Entro en Starbucks y busco con la mirada a Diego hasta que lo veo en una de las mesas. Sonrió y, después de pedir un frapuccino, me siento en uno de los sillones que hay a su lado.— Siento haber tardado tanto —beso su mejilla y él me sonríe.
— ¿Cómo han quedado tus uñas?
Le enseño mis manos y pones sus dedos en ella para ver se cerca el diseño de flores que la manicurista ha hecho.
— Son bonitas, ¿cierto?
— Tanto como tú, Rora —dice con una sonrisa encantadora.
Sonrío, poniendo los ojos en blanco y observo que está leyendo todas las anotaciones que hice anoche cuando no podía dormir.
— ¿Qué opinas? ¿Le has echado ya un vistazo? —Llevo la pajita a mis labios.
— Sí, creo que podríamos intentarlo, empezar por aquí y bueno, tengo muchos sitios en Texas interesantes que enseñarte.
— Me parece bien, empezar siempre lleva tiempo, pero nosotros tenemos ventaja —le guiño un ojo.
Diego aún no está muy convencido de esto, pero aquí estamos, viéndonos en público sabiendo que ya nos han tomado alguna que otra fotografía.
Acabamos de empezar, sí, pero no quiero ocultarme como lo hice con Hunter. No soy alguien realmente importante, por lo que no tendremos una marabunda de paparazzis siguiéndonos de un lado para otro.
— ¿Sigues interesado en el modelaje? —Le pregunto— Me han contactado por si estás interesado en hacer una campaña para Ramzen World.
Él me mira frunciendo el ceño.
— ¿Por qué no han hablado conmigo?
— Lo han intentado, pero me han dicho que no has contestado sus mensajes y están muy interesados.
— Tengo demasiados mensajes en Instagram —chasquea su lengua— La mayoría son pidiéndome matrimonio. ¿Crees que debería hacer un casting? —Le doy una patada por debajo de la mesa y él se queja— Recuerdo que me dijiste que no eras celosa.
— Y no lo soy siempre y cuando no me des motivos —le sonrío enseñando todos mis dientes.
— Nada de castings para encontrar esposa —lo golpeo en el brazo— ¡Ay!
— He estado yendo al gimnasio.
— Dirás que has estado haciendo cardio conmigo en la cama —susurra eso último a escasos centímetros de mi rostro y sonrió, negando con la cabeza.
Diego West es terriblemente irresistible y seductor.
Sus labios chocan suavemente con los míos y pone una mano sobre mi pierna.
— ¿Harás tú las fotos de la campaña?
— Nop.
— ¿Debería hacerla?
— Deberías, ellos pagan bien.
— Diré que sí si me acompañas.
— Por supuesto —llevo la pajita a mis labios mientras disfruto de la sensación de su mano en mi pierna.
— Debería irme mañana —deja mi pierna y cierra el cuaderno.
Lo miro, sabiendo que este día tendría que llegar y hago una mueca.
— ¿Tan pronto?
— Llevo aquí una semana, tengo que volver.
— Está bien. Tenemos todo el día por delante entonces. ¿Qué te apetece hacer?
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[Saga West] INEFABLE #2 (ALBA)
Novela JuvenilDesde Texas a Santa Mónica. Dispuesto a vivir un verano lleno de aventuras, Diego West cogió sus maletas y se fue donde siempre brilla el sol y las estrellas te ciegan.