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             《Estación del tren》

Narra Maia

Estaba en la casa de los Pevensie, estaba junto con Susan leyendo un libro hasta que se escuchó un fuerte ruido seguido de muchos mas.

Me asomé rápidamente a la ventana y vi como muchas bombas caían por doquier.

Susan me quitó de la ventana y se asomó ella, la señora Pevensie apareció rapidamente y nos habló.

-Chicas vayan a buscar a Lucy, yo iré por Peter y Edmund, ¡Ya!- dijo agitadamente.

Susan asintió y me jalo del brazo para que fuéramos a la habitación que compartía con la pequeña Pevensie.

Al entrar no vimos a Lucy, fui a su cama y quite la cobija encontrándome con la menor de los Pevensie llorando asustada.

-¿¡Maia!? ¿¡Susan!?- pregunto llorando.

-Lucy vamonos- dijo Susan dándole la mano a Lucy.

Salimos corriendo de la habitación pero me devolvi para traer unas cobijas para no morir de frio.

-¡Maia vámonos!- dijo la señora Pevensie pero la ignore.

Entre a la habitación y agarre varías mantas, pues eramos bastantes.

Mientras bajaba las escaleras escuche gritos y pasos.

-¡Ed ven aca!- se escucho la voz de Peter.

Segundos despues aparecio Edmund corriendo hacia la sala.

-¿¡Ed a donde vas!?- pregunte alterada.

El agarro una fotografía que habia en una mesita, era una fotografia de su padre.

Una bomba cayo enfente de la ventana donde se encontrava Edmund y todos mis sentidos de alerta se prendieron cuando oi el pitido.

-¡Edmund cuidado!- grite y me tire sobre el mientras la ventana explotaba, miles de vidrios cayeron y unos cuantos me rasguñaron la cara y brazos y a Edmund tambien.

Casi al segundo llegó Peter, que al vernos tirados se asustó.

-¡Levántate tonto!- le dijo a Edmund mientras lo ayudaba a parar.

Me dio la mano y me ayudo a parar, fuimos corriendo a el refugio.

Cuando llegamos Peter empujó a Edmund a dentro ganándose una mirada asesina por parte mía y de Susan.

-¿¡Porque hisistes eso!? ¡Casi nos matas! ¡Eres un egoísta! ¡Sin mencionar que Maia se lastimó por protegerte!- grito Peter furioso a Edmund mientras me apuntaba.

-¡Peter ya!- dijo su madre.

-No es su culpa Peter...- dije ahora yo.

-¿Porque nunca haces lo que te disen?- pregunto Peter mirando mal a su hermano el cual lo mataba con la mirada.

Peter cerró la puerta detrás de el y todo quedó en total oscuridad, excepto por una lamparita que había traído Susan.

Me quedé dormida preocupada por mi madre.

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Ya habían pasado varios días después de el bombardeo, y mi madre había decidio mandarme a una casa fuera de Londres para que no estuviera en peligro, no me agradaba la idea de dejarla sola en Londres, lo único bueno era que los Pevensie vendrían conmigo.

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