Abro la puerta de casa y Matthew está allí con un ramo de rosas en una mano y sujetando una bolsa en otra.
— Feliz cumpleaños —sonríe abiertamente y frunzo el ceño.
— Mi cumpleaños fue hace dos días.
— Lo sé, pequeña, pero no pude venir. Tenía compromisos.
Me cruzo de brazos y me apoyo en el quicio de la puerta, mirándolo con una ceja alzada.
— No respondiste a mi mensaje.
— ¿A qué mensaje?
— El mensaje en el que te avisé que iba a celebrarlo.
— Sí te respondí y te dije que no podría ir, que te vería hoy. Además, llevo dos horas esperándote en el aeropuerto.
— No he recibido tus mensajes porque te he bloqueado.
Sus cejas se alzan por sorpresa.
— ¿Y el motivo es?
— Hablemos — me aparto de la puerta y lo dejo entrar.
Él se sienta en el sofá y deja la bolsa y el ramo en la mesa de enfrente. Me siento a su lado, dejando distancia entre nosotros.
— Estás raro conmigo.
— Tú estás rara conmigo desde que nos acostamos. Escucha, Aurora —coge mi mano— jamás he querido hacerte sentir mal. Y si lo he hecho, nunca ha sido mi intención. No quiero que estemos distantes.
— ¿Por qué no me dijiste que tenías novia?
— No tengo novia. Las fotos que salieron... —Niega con la cabeza— No somos novios y tampoco lo seremos.
— No me enviaste ningún mensaje diciéndome que no podías venir.
Él suelta mi mano y saca su móvil del bolsillo. Busca nuestra conversación y me mira arrepentido.
— Es cierto, perdona, pensé que te había hablado, quizás solo lo pensé y se me fue —chasquea su lengua— perderé la cabeza algún día.
— Los choques en el fútbol, te avisé. Las neuronas deben estar muriendo.
Él pellizca mi pierna y me río, alejándome un poco de él.
— Lo siento, intentaré prestar más atención.
— De acuerdo.
Él me da el regalo y rompo el papel. La pequeña caja tiene grabado Tiffany & Co. Miro a Matthew y este sonríe abiertamente. La abro y veo un colgante de color plata con un diamante azul.
— Sé que no te gusta nada estrafalario, así que pensé que ese era ideal para ti.
Es pequeño y discreto, sí.
— Me encanta —paso mis dedos por él— ¿Me lo pones?
— Por supuesto —.
Levanto mi pelo y me giro para que él pueda hacerlo. No lo pone a la primera, por supuesto. Sus dedos son grandes y el cierre es bastante pequeño.
— Listo.
Me suelto el pelo y me levanto para asomarme al espejo y ver el colgante.
— ¿Te gusta? —Él se pone tras de mí en el espejo de la entrada y lo miro a través de él.
— Me encanta, gracias.
— Eres la única chica por la que me rompo la cabeza para hacer regalos, princesa.
— Seguro que la chica de la tienda te ha ayudado.
— Se puede decir que me enseñó mil colgantes antes de escoger este, sí.
![](https://img.wattpad.com/cover/264159919-288-k509133.jpg)
ESTÁS LEYENDO
[Saga West] INEFABLE #2 (ALBA)
Teen FictionDesde Texas a Santa Mónica. Dispuesto a vivir un verano lleno de aventuras, Diego West cogió sus maletas y se fue donde siempre brilla el sol y las estrellas te ciegan.