-Roy... ¡Roy! ¿Te has muerto? -
Escuché la voz de Eric mientras me agitaba para despertarme.
- ¿Eric? ¿Qué pasa?
-Pero... ¿No te has dado cuenta?
Me levanté desorientado sin saber por qué Eric estaba tan alterado.
-Si te pregunto deberías dar por hecho que no.
Hice mi sesión de estiramientos matutinos, me sorprendí al ver que mi espalda crujía con la potencia de mil disparos.
- ¡Llevas cuatro días durmiendo! En toda una semana solo te he visto medio minuto y cuando me iba a dormir desde que llegaste del espacio... ni siquiera me has dicho de dónde ha salido ese martillo.
- ¿Cuatro días? Y aun así me siento cansado, gracias por despertarme.
El Mjölnir al ver que Eric hablaba de él se desenganchó de un tornillo que había salido en el barco el cual utilizó para descansar y vino con nosotros.
-Esta cosa... ¿Dónde lo encontraste?
-Es una larga historia... en verdad no tanto ¿Recuerdas aquella historia que nos contaron del martillo de Thor? Pues es el martillo de Thor.
Eric se sorprendió con lo que dije y comenzó a toquetear el Mjölnir viendo que se balanceaba en el aire, tras unos diez toques el Mjölnir se cansó y le dio un calambre.
-Voy a suponer que lo has agarrado y lo has traído ¿Realmente piensas que es una buena idea tener más armas?
-No lo veo como un arma, es... diferente, es como si tuviese ¿Vida? La verdad es que me tiene intrigado.
-Al menos ya tenemos un arma poderosa mientras que haces aparecer tú mandoble.
-No lo sé, la verdad es que me gustaría pasar más desapercibido, me gustaría pasar por un humano normal y corriente, no estoy hecho aún a la idea de ser un dios, un martillo mágico flotante no creo que ayude.
-Te entiendo, a mí me gustaría no ser un licántropo a veces, que la gente no me mirase como me mira.
-Eric... puedes pasar por humano sin problema, solo tienes que transformarte del todo, como el día que te conocí.
-Ya, pero no puedo ni pensar en volver a estar sin mis orejas o mi cola.
- ¡Pero...!
-No hace falta que digas nada, sé que es pura hipocresía.
-Por lo menos te das cuenta.
Me puse en pie y seguí estirándome, no me dolía el cuerpo, pero sí que estaba muy incómodo.
-Después de cuatro días tienes que estar deshecho, pero no te preocupes, el tiempo que has estado fuera Ernesto ha estado ayudándome a estudiar.
-Y soltándome esa bomba me dices que no me preocupe ¿Que te ha enseñado exactamente?
-Me ha enseñado costumbres humanas como la forma que tenéis de dirigiros entre amigos o el modo tan curioso que tenéis de ligar.
-No digas más, lo siguiente que digas puede acabar con la vida de Ernesto.
Eric levantó las manos y no dijo nada más de él.
Salimos de la Habitación y me encontré de frente con Lima la que se lanzó a mis brazos al verme.
-No vuelvas a desaparecer tanto tiempo por favor. - dijo abrazándome con mucha fuerza.
- ¿Por qué? ¿Te ha costado convivir con ellos sin mí?
ESTÁS LEYENDO
Desterrados: Los misterios de Asgard
Fiction généraleTras su viaje por tierra desde Neo Asgard, Roy cambia su medio se transporte y se enbarca en una nueva aventura por el mar ¿Llegará a Yggdrasil?