- Ésto es impecable, nueve pacientes en una semana - hago una pausa y miro mi entorno - ¿Cómo mierda pasó? -.
- Aún no sabemos la razón de tantos ingresos -.
- Pero tenemos la teoría de que entre los ricos se corrió el rumor de nuestro psiquiátrico - intervino Cristie.
- Si es así, puede llegar a ser peligroso, ¿No, señora Directora? - interrogó el doctor Greg.
- Puede ser; mientras no mucha gente se entere - respondí con tranquilidad - Bueno, ¿Algo que tenga que saber? -.Camile alzó el brazo y le otorgué la palabra.
- Necesitamos nuevos especímenes en el laboratorio -.
- ¿Cuántos? -.
- Quizás unos tres o cuatro - toma una pausa - carne fresca viene bien -.
- Aviso que soy yo quién le comunica a las familias - aclaré con cierto fastidio.
La conversación tomó otros rumbos, decidimos quiénes formarían parte del proyecto y cómo daría la noticia a los familiares afectados.
Charlamos, reímos, y al final todos volvieron a sus puestos de trabajo._______________ 3 horas después
« Qué estrés. Ya está por llegar la familia Smith »
- Maquíllame bien; hazme ver aflijida - le ordené a la estilista de maquillaje, quién asintió y cumplió con su debido trabajo. A los minutos, vino un guardia a avisarme de la presencia de los Smith.
Tomé marcha hacia el salón de reuniones.- Buenas tardes, familia Smith - dije al pisar pie dentro de la habitación - Disculpen la noticia que traigo - tragué en seco y luché para que no se me escaparan las lágrimas.
- ¿Qué pasó? ¿Le sucedió algo a nuestro Greg? - preguntó la señora Smith.
- Sí... - fué difícil afirmar tal cosa - Su hijo... Su hijo se suicidó - pude soltar a duras penas - lo lamento, jamás creí que pasaría - excusé entre sollozos - le había agarrado cierto especial cariño -.
- ¿Cómo pasó? - preguntó el padre de Gregorio, con cierta seriedad.
Hize un ademán al guardia para que él tomara el mando y hablara.- Estábamos haciendo la guardia de todos los días; cómo siempre, entrábamos y charlábamos con ellos - hizo una pausa - pero cuando entré, todo estaba lleno de sangre, y, y Greg estaba tumbado en el suelo, con un alambre en... - lo interrumpí.
- No creo que haya que entrar en detalles... - algo apenada, los miré, estaban atónitos.
- ¿Q-qué? Perdón, ¿Qué mierda? Diga que es una broma - negué cabizbaja.La pareja Smith lucía atónita, estúpida, lamentable, estresante, y, por sobre todas las cosas; patética.
Al pasar del rato, se marcharon, completamente desmoronados.Antes de ir a mi despacho fui a ver al joven Piter, quién, para mi agrado, estaba supervisando todo.
- ¿Qué tal el traslado? - inquirí sin previo aviso, éste, cómo si ni me hubiera notado, brincó del susto.
- Oh - tomó un respiro - Disculpe, no la ví llegar, Señora Directora. Claro, claro, vamos bien; el paciente no ha despertado, por ende no se han presentado problemas, pero si algo sucede, por más mínimo que sea, están obligados a informarme - aclaró, con una amplia sonrisa.
« ¿Estás orgulloso de tú trabajo, peste? Hasta un bebé lo haría, no seas imbécil »- Mhm, bueno. Impecable - asentí con cierto desagrado.
- S-señora Directora - escuché su mísera voz arrastrarse con desespero al igual que la de un recién amputado.
- ¿Ajá? -.
« Qué fastidio, nadie puede hacer nada. »- Una conocida recién se dió de guardia, y estaba interesada en trabajar aquí... - su tono de voz no era seguro. Con tan solo mi mirada podría aterrarlo.
- ¿Quién es? - curioseé fríamente, al mismo tiempo que un pelirrojo entró al salón.
- ¡Disculpen! - exclamó, jadeante - Piter, te buscan - informó, pero cuándo me vió, se aterrorizó - Señora Directora, no, no la ví - interrumpí.
- Claro que no me vió - me acerqué a él - ¿Con el pelo rojo? - ladeé la cabeza, y lo miré fijamente - Nadie puede tener el cabello así, ¿Acaso me está faltando el respeto? -.
- N-no, le ju-.
- ¿Quiere pasarme por arriba? - me acerqué más a él.
- De verdad no... No sabía -.Eso me prendió.
- ¡Acá nadie me pisa, basura! - grité frente a su rostro, a la vez que lo tomaba por el cabello y lo arrastraba por los pasillos.
Sus gritos eran música para mis oídos, aunque, para su suerte, estábamos cerca del patio.
- ¡Por favor! - exclamaba entre llantos.
- Te jodes, perra - respondí a sus ruegos, con un alto toque de indiferencia.
Nomás estuvimos cerca de la fuente, lo arrojé hacia ésta y con un ademán de manos, todos los inútiles se acercaron.- Hoy les enseñaré una lección - sonriente, me saqué el cinto - Quién no acate mis órdenes; las incumpla o haga cualquier cosa que me moleste, será inmediatamente castigado cómo y dónde se me dé la gana - aclaré, para luego reventar el cinto contra su cuerpo - Cualquiera que use otro tono de cabello que no sea el dictado, será castigado - dije a la vez que le volvía a azotar. Sus gemidos de dolor se distorsionaban cada vez más, sabía que su cuerpo se enrojecía con cada toque, pero no lo veía; « No es suficiente » - ¡Sáquenle la remera! ¡La ropa! ¡¡Tú y tú!! - ordene a dos de ellos, quiénes obedecieron.
Lo habían dejado en total desnudez.- Cualquiera que ose a hacer o decir algo a mis espaldas - se me escapó una pequeña risa al azotarle nuevamente - Será activamente ejecutado - finalicé de hablar con una sonrisa.
Y desahogué toda mi ira en el cuerpecito que ve a saber de quién.~~~~~~ « Qué linda vista » Afirmé para mis adentros y esbocé una sonrisa.
Su cuerpo permanecía inmóvil en el suelo, todo él estaba tajeado por doquier y su cuerpo desprendía un color carmesí; todo él era un charco de sangre.
Y cómo si fuera el más grande pedazo de mierda existente, arrojé mi cinto sobre él, y hablé:- Limpien, por favor - y me marché.
« Descortés nunca se puede ser. Y menos con los empleados. »
Al abrirme paso hacia las puertas del edificio los guardias se movían a los costados de manera casi automática. Todo parecía un sueño, todo era tan perfecto, tan bueno, tan real. Mientras que caminaba con toda mi aura en fase; Quién me hable se muere.
A zancadas, el joven Piter se me acercaba.
Volteé hacia él.- ¿Qué pasa, Pit? - pregunté, con semblante serio.
- Te quería hablar de lo que te comenté hace rato - sonaba firme, tanto, que me daban ganas de romperle la cabeza contra la pared.
- ¿La interesada? -.
- Sí -.
- No suena nada mal, necesitamos nuevos chivos -.
- ¡Genial! ¿Le digo que venga mañana? -.
- Si no puede estar a las 6:00am, que se pudra entre la mierda -. Y sin más nada que decir, salí de allí.
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El Hospital De Los Enfermos
Mystery / ThrillerÉste libro se trata de un hospital psiquiátrico en el cual solo gente realmente rayada puede ingresar. Es sanguinario y espero único en su tipo. Aquí no existe salvación, ni para un Rey, o mucho menos, un plebeyo cómo tú, y ellos.