El Hospital De Los Enfermos

Paciente 004; Emma Bennet

   El frío golpeaba mi frágil cuerpo, haciéndome tambalear de un lado a otro.
   El miedo de morir en aquel lugar se apoderaba de mí...

   Mis débiles pies perdían la movilidad mediante se hundían una y otra vez en la nieve. Los copos que caían se posaban en mis pestañas, obligándome a abrirlos, por más doloroso que fuese... Llegué hasta el momento de provocar que la sangre bajara por mi rostro. Cosa que me aterraba.

   Me encontraba hundida en mis pensamientos y en mis pies. Mientras que yo misma trataba de calentarme torpemente con mis brazos. Mi vista se nublaba y la paranoia llegaba.

  < No puedo dejar de temblar... Mierda... > Confesé hacia mis adentros, y me percaté, de que ya no podía pensar con claridad.

   De repente, mi cuerpo se desplomó...

   Me estrellé con un inmenso pino, el cual hizo visibles rasguños en mi piel. El golpe me hizo tambalear y perder el poco equilibrio que me quedaba. Y entonces, una rama se sacudió y en mí toda su nieve depositó. < Dios, que ardor >.

________ 3 minutos después.

   Escuchaba ladridos aproximándose, y también la fuerte voz de un hombre, que hablaba en otro idioma.
   Yo me encontraba casi inconciente, deseando la salvación de alguien misericordioso...

- Ah~ - gemía ahogadamente por el frío. No podía hablar, el dolor me lo impedía... Intenté moverme, o articular una palabra, pero no fue posible, aunque por suerte eso no evitó que me encontraran.
   Mis ojos se cerraban lentamente, y lo último que ví, fue a dos hombres altos y aparentemente fuertes.

______ 2 horas después

   Escuchaba voces, gente me hablaba, pero no tenía ni la remota idea de que decían.
   ¿Acaso era posible identificar un idioma nunca antes escuchado? Sería increíble de ser así, ya que, con tal habilidad, sabría en dónde estoy...
   De a poco iba recuperando la conciencia.

   Ví cómo un hombre intentó abrir mi ojo derecho, y lo iluminó con una linterna, provocando una leve exaltación de mi parte. Luego de un rato moviéndome en mi cama con los ojos cerrados, me levanté, y lo único que hallaba en mi radio visual, eras personas, que me miraban y conversaban entre ellos... Lo que llegaba a ser espeluznante e incómodo.

_______ 3 minutos después

   Mi cuerpo se encontraba más a gusto, ya no percibía tanto frío. De a poco me senté en la cama, y un dolor punzante se apoderó de mi cabeza, la sensación fue tan fuerte que gemí, y comenzé a quejarme.

   - Que dolor... - inquirí en un susurro. Y de la nada, algo se dirigió a mí.
- ¿Qué tal se encuentra, Srta. Emma? - preguntó, con una leve inclinación hacia mí.

   Su rostro era raro, su nariz era enorme, poseía grandes fosas nasales, tenía los ojos visiblemente muy separados y eran de un gran tamaño, su frente no parecía tener fin, su boca era gigantesca, tenía unos labios muy grandes, y de ellos sobresalían sus dientes, cuáles eran muy grandes y de colores repulsivos. Sus cejas apenas se veían y eran de un tamaño diminuto, no poseía pestañas, y en todo su rostro había pelo.
   En pocas palabras, aquella cara me congeló. Nunca había visto a alguien tan horrible, deforme y turbio.
   Luego, junto a él, se acercaron dos más, quienes poseían rasgos faciales visiblementes diferentes. Uno de ellos tenía diminutas orejas ovaladas, una gran frente y ojos con forma peculiar. Grandes fosas nasales, cuales estaban muy cerca una de la otra, luego, su boca se extendía de una oreja a otra, hasta llegar a su barbilla, y cuya pera estaba cómo mutilada y pocisionada a un costado.
   El otro sujeto parecía ser salido de una pesadilla, sus ojos eran tan pequeños que no llegaban a los 6 centímetros, sus orejas eran enormes, ocupaban gran parte de su rostro, y su nariz estaba al lado de cada ojo. Por último, tenía una diminuta boca en la parte más inferior de su alargado rostro, la cual medía ( de vista ) unos 5 centímetros.

   Muchas personas, o "cosas", me miraban curiosamente, mientras que yo, solo observaba sus deformes rostros. Casi todos eran parecidos, pero, los que más llamaron mi atención, fueron ellos tres... Aquellos tres seres que sobresalían de los demás, aquellas entidades que causaban pánico, desesperación, horror y perplejidad en quien les mirase.

   Luego de un rato, aquellos seres dejaron la habitación, regalándome privacidad. Por fin dejé de actuar y permití al miedo apoderarse de mí.
   Las lágrimas bajaban desesperadamente, mis pensamientos eran una tormenta de fuego.

   De golpe, sin darme cuenta, estaba en otro lugar, y podía ver claramente a un hombre gordo y alto semidesnudo, al principio fué borroso descubrir que hacía, hasta que me percaté que estaba viendo una violación, pero la mujer que estaba ahí....

...Era yo...

   Todo mi cuerpo se detuvo por un instante, y después, se desplomó. Escenas de las cosas que me habían sucedido empezaron a aparecer frente a mí.
 

  El miedo, dolor y tristeza recorrieron cada parte de mi ser, luego de que los recuerdos de mis violaciones terminaran, tuve un gran dolor de cabeza, y antes de darme cuenta, volví a estar en esa iluminada habitación.

_______ 25 minutos después

   Permanecía enrollada con las sábanas, en posición de feto, cubriendo con mis manos mis intimidades, y llorando silenciosamente.
   < ¿Quiénes eran aquellos hombres? > Repetía hacia mis adentros, < ¿Es posible que quienes me salvaron sean mis violadores? > Quedé en shock ante tal posibilidad. Ya que si algo así era verdad, de quienes me escapé, en sus redes me tenían otra vez...

   Y la respuesta a todas mis preguntas estaba a punto de cruzar la puerta.
   Escuché un crujido y levanté la vista. Era un hombre alto, y gordo, igual a quien me había violado, primero, vi su espalda, luego se dió la vuelta, y pude verle el rostro, cosa, que me paralizó... Era él...

- Hola bombón, veo que tu "escapadita" no resultó - dijo con una sonrisa.
- ale-aléjate de mí, eres un monstruo, ¡Me violaste! - exclamé asustada. Él con pasos apresurados se acercó a mí y quitó las sábanas que me cubrían.
- ¿Te quejas porque te violé? ¿Quién te crees que eres? - el horror se apoderó de mí y no podía modular ninguna palabra - Ahora vas a ver lo que es ser violada con total agresividad, querida Emma - finalizó, con una mirada aterradora.