8 Capítulo

26 5 0
                                    

No me dirigió más la palabra durante el camino, yo tampoco le iba a decir nada, solo esperaba que mi hermana llegara pronto.

...

*Llegamos a su casa*

Cael

Bajate, o también tiene que bajarte tu príncipe azul?

(Sabía que refería a Alan, es un estúpido e inmaduro.)

Lo ignoré y me baje sola, entramos y salude a sus padres que estaban en el salón principal, no podía hoy fingir Una sonrisa, estaba muy cabreada, pero sabía que ellos no me preguntarían nada.

Cael

Rápido.

Me jala por el brazo y sus padres ni siquiera se mueven, es como si vieran esto diariamente.

Yo

Suéltame, sé llegar sola.

Él solo apretó el labio y camino delante de mí.

...

Abre la puerta de su habitación y pasé, sabía lo que quería hacer y la verdad tenía miedo, pero por qué sentía esto, se supone que es la persona que me debe cuidar, mi novio!!.

Yo

Podemos hablar, antes que hagas una tontería porfavor.

No le importo siquiera?, se bajó el pantalón y se quito la camisa.
Debo admitir que tiene unos abdominales marcados, es sexi. Pero no puedo ponerle atención a eso, tengo en mi cabeza su imagen, pero diciéndome, NO TE RESPETA!.

Cael

No vinimos hablar, te lo dije. Serás mi perra.

Me arrancó la camisa de un maldito jalón, Me empujó a la cama, yo intentaba hacerle fuerza, pero él obviamente es más fuerte que yo, me bajo mi pantalón de tela que compré hace dos días para este día que se supone que era especial para mí.

Cael

Te deseo, después de hoy tendrás mi maldita marca en tu piel, y no serás de nadie más.

Me empieza a oler todo el cuerpo, parece drogado, yo sentía una decepción muy grande, ahora no por él, sino por mí, ya no estaba haciendo fuerzas, solo me estaba dejando, no sentía deseo, ni ganas ni nada, solo asco.
No le importaba si yo estaba disfrutando, solo si él lo hacía. me daba golpes en la cara, casi al mismo ritmo que penetraba, con mucha fuerza. merecía esos golpes? Quizás si, por permití esto, me dejó mordidas en los senos, me sangraban, era un maldito animal, esto no me daba placer, esto no era lo que yo quería.
Al terminar solo se fue al baño a limpiarse, dejándome en la cama retorciendome del dolor, no quería llorar frente a él, me sentía mierda, pero no quería verme más vulnerable de lo que me veía en sus ojos, ya no lo quiero, ni sé si lo llegue amar, pero después de esto lo odio, no quiero verlo más.

*salió del baño*

Se había bañado, estaba muy arreglado, me iba ayudar a levantarme, pero jale mi mano y me levanté sola y me entre al baño, me duche y me puse una camisa de él y mi pantalón, quería llegar a casa rápido y no salir de mi habitación.

Cael

Ves hermosa, fue muy bueno. Me hubiera gustado estar más tiempo, pero en verdad quiero ese helado, más bien lo quiero encima de ti.

Él sonríe con maldad, como si esto es lo que de verdad le gusta, lo que de verdad lo llena, yo solo lo mire con mucho coraje y aún mi rostro rojo por sus golpes.

Yo

No necesito ningún maldito helado, no me respetas, ni mis desiciones, después de esto no quiero volver a verte.

Frunció el ceño, se acercó y me agarro por el cabello

Cael

Escuchame bien, te dije claramente que eres mía, mi maldita perra y eso no va a cambiar, ahora vamos por ese puto helado o será peor.

Yo

Necesito ir a casa.

Salí de la habitación lo más rápido que puse, casi corriendo y él detrás de mí, me jalo por el brazo fuerte y me acerco a él, me acarra el rostro, qué aun me duele y me muerde.

Cael

NO SEAS TONTA MUJER!!.

en ese momento llegó alguien en una camioneta negra, mire para atrás con dolor y ahí estaba él. Sorprendido, furioso, era Alan...

Del Amor al Odio, por Yarignis Rangel. (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora