Sunrise

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Au vida moderna (na'vi)

Definitivamente este estaba siendo el mejor verano que había vivido en años, habían viajado hasta Hawaii el país que vio nacer a Aonung, decir que lo estaba pasando espectacular era poco, lo que estaba viviendo ahí parecia ser un verano eterno lleno de cultura, playa, sol, y mucha pero mucha comida, Aonung lo tenia el día entero llevandolo de aquí para allá mostrandole lugares, rincones, playas, restaurantes, frutas, animales y hasta plantas diferentes, definitivamente estaba maravillado con el hecho de estar ahí y aunque solo llevaban dos semanas él ya tenía el brazo entero lleno de pulseritas que compraba en las tiendas de chucherías cerca de playa, incluso ya se encontraba con el cabello en algunas trenzas decoradas con conchitas de mar o dijes. 

Esa tarde sería tranquila, luego de pasarsela de ida y venida de lugar en lugar habían decidido que se quedarían en casa por la mañana, irian a la playa por la tarde y volverían a dormir o simplemente se quedarían en la terraza, además era domingo y el cansancio había llegado a sus cuerpos por fin. 

Aonung se estiro en la silla viendose en el reflejo del espejo sin camiseta, sonrió mostrando sus musculos para si mismo y removiendo sus largos rizos, Neteyam entro al baño viendolo atraves del reflejo y sonrio al darse cuenta que Aonung seguia en lo suyo admirando los musculos de sus brazos. 

"Al parecer necesito volver al gym, comer afuera no me esta haciendo bien." Soltó con la cabeza ladeada al sentir la presencia de su chico.

Neteyam termino por entrar al baño y coloco los botes de crema en la encimera al lado del lavabo, se puso tras la figura del rizado y termino por deshacer las trenzas que faltaban de su cabello. "Tal vez puedas apuntarte en el gym, vimos uno cerca ¿lo recuerdas?." Murmuro concentrado aun en el cabello ajeno. 

Tarareó. "Le diré a Rotxo, el dueño del gym es su amigo." 

La ultima trenza fue deshecha y Neteyam paso sus dedos por las ebras del cabello ajeno tratando de desenredarlo un poco, pues el gel de las trenzas parecia crear grumitos blancos en el cabello, termino caminando hasta quedar al frente de Aonung para buscar el peine en uno de los cajones. "Lastima que no puedo decir lo mismo." Un puchero apreció en sus labios. 

Aonung lo miró con ternura y paso sus manos sobre su estomago hinchado, apenas había cumplido los cinco meses. "¿No te gusta llevar a mi bebé?" Depositó un beso en aquella zona acariciandola aun con una sonrisa entre los labios. 

A Neteyam se le encogió el corazón al ver a su novio de esa forma, amaba que Aonung se preocupara por él todo el tiempo y que lo consintiera más de lo normal, todo sobre él le gustaba. Este viaje lo organizo él solo, todo porque una noche Neteyam se había puesto a filosofar del como su vida cambiaria cuando el pequeño bebé en su estomago naciera, Aonung le había dado la razón y pensó que sería buena idea un viaje para concentrarse en su relación y en ellos dos, pues con tanto movimiento en la ciudad apenas y se veían para almorzar, por suerte Neteyam no tuvo problema pues trabajar para la empresa de su padre tiene ventajas y una de ellas es que siempre esta Lo'ak y Kiri para hacerse cargo de las cosas de las cuales él no puede, en cambio para Aonung no era del todo facil pero de alguna forma había acomodado todo en su lugar para dejar a un medico de confianza a cargo de las sucursales de veterinaria que tenía en la ciudad solo para hacer feliz a su chico, habían trabajado duro por años y esas vacaciones eran lo minimo que se merecían. 

Miró su estomago hinchado el cual Aonung aun abrazaba como si fuese lo más preciado que tenía, que en cierta parte lo era, y recordo aun cuando se enteraron que estaba en espera, la vez que se puso tan nervioso que tuvo que preparar un cena la cual quemo solo para decirle a Aonung que estaba en cinta, aun así él se la había comido sin rechistar, lo feliz que había estado, o la vez que el rizado compro unos pequeños zapatitos de ositos tres días despues de darle la noticia, o las miles de veces que le abria la puerta de todos lados, no lo dejaba estirarse por la mañana por el miedo a que algo suceda, o tal vez la ultima consulta en el medico dos días antes del viaje en donde les revelaron el sexo del bebé y Aonung lloró al saber que era un niño y Neteyam tuvo que consolarlo mas tiempo del que duraba la consulta. 

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⏰ Última actualización: Feb 23 ⏰

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One Shots • Aonung x NeteyamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora