One Shots • Aonung x Neteyam

Little skirt

Au vida moderna (na'vi)

Todas las cajas estaban agrupadas de tres de tres en el apartamento, en una esquina incluso habían más de cinco cajas que con un leve empujón caerían sin cuidado sobre el piso haciendo más desastre del que ya había; suspiro limpiando el sudor en su frente dejando la ultima caja en el piso y miro todo. Por fin se habían mudado juntos era algo de lo que hablaban mucho los últimos meses y lo decidieron hace a penas uno, en realidad fue bastante fácil. Ellos se habían conocido hace mucho, seis años para ser exactos pero no habían comenzado una relación hasta un año después, puesto que realmente no tenían mucho tiempo para el otro, Aonung estaba inmerso en trabajos que no le duraban ni cuatro meses y Neteyam todavía terminaba la universidad en su ultimo ciclo de artes visuales. 

No había sido hasta hace tres años que sus vidas se habían establecido en una rutina que podían balancear entre tiempo para el otro, trabajo y ocio, Aonung había logrado abrir la cafetería/galería que tanto había deseado en sus sueños mas profundos, estaba en la avenida principal y el flujo de na'vis era constante, se había vuelto muy famosa así que la expandió abriendo otra en el otro lado de la ciudad, luego estaba Neteyam que había conseguido el trabajo de su vida, pues fotografiaba modelos en una de las revistas más codiciadas de la ciudad, le encantaba su trabajo y su rutina, todas las mañanas iba a la cafetería de su novio a tomar un café en su oficina mientras daba vueltas en la silla, robaba algunos bocadillos de la vitrina del mostrador y molestaba a los trabajadores sacándoles risas, llegada las 9am se iba a la agencia a tres calles de la cafetería y comenzaba su trabajo, él nunca estaba de mal humor o al menos eso le gustaba pensar, llegaba, dejaba que los modelos sean ellos mismos ante la cámara y luego editaba las fotos en casa, teniendo el portafolio listo para el día siguiente. 

Observo el apartamento de Aonung era un loft que ocupaba todo un piso sin separaciones, incluso desde la puerta podía ver la cama que compartían, le gustaba, las paredes estaban llenas de pinturas y cuadros al azar que Aonung pintaba cuando quería sacar el estrés de él, incluso habían fotografías que él había tomado y en silencio Aonung las colgaba en cuadros de marco marrón que hacían juego con las pocas decoraciones que se hallaban ahí, ninguno había comentado al respecto pero Neteyam sonreía cada vez que veía un nuevo cuadro, no decía 'gracias', no decía 'que lindo' pero tomaba por las mejillas a su lindo novio y repartía besos exagerados por todo su rostro; Aonung lo observaba con aquellos ojos soñadores y las orejas hacía atrás.

El ascensor volvió a abrir sus puertas metálicas y Kiri apareció con otra caja, la soltó pesadamente en el suelo y suspiro. "Parece que esta es la ultima, Lo'ak reviso tu habitación y no quedaba nada." Habló. 

"Y si quedo algo probablemente se lo quedo para él." Resopló esperaba que realmente no se haya olvidado nada. 

Kiri rió. "Probablemente." Respondió. "Deje el auto estacionado en doble fila, así que será mejor que me vaya antes que la grúa se lo lleve." Habló de forma apurada de repente. "Nos vemos luego Teyam." Agitó su mano. 

"Nos vemos Kiri y gracias por ayudarme." Agitó de vuelta su mano, Kiri le sonrió por ultima vez antes de que el ascensor se cerrara por completo. 

Suspiro, parece que jamás acabaría de acomodar todas esas cajas, todas ellas tenían escritas con rotulador que contenían así que se dispuso a tomar las que tenían escrita 'ropa' y camino con dos de ellas en sus manos hasta la habitación sentándose en el suelo mientras las abría y doblaba la ropa que contenía, había comprado un mueble color marrón desgastado que hacía juego con toda la demás decoración y para su suerte había llegado esa mañana, así que su novio lo armo para él y ahora podía guardar su ropa y no dejarla en las cajas por dos días más como los anteriores; Separo por cajones sus prendas ordenadamente, en uno irían las camisas y camisetas, en otro los pantalones, otro los short y en el ultimo todo lo que no cupiese en los demás, sus abrigos y chaquetas irían colgadas en el perchero tras la cama junto a las chaquetas de Aonung porque le gustaba y porque había un hueco allí que su novio dejo, así que supuso que era para él.