Capítulo 8

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— Te lo vuelvo a repetir, Luna. ¿Tú eres la señorita Park?— pidió Victoria que seguía parada en la puerta.

— Primero entra porque alguien te puede ver aquí.— dijo Luna jalando a Victoria del brazo, una vez dentro, Luna cerró la puerta.— S-Sí Victoria, yo soy la señorita Park. Yo te contraté para esta noche.— confesó sonrojada.

Victoria sonrió torcidamente mientras negaba con la cabeza.

— Me sorprendiste, Luna. ¿Tanto te costó decirme que querías pasar la noche conmigo?— preguntó con la voz ronca.

— ¿Qué?— preguntó Luna sin entender.— ¡Omo!

Luna dio un grito de sorpresa cuando fue empujada hacia atrás cayendo sentada en el sofá y Victoria se sentó de inmediato en su regazo. Luna se sonrojó por la cercanía en la que estaban, pero esto no era lo que quería. Definitivamente no.

— Espera Vic...— Luna trató de impedir.

— ¿Qué? Si esto fue lo que pagaste.— dijo Victoria llevando sus manos al abrigo dispuesta a quitárselo.

— ¡Pero no así!— exclamó empujándola a un lado y se levantó asustada, por suerte Victoria cayó en el sofá.— Y-Yo no quiero eso.

Victoria frunció el ceño mientras se acomodaba.— ¿Entonces?... Si no quieres tener sexo conmigo, ¿para qué me contrataste?— cuestionó cruzándose de brazos.— ¿Quieres que te haga un show privado o qué quieres de mí?

Luna se mordió el labio inferior mientras jugaba con los dedos.

— Te contraté porque...— Luna tragó duro.— Porque simplemente quiero platicar conmigo.

— ¿Eh?— pidió Victoria confundida.— ¿Sólo me contrataste para hacer una charla?— suspiró frustrada mientras negaba con la cabeza.— Es que no lo puedo creer, llevo 10 años dando shows a mis clientes para que por primera vez uno de ellos me contrate solo para hacerle la plática.

— Suena tonto, ¿verdad?— dijo Luna bajando la cabeza, se sintió estúpida.— No sé para qué lo hice. Olvida lo que pasó y mejor regrésate al club, llamaré un taxi.— Luna se levantó.

Victoria se arrepintió de sus palabras y la detuvo.

— Espera.— Victoria tomó su muñeca.— Perdón, no quise hacerte sentir mal... hoy no tuve un buen día y me estoy desquitando contigo sin pensar en mis palabras, te pido perdón por eso.

Luna volvió a sentarse en el sofá con algo de desconfianza.

— ¿Tuviste un día pesado en el club?— preguntó Luna con cautela.

— Un poco... ser una bailarina exótica también tiene sus desventajas, no te creas que todo es fácil.— contestó Victoria encogiéndose de hombros.

— Pues me imagino que debe de ser complicado... el tener que bailar delante de hombres poderosos, quitarse la ropa y satisfacerlos...— comentó ligeramente incómoda.

Victoria se dio cuenta de la expresión de Luna y la entendía. Una mujer como Luna no estaba acostumbrada a estos tipos de lugares, las personas que trabajaban y el estilo de vida que llevaban.

— ¿Y de qué quieres platicar conmigo? Que para eso me contrataste.— dijo Victoria cambiando de tema y Luna agradeció internamente por eso.— No has venido en estos últimos días al club, ¿te incomodó el ambiente?

— No, no es eso.— Luna negó con la cabeza.— Empecé a ir con un psicólogo, ya sabes... para comenzar a procesar con todo esto de mi separación.

She Will Be Loved [Luntoria]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora