She Will Be Loved [Luntoria]

Capítulo 5

Al día siguiente...

Club MEU...

Han pasado unas horas desde el incidente ocurrido en el MEU. Victoria que llevaba la cabeza apoyada contra su mano no pudo dejar de pensar en cómo estaba Luna, quería explicaciones.

— Unnie, te estamos hablando.— decía Krystal moviendo el cuerpo de la mayor.

— ¿Uh?— Victoria se asustó con el toque.

— ¿Qué te pasa?— le preguntó.— Has estado ida.

— ¿De qué hablaban?— contestó Victoria con otra pregunta.

— Estábamos hablando sobre la chica que salió corriendo del club anoche, según lo que me contaron algunos clientes es que se peleó con un hombre que al parecer era su pareja que la estaba engañando con otra chica y entonces le tiró vodka en la cara y le pegó para después huir.— comentó Sulli.— Me pregunto cómo estará esa chica.

— Al menos se lo tenía bien merecido, ¿cómo se atrevió a engañar a esa chica de ese modo?— opinó Krystal.— En su lugar, yo le hubiera destrozado la cara.

— Pero no era nuestro asunto, además mucha gente se encontraba en shock y casi nadie pudo intervenir por eso, ¿o tú qué opinas, unnie?— nuevamente Victoria había quedado perdida en sus pensamientos.— ¡Unnie!

— ¿Qué?— la mayor salió del trance.

— Tú sí que estás mal, órale y ve a ensayar antes de que el jefe nos regañe por estar echando el chisme.— le dijo Sulli a regañadientes.

— Ya voy.— Victoria subió al escenario y comenzó a ensayar su número, ¿pero por qué no podía sacar los ojos tristes de Luna de su cabeza? Iba a ser un día demasiado largo.

[...]

— ¿Ya no volvió a venir la chica?— preguntó Victoria mientras se vestía para su presentación.

— No la he visto, ni tampoco al tipo ese.— contestó Sulli.— ¿Por qué la preocupación?

— ... Porque no quiero que ocurra otro incidente como el de anoche, nos podrían clausurar.

— Ya les dije a los de seguridad que mantengan sus ojos bien vigilados con los clientes por si vuelve a suceder algo.

— Más le vale.— murmuró con fastidio.

— Tú no te preocupes por eso, encárgate de brillar como siempre lo has hecho.— la animó.

[...]

A pesar de que su presentación saliera a la perfección, Victoria no pudo evitar sentirse vacía. No sabía qué era este hueco que sentía por su estómago. No hubo señales de Luna entre la gente y de verdad se estaba preguntando si estaba bien.

Y así pasaron los días en los que Victoria no volvió a ver a Luna, ni siquiera estaba en el supermercado en donde la vio por única ocasión. Victoria se sentía molesta por pensar repetidas veces el incidente en el club, a veces no entendía a Luna. Primero estaba deprimida, después se contentaba, luego que quería ser su amiga y al final la depresión de nuevo. También tenía que entender que Luna estaba pasando por un proceso de separación bastante complicado.

En la madrugada, Victoria había llegado a su departamento de trabajar y de inmediato entró a la ducha quitando todos los rastros de suciedad de algún hombre.

— ¿Cómo estará Luna?— pensó Victoria con el corazón pesado.

Victoria sacudió la cabeza rápidamente sintiéndose absurda nuevamente y mejor prefirió olvidarse, cosa que le duró muy poco.