Cuando la vi salir de casa, golpeé la pared y ahora tengo que dar el dinero para el arreglo a mi casero.
Papá me había enviado las fotos con muchos puntos suspensivos y el grupo con mis hermanos estaba echando fuego, ni qué decir del grupo con los chicos. Mientras unos lo ven como una hazaña y se ríen, otros se llevan las manos a la cabeza, al igual que yo.
Lo peor es que, a pesar de que las fotos no son nítidas, se ve perfectamente que somos nosotros, por lo que me han despedido.
Ethan Hall se presentó en el lugar donde antes vivía para decirme que había puesto una demanda a la empresa que publicó las fotos por si yo quería participar. Ni tengo abogado ni voy a gastarme dinero en uno, que se queden ellos el dinero que consigan.
También me había comentado que su hija no lo estaba pasando bien, cosa que me importa un rábano porque las palabras que salieron de su boca me demostraron como es realmente. Me dio igual que estuviera dolida o enfadada conmigo, yo también he sido víctima y ella me trata como si fuera el culpable.
Que no deje meter a alguien la cabeza entre sus piernas la próxima vez, a mí qué me cuenta.
Lo que se supone que debería haber sido una experiencia inolvidable, se ha convertido en una horrible y todo porque yo insistí en meterme entre sus piernas.
Si es que soy imbécil.
—¿Vuelves a estar enfadado? —Pregunta Ronan entrando al establo.
—Yo siempre estoy enfadado —cierro la puerta del box de Lluvia y me quito la gorra para pasar mi mano por mi pelo, estoy sudando.
—Piensa que tienes una gran anécdota para contarle a tus hijos —dice Jack apareciendo detrás de él.
—Lo podríamos poner en su boda —se ríe Ronan.
—Sois muy graciosos vosotros dos. ¿Ya os han llamado del circo?
—No —ríe Ronan—, pero he leído que Pornhub quiere ficharte.
Le tiro la gorra al crío y Jack suelta una carcajada.
—Vamos, todo pasa por algo —mi primo palmea mi hombro— California y ese mundo al final no es para ti. Es lo que tiene salir con la hija de un famoso.
A lo mejor tiene razón y sí que no es para mí. Debería haberme conformado con un trabajo y no meterme en el modelaje. Las redes sociales y la prensa rosa han intentado indagar tanto en mi vida que poner mi Instagram en privado y archivar la mayoría de las fotos que tengo con familiares y amigos.
Sobre todo, en las que se ve la granja, no sé qué clase de loco puede plantarse por aquí a preguntarme qué tipo de relación tengo con la hija de Ethan Hall.
—Al menos disfrutaste —Jack me guiña un ojo—Venga, te invito a una cerveza, creo que necesitas despejarte.
Suspiro pesadamente y cojo la gorra del suelo para sacudirla y volver a ponerla en mi cabeza.
Ronan viene con nosotros al único y triste bar que hay en concepción. La cerveza es decente y el ambiente es decadente, por lo que me hace extrañar California y sus magníficos bares donde puedes pedir cualquier tipo de cerveza.
—¿Cómo lleva Bárbara el embarazo? —Pregunta Ronan— ¿No vendrá al rodeo?
—Bien, o eso es lo que dice y creo que no vendrá al rodeo. Nadie va a venir este año al parecer —chasqueo mi lengua y le doy un trago a la amarga cerveza.
—Ahora que ya tengo veinte años, nadie viene al rodeo. Sois unos aguafiestas.
—Somos mayores —lo despeino y él golpea mi brazo haciendo que me ría.
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[Saga West] INEFABLE #2 (ALBA)
Teen FictionDesde Texas a Santa Mónica. Dispuesto a vivir un verano lleno de aventuras, Diego West cogió sus maletas y se fue donde siempre brilla el sol y las estrellas te ciegan.