12 Capítulo

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Al amanecer.

Vi mi teléfono, casi sin carga, eran las 6 de mañana, habían llamadas de mamá y papá, deben estar preocupados, pero no quería ir a casa, Aun no estaba lista para hablar con ellos.

Estaba Alan dormido en el sofá que tiene alado de su cama, debió dormir muy incómodo ahí, pobrecito.

Yo

Alan... Holaaaa, buenos días bello durmienteeeee, Me imagino que dormistes muy cómodo no es así? Levántate acuéstate aquí, yo iré a darme una ducha caliente, quiero despejar mi mente e intentar tener una mañana tranquila.

Así fue, salí al baño y tome una ducha de dos horas, pero era muy necesaria, otra vez volví a ponerme ropa de Alan, era muy cómoda, no me podían culpar por eso.

...

Volviendo a la habitación, estaba allí con el desayuno Ya, yo sonreí y le agradecí muchas veces más por todo esto, tuve una plática muy extensa con él, explicándole como empezó y qué pasó con Cael.

Él estaba muy enojado, sus orejas se le ponen roja más rápido que Toda su cara.

Alan

Hey!! Puedes quedarte aquí el tiempo que necesites, pero después hablarás con tus padres. Si quieres te acompaño y te apoyo.

Sabía que necesitaba tiempo y teniéndolo ahí sería más sencillo.

Yo

Si, necesito tiempo, pero pasará.

Desayunamos y seguíamos hablando de muchas cosas de la Universidad, la presentación y como el profesor reaccionó, le encantó.

Era un momento donde el dolor se había ido, pero solo era un momento.

...

Cuando terminamos de desayunar él fue a darse una ducha, yo baje a saludar a sus papás, ellos me querían mucho y yo a ellos. conversamos un buen rato, les conté todo y ellos estaban sorprendidos, asustados e insisten en que valla a denunciarlo y sé que debo hacerlo pero me da miedo, pero al final tome una desición.

Yo

Iré a denunciarlo, quiero hacerlo antes de hablar con mis padres, quiero tener todo listo y solo informarles, no quiero darles más dolores de cabeza del que van agarrar cuando les cuente.

Ellos asintieron.

-Madre de Alan

Te apoyamos cariño, podemos llevarte allá.

El papá de Alan sonrió y tomo la mano de su esposa, en efecto me apoyan, pero apareció Alan.

Alan

Yo la llevaré, no se preocupen, esperen aquí, al regresar traeré sushi y almorzaremos juntos.

Alan me estaba protegiendo, de verdad lo estaba haciendo, el sabia que lo que iba a llegar no era fácil...

Del Amor al Odio, por Yarignis Rangel. (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora