13: Conciencia

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Desde que Jungkook volvió a irse de casa, Jimin intento hacer lo mismo que lo mando a hacer: Arreglar su mierda. Acepto que sus amigos se preocupaban por él e intento salir del caparazón al que se había metido el mismo; volvió a la universidad e intento ponerse al día con todo lo que se había perdido las últimas semanas haber si lograba salvar el trimestre, sin embargo, no había podido hacer mucho sobre el alcohol o con sus sentimientos, teniendo que hacer un esfuerzo sobrehumano para concentrarse.

Además, el lugar donde recibía esa clase no era muy cómodo para concentrarse tampoco, pero no era su intención, veía los recuerdos de Namjoon en todas partes. Ese asiento había sido ocupado por el mismo hacía mucho tiempo....

Aquel día, después de su clase, se quedó tomando apuntes hasta que Namjoon apareció tras él, apretando su cintura y dejando un beso en su mejilla, besos que dejaban toda su piel cosquilleando, de los que aún sentía como fantasma.

"¿Como le está yendo a mi bebé?"

Su voz de miel acariciando sus tímpanos, deseaba nunca perderse ese timbre. Recuerda las quejas que dio.

"No puedo terminar esta tarea y ya me quiero ir para que me sigas hablando al oído"

Su novio río melodiosamente y se acercó a la hoja de papel

"Ya veo el error"

"¿Ah si? ¿Dónde?"

"En tu apellido dice Park, pero debería decir Kim"

Jimin casi resbala de la silla mientras reía pero Namjoon siempre lo preveía y lo sujetaba con más fuerza
"¿Qué es tan chistoso?"

"Lo chistoso es que en realidad seremos Park"

"Si, ya lo veremos"

"Bien, lo veremos en el camino" 

"Ustedes son tan absurdos, es obvio que seremos Jeon"

Apareció Jungkook como sus aires despreocupados y se trepó sobre Namjoon.

"Primero muerto que bañado en sangre, no seré Jeon. Dile Nam"

"Jeon suena bastante bonito también"

"¡No, Joonie!"

"Jugaremos piedra, papel o tijera"

Ese día no terminó la tarea, pero terminó por descubrir que su lugar en el mundo era entre esos dos bruscos y torpes -pero adorables- hombres...

"Esta bien, seremos Kim" 

Sin embargo, nunca lo admitió en voz alta.

Sin darse cuenta sus lágrimas cubrían las endebles hojas de papel sobre su mesa. No hizo ni un ruido mientras sus lágrimas caían sin poder retenerlas e intento seguir copiando las palabras sin sentido del pizarrón, estaba tan ensimismado que saltó sorprendido al sentir una mano en su hombro.  Levantó su rostro para ver al profesor algo preocupado.

—¿Park, se encuentra bien?

—S-si —Limpio las lágrimas en vano

—La clase ya terminó, Park, puede irse ahora si lo necesita.

Sería ridículo negarse, asintió sin más e hizo un par de reverencias en agradecimiento antes de irse, porque el nudo en su garganta no lo dejaría hablar de todas formas.

Corrió a su casa y fue directo a las botellas. No quería recodar nada, no quería más recuerdos, no quería más realidad, no quería estar conectado a todo lo que le dolía, a Namjoon, y a Jungkook.
Se instaló en un rincón de la sala, donde solía  guardar el alcohol y empezó  a abrir botella tras botella. No se molesto en ver llamadas perdidas, solo dejando que el ardor le queme la garganta, esperando que eso disminuya el ardor en su pecho, esperando que eso lo haga olvidar la razón por la que solloza a las tres de la tarde con dolor hasta en su forma de respirar, necesitaba salir de su cuerpo.

Tomó su celular en mano y fue al único chat del que quería recibir mensajes.

Fue entonces, revisando los cientos de mensajes que se pasaba con su novio, que lo vio. Una ola de culpa, dolor y remordimiento apenas recordar las promesas de ese día.

Namjoon había dicho "Necesito que cuides a Koo". ¿Como era posible? Jimin sentía que falló en todo. Le falló en todo a su amor, le falló en todo a las personas que quería. Seguía sintiendo las fallas, cada una más grande que la otra pero fallarle a una promesa que le hizo a Namjoon se sentía como un crimen, como lo más incorrecto del mundo.

Debió darle más, pero aún cuando él no estaba, seguía fallandole, y en ese punto ya no lo soportaba más.

Jimin ya no quería seguir llorando sin hacer absolutamente nada por las cosas que aún podía hacer. Con decisión se levantó y caminó hasta el baño deshaciéndose de las botellas. El plan era provocarse unas buenas arcadas, tomar un baño y volverse una persona medianamente decente para ir a buscar a Jungkook y lo demás... lo pensaría en el camino.

Estaban perdiendo tanto tiempo, peleando sin fundamentos, lanzándose flechas sin razón, haciendo su vida y la de las personas que los rodean más difícil ¿Porque había que hacerlo tan difícil? La realidad era, que la vida era muy corta, tan corta; la persona que amaba podría ya no estar mañana. A Namjoon ya le había fallado en darle amor y tranquilidad -Eso pensaba él-, cosa que jamás se perdonaría. No quería hacerlo una segunda vez con Jungkook.

—¿No quieres perder el tiempo? ¿E-eso que quiere decir? —Preguntó Jungkook, de pie en la puerta de la casa de Hoseok y Yoongi, con sus ojos bien abiertos y el corazón asustado, luego de escuchar el discurso Jimin

—Eso. Si me quieres, vuelve conmigo a casa y hablemos sobre esto... ¿Porque coño te ríes?

—Eres muy cursi —Río con alivió el menor y dejó la puerta de la casa ajena cerrarse sola tras él

—¿Es en serio...?

—Joon y tú me atraparon por sus cursilerias —Se encogió de hombros

—¿Y que? ¿Quieres volver?

—Los extraño... —Admitió Jungkook abultando sus labios en una triste mueca —Lamento ser un idiota, no debí dudar de ti en ningún momento, esta mierda claramente no fue tu culpa. No conozco a nadie que diera tanto por Namu hyung como tú, además de mi, obviamente —Jimin sonrió por su altanería —Si quiero volver, hyung

—Que bueno porque no alcanzo el estante de... espera. ¿H-hyung...? —¿Jimin había escuchado bien?

—Si, Jimin hyung. Quiero volver a mi casa, con ustedes

—Pero Joon...

—Él va a volver pronto ¿No?

—Jungkook... —Jimin lo miró con suplica pero decidió que respetaría su duelo una vez más. —Solo volvamos

(In)Completo [namminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora