¿Qué si iría a clase después de haber pasado un momento embarazoso enfrente de los amigos de su novio?
—Así que... —. La pelirosa estiró minuciosamente sus brazos hacia arriba, desbordando todo cansancio y hostigamiento de su cuerpo. —¿Saliste corriendo, evitaste completamente a tu nuevo novio y ahora estamos escondidas atrás de la escuela para no ser descubiertas por el prefecto y tener una llamada de atención por inasistencia a clase? —. Exclamó sin pelos en la lengua. —No se si sea porque tu estatus social cambió o tal vez haya sido el nuevo invento que usé como prueba en tu sándwich que comiste ayer, pero esta nueva Uraraka... ¡me fascina! —. Gritó exhaustiada. Por fin estaba presenciando la nueva e interesante etapa de su amiga rebelde.
O eso quería pensar.
Uraraka mantenía su cara completamente roja entre sus piernas. No quería hablar, pero tampoco quería hacer preocupar a su única amiga la cual fue capaz de saltarse Robótica y Tecnología futura solo por ella, sabiendo que era una de las materias o si no la materia favorita que disfrutaba tomar Mei cada semana. Eso dice mucho de ella y nunca dejará de estar agradecida con Morgan Freeman (o Dios) por haberle dado la bendita oportunidad de conocerla y ser parte de su vida.
—Nada de eso, Mei. —. Dijo saliendo por fin entre sus piernas, mirando al frente y a la nada a la vez. Escuchó un suspiro de decepción a su lado y posteriormente cerró los ojos. —Hoy es uno de esos días en los que no quiero ser yo. —. Suspiro ahora ella. —Pensé que sería fácil poder ser parte de situaciones las cuales nunca había experimentado antes, pero en el momento en el que estuve al ojo público, tomando fuertemente la mano de la persona a la cual creía que desaparecería completamente mis problemas internos con un beso o una sonrisa... yo... —. Inhalo fuerte, tratando de llenar completamente sus pulmones de aire. —Me sentí asfixiada...
—Te sentiste rara. —.Confirmó Mei, recibiendo una afirmación de Uraraka. —Fuera de lugar —. Volvió a afirmar. —Como una extraña —. Otra vez. —Como una extraterrestre. —. Ahora la afirmación por parte de Uraraka fue más lenta. —Como si hubieses cometido un asesinato al presidente y estuvieses siendo juzgada en un tribunal por gente que te hará pagar 128 años de car-
—¡Creo que ya fuimos muy específicos con eso! —. Grito Uraraka, con un gran cansancio en sus palabras. —Gracias Mei, pero en estos momento lo único que necesito es apoyo emocional. Aprecio tus palabras, pero tu presencia me es más de ayuda. —. Dijo sonriéndole, recibiendo otra sonrisa de conformidad por parte de su mejor amiga pelirosa.
Se quedaron ahí unos minutos más; Uraraka diciendo sus inseguridades y Mei escuchando. Es lo mismo que siempre han hecho todos los días hace años, la única diferencia era que ahora se trataba sobre problemas que agregaban una nueva palabra más al vocabulario: "novio".
Estaba cansada.
Estaba cansada, si. Uraraka estaba cansada de siempre ser la hazme reír de la gente; de siempre tener que hablar de más para poder tener una pizca de aceptación; de siempre dar lo mejor de si en lugares, situaciones y gente que ni siquiera hacían el esfuerzo de conocerla. Tal vez sea su suerte, o probablemente fue maldecida en su anterior vida, pero ella quería que la gente se diera cuenta que ella también era capaz de reír y amar como cualquier otra persona normal en este caótico mundo.
—Si esto fue el inicio, no me imagino lo que pasará después. —. Expresó Mei con cierto escalofrío pasando por todo su cuerpo.
Uraraka esbozó una melancólica sonrisa mientras regresaba su mentón hacia sus rodillas, apretando sus piernas fuertemente hacia ella como una forma de protección y estabilidad.
—No te preocupes, Uraraka. —. Comentó suavemente Mei, acercándose lentamente hacia ella, como si fuera el objeto más frágil del mundo. —Que pases por un mal día no significa que sea una mala vida. Solamente que... nos tocó ser parte de aquellas minorías las cuales tienen que dar más que otros y esforzarse más que otros. —. Posó su mano sobre la espalda de la azabache y comenzó a dar círculos entre esta como forma de apoyo. —No definas el cómo Todoroki te eligió, si no el porqué lo hizo. Créeme que el se ve fascinado contigo, lo puedo ver en sus tórtolos ojos cada vez que te ve. —. Exclamó mientras ponía sus dos maños como círculos sobre sus ojos, haciendo reír a Uraraka.
Las dos sabían que necesitaban ese tiempo y momento exacto para hablar. Uraraka se sentía mejor después de las palabras que Mei le dirigió, pero todavía quería procesar todo los cambios que ella estaba pasando tanto física como emocionalmente. No quería dejar a Todoroki después de casi hacer que si padre lo desheredara, pero tampoco quería presionarse para encajar y ser algo que no era.
Y si tal vez...
¿Ella necesitaba más tiempo?
—¡Te encontré!
Las dos se estremecieron ante la repentina voz pasando por sus oídos y como si fuera concurso, dieron la vuelta de cabeza más rápida que cualquier otro hacía la misma dirección. Todoroki se encontraba al borde de la pared escolar, transpirando y mirando con determinación y un poco de arrepentimiento a su novia, quien en ese momento quería estar diez metros bajo tierra, plantando árboles que dieran vida su valentía; la valentía que no tenía.
—¿¡Sabes cuánto tiempo pase buscándote por todo los alrededores de la escuela!? —. Se acercó a paso grande violentamente hacia ellas. —¡Si no fuese porque tuve que sobornar a dos estudiantes de primer año que me dijeron haberte visto aquí, nunca te hubiese encontrado...! —. Se sentó a lado de ella, importándole poco que su perfecto, blanquezco y alineada vestimenta fuese ensuciada por el duro concreto, la tierra y el polvo; acaparando sus manos entre la cara de la mencionada y acercando violentamente la suya hasta quedar a pocos centímetros de toparse una a una. —La próxima vez que hagas eso, mínimo déjame saber sin estar al pendiente de tener que llamar a la policía, la ambulancia, los bomberos o a los tres.
Mei incomoda ante la situación, se alejó lo suficiente como para que ellos tuviesen privacidad.
—Lo siento... —. Evitaba mirarlo a los ojos. —Prometo que no volverá a pasar. —. ¿Acaso se sentía como si fuese un pequeño cachorrillo regañado? Porque ella así lo sentía.
Todoroki suspiro.
—Necesito hablar contigo. —. Lo dijo de una manera tan seria, que a Uraraka le había causado miedo. ¿Tal vez romperían? Ni siquiera llevaban un día completo de ser novios. ¿Qué tal que la hostigaría por no haber sido capaz de ni siquiera poder llevarse bien con sus amigos? Vamos, esa gente lo único que hace es llevarse bien con gente igual a ellos. Ella no es igual a ellos. Todoroki esbozó una pequeña sonrisa. —¿Quieres ir a comer en el parque cercano de aquí?
Ella lo miro con brillos en los ojos.
—Claro... —. Dijo después de todo.
No importaba que fuese apenas las diez de la mañana, o que estuviesen en medio de la escuela, o tal vez el que Mei fuese vilmente dejada por el amor de su mejor amiga, no.
Y una vez más, se comprobó qué tal vez ESA era la verdad... Uraraka no era fuerte ante Todoroki.
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Jaja hola.
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Imperfecta || Todochako
FanfictionElla lo conocía desde la infancia. El era tan perfecto, tan único. Ella era tan imperfecta en todo lo que hacia y simplemente terminaba en un desastre.