecer este invierno había llegado más fuerte de lo que pensaba, la casa estaba algo lejos de su suya pero realmente no le importaba caminar hasta la casa de Aonung porque él sabía como se sentía en estas época del año, el mismo sentimiento se avecinaba cada vez que llegaba esta fecha, diciembre sin duda era el peor mes para Aonung y él lo sabía así que no lo dejaba solo en ningún momento, algo dentro de él le decía que si lo descuidaba por 3 segundos Aonung trataría de hacer una locura y él no lo permitiría era su única familia y así estaba bien para ambos o eso le gustaba pensar.

La puerta de vidrio con aquel nombre de residencia se abrió y pudo ver al recepcionista, un navi algo mayor con una brillante sonrisa estaba allí, parecía siempre estar feliz y radiante ante los demás estaba tras el mostrador con un gorrito navideño, había un arbolito que se movía en su mesa.

"Feliz navidad, Mike." Saludo, el hombre mayor correspondió el saludo junto a una amable sonrisa y lo miro con algo de tristeza. 

Miro sus botas llenas de nieve. "¿Ellos no vinieron hoy, verdad?." Preguntó sus dientes ya casi crujían y su mandíbula se había tensado.

Negó. "Solo enviaron postales." Respondió. 

Neteyam asintió con la sangre casi hirviendo en molestia dentro de él, no podía creerlo realmente Aonung había estado esperando que llegase este día desde que comenzó el mes, era la primera vez que lo veía tan entusiasmado en años porque llegase esta fecha. Los padres de Aonung era unos irresponsables en muchos sentidos, siempre prometiendo cosas que el de ojos azules creía y nunca cumplían, a pesar de los muchos años Aonung seguía pareciendo un niño esperando algo aunque sea la minima atención de sus padres sin embargo a estos parecía no tener ni la más minima importancia de él, solo lo descuidaban desde que lo conoció en primaria, Aonung había sido obligado a hacerse cargo de si mismo desde que era muy pequeño y el vació de no tener una familia se había alojado en su pecho por mucho tiempo. 

Camino rezongando solo entre gruñidos desde la recepción hasta el pasillo que conducía al departamento de Aonung, la puerta con la placa numero "205" apareció frente a él y tuvo que detenerse a respirar tres veces antes de tocar la puerta con ansia, rogando en él mismo que Aonung este tras la puerta sin estar destruido. La puerta fue abierta después de mucho tiempo para gusto de Neteyam y allí estaba Aonung con una bata negra y las pantuflas de conejito de felpa, sonrió con nostalgia y pena no sabía que más hacer limitándose a abrazarlo por los hombros en consuelo. 

Aonung lo abrazo devuelta y sonrió con pena, ya no podía sentir nada muy dentro de él sabia que no era así pero las lagrimas ya ni siquiera podían salir luego de tantas decepciones, estaba acostumbrado a que sus padres nunca estén y cuando prometieran algo no fuera cumplido, cuando Mike le dio las postales de sus padres pidiendo disculpas con fotos y dinero en aquel sobre de papel no sobre actuó, no lloro, ni sonrió, simplemente las tiro porque sabía que aquellas disculpas no eran reales y el ver la foto de ellos sonriendo en las vegas solo lo hacia sentir un estorbo en sus vidas, para sus padres no había cosa mas importante en sus vidas que su trabajo y eso incluía festividades como navidad e incluso su cumpleaños.

Ellos nunca estuvieron allí en cambio aquellos días solo iba a casa de su abuela a pasar las festividades y eso lo hacia feliz en cierta forma, la amaba pero nada se compararía al amor que siempre deseo que le demostrarán sus padre, todos los deseos de su velita de cumpleaños eran el mismo, nunca se cumplieron así que cuando cumplió trece su deseo cambio a algo que creyó que si se cumpliría día a día, que su abuela se quedara con él para siempre, y fue un grave error confiar en el "nunca pasara" pues su abuela falleció hace dos años atrás y desde aquel suceso sentía que nada dentro de él tenia sentido ni razón de ser.