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《Beso inesperado》

Narra el narrador

-¡Vamos!- exclamo Peter mientras apretaba su pecho con mucha más fuerza, volvio a darle respiración boca a boca mientras repetía la misma acción una y otra vez, la chica despertó de golpe y escupió agua, Peter se separó de ella de inmediato con una sonrisa de alivio al igual que Susan, Lucy y los castores.

Maia tosia desesperadamente mientras vaciaba el agua que sus pulmones habían guardado, sus fosas nasales ardían y aún le costaba respirar del todo bien, Peter agarro la nuca de la joven y la ayudó a sentarse y esta escupió una gran cantidad de agua.

Susan y Lucy fueron las primeras en abrazarla, Susan le agradeció a Dios que Maia estaba sana y salva, no quería perder a su mejor amiga, ella era de las pocas que la entendía y no se aburría de su actitud.

-Menos mal que estas bien- dijo Susan aliviada.

-Que...¿Que paso?- pregunto la joven Andrews respirando agitada mientras recargaba su cabeza contra el pecho del chico rubio, este aún tenia su mano en su nuca mientras la acariciaba cariñosamente.

-Me salvaste...Gracias...- dijo Lucy con una sonrisa sincera, Maia le devolvió la sonrisa con pereza  mientras aún tosia.

Antes de poder darse cuenta, Peter la separó de su pecho, y estampó sus labios contra los de la joven, esta le correspondió el beso algo confundida, pero no se quejo, no podía creer que el chico que le gustaba la estaba besando, sus labios se movían en un suave compás.

Susan sonrio tiernamente, emocionada de que su hermano porfin se había dado cuenta de sus sentimientos hacia su amiga, Lucy hizo una mueca de asco, pero sonrió de igual forma, los castores sonrieron y se abrazaron viendo a los jóvenes, ahora casi novios.

Cuando se separaron Peter junto sus frentes.

《¿Esto está pasando de verdad?》penso Maia.

‐Jamás vuelvas a asustarme de esa forma nena....- susurro Peter mientras acariciaba las pálidas mejillas de Maia, esta suspiro encantada, un carraspeo los saco de su pequeña burbuja.

Ambos miraron a Susan que los veía con burla y ternura, tenía a Lucy con los ojos tapados esta reia.

-No si hayan dado cuenta pero hay menores de edad presentes, y también hay personas solteras, gracias- dijo la chica riendo, Peter y Maia rieron, la castaña tenía las mejillas rojas, Peter le ayudó pararse y esta temblo del frío que estaba sufriendo.

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