Imperfecta || Todochako

XII

Lunes, 7 de la mañana.

Uraraka se había despertado hace 3 horas. En realidad, trato de dormir lo mejor posible para dar todo su esfuerzo académicamente, pero tras los sucesos anteriores respecto a Enji, la arpía de la ex de Todoroki (que por cierto, ya podía reírse en su cara) y el saber que su amor imposible, ahora era su novio... le era imposible asimilar.

Salio de su cuarto, cerrando la puerta fuertemente y agarrando esfuerzos último panecillo que yacía entre el plato del almuerzo.

Con la intensión de despedirse, volteo hacia sus padres, quienes tenían una cara de preocupación, lo que en realidad se le hizo muy raro, ya que ellos son del tipo "positivos", personas alegres quienes reciben el sol de las mañanas con encanto.

—¿Pasa algo? —Comentó. —¿No me arregle bien? —Exclamó Uraraka, tocándose frecuentemente la cara y el cabello, mirando en todos los ángulos posibles su cambio de ropa.

—Hija...

La voz tan sería del padre de Uraraka la hizo estremecer.

—¿Por qué el joven Todoroki esta aquí? —Dijo su madre, quien estaba a un lado de su padre.

¿Acaso Todoroki estaba aquí?

Uraraka fue directamente hacia la ventana dela departamento, viendo como el carro tan caro y perfecto de Todoroki se encontraba fuera del edificio, estacionado; y fuera de el, se encontraba el muchacho bicolor, esperando a la chica.

¡Parecía como una película! -Pensó Uraraka-

—¿Tu llamaste al joven Todoroki para que viniera por ti?

Uraraka todavía no estaba lista para decirles la verdad. Ella no les podía decir que hace tan sólo unos pocos días comenzó a salir con Todoroki. Ella sabia perfectamente por que sus padres habían reaccionado de esa forma desde que paso lo de la confesión.
No es por que le tuviesen miedo al chico, si no que era un miedo mucho mayor.

Ellos temían por Enji.

Tras la amenaza de Todoroki hace años, Enji también amenazó a los padre de Uraraka.
Ella tenia prohibido acercarse a su hijo, pero como esa regla fue rota, temían hasta lo que no.

Enji es un hombre obstinado, arrogante y egoísta; el tiene su propia meta y hará lo imposible para conseguirlo.

—El se ofreció a llevarme. —Dijo la chica.

Sus padres no opinaron, a lo que Uraraka termino de comerse el panecillo e irse directamente hacia la salida.

—Uraraka... —Exclamó su madre.

—¿Si?

—Por favor... no te arriesgues. —Comentó preocupadamente. —A tu edad ya deberías de saber las razones del por qué tu distancia tan repentina con el joven Todoroki, así que por favor, espero y tomes las decisiones que veas necesarias y no afectes a tu familia.

—...

Si.

La puerta principal se había abierto.
Todoroki mostró una sonrisa brillante al ver que se trataba de su novia, quien al cerrar, comenzó a emitir paso acelerados hacia el, saludandolo y posteriormente metiéndose al carro.

Ella se veía muy nerviosa, lo que hizo que el chico bicolor lo notará de inmediato.

—¿Paso algo en casa? —Preguntó.

—No preguntes y solo maneja. —Dijo mientras trataba de evitar contacto visual con el. —Te contaré todo cuando estemos lejos de aquí —Hizo énfasis en lo ultimo, lo que significaba que se quería alejar lo mas pronto posible de si hogar.

—¿Ahora si me contarás? —Balbuceó Todoroki, sin quitar la vista al frente. —¿Paso algo con tu familia?

Uraraka no dijo nada, mas asimilaba del por qué todo el peso fuerte se lo dejaban a ella.

—Mi familia no te acepta como mi novio. —Comentó. —Temen de que tu padre les haga algo por simple venganza.

La atmósfera fue tan incomoda; el viento que emitía estar dentro del carro sin techo de Todoroki pasaba y golpeaba suavemente la cara de Uraraka, moviendo unos cuantos pedazos de su cabellera.

—...¿Y tu que opinas? —Comentó Todoroki lo mas serio posible.

Si, ellos ya no eran niños. Ellos ya tenían la edad suficiente para tomar decisiones que pueden beneficiar o afectar a su alrededor, y Todoroki ya se lo había dejado más que en claro a Yaoyarozu y a su padre.

En cambio, Uraraka estaba entre la espada y la pared:
Elegir dejar a su primer novio, quien fue su amor por más de una eterna vida, o mantener a su Familia a salvo de las garras de aquel señor.

No importa por donde lo mires, cualquier opción afectaba a terceros...

Por fin ella podría recibir lo que tanto espero por años: la felicidad. Y que injusto, que te la puedan arrebatar de una forma tan senil y siniestra.
Sus padres estaban preocupados, Todoroki estaba preocupado, ella misma estaba preocupada.

Pero... ¿saben?

La gente es tonta.

—Yo... —La voz de Uraraka apareció después de unos minutos de tanto pensar, llamando la atención del bicolor. —Quiero seguir contigo.

Si, la gente es y será tonta.

Pero lo tonto tiene su encanto.

Ella tomo una decisión egoísta. Una decisión que si bien, y como se comentó anteriormente, afectaría a terceros. Pero ella quería ser feliz y tenía el derecho de ser feliz.
Si bien, ella no dejaría a sus padres enfrentarse ante el Sr. Enji y la bruja de la ex. Uraraka tenia a Todoroki de su lado, y el era como tener a mil personas a su favor.

—Me gusta. —Todoroki sonrió y posteriormente, agarro la mano de la chica y la apretó suavemente. -Hagámoslo.

Ella no estaba sola.

Ella tenia a su novio.