11: Sin brújula

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No estaba seguro de que hora era pero seguramente era tarde, la noche anterior hizo su mejor esfuerzo por beber lo suficiente para no acordarse de nada y hasta el momento había funcionando. No recordaba como llegó al departamento, ni como se cambió de ropa, estaba funcionando... hasta que salió de su habitación para hidratarse y lo primero que captaron sus oídos fue el llanto desgarrador de Jungkook saliendo de la habitación que pertenecía a Namjoon y haciéndose más grande por el resto del departamento. La pesada realidad arruinando el trabajo hecho por el alcohol en su sistema, ahí iban de nuevo el escozor en sus muñecas y el dolor asfixiante.

Se acercó con pasos lentos hasta la puerta de la habitación que seguramente el menor ya había reclamado como suya y dejó caer su frente en la madera, sin fuerzas siquiera para girar la perilla pero con la sensación de que debía hacer algo. Sin embargo ¿como iba a hacer algo? Los sollozos de Jungkook solo lograban ponerlo más sensible.

-¿Me estás escuchando? -Preguntó Jungkook a la nada, sonando tan roto. El corazón de Jimin se estrujo con fuerza ¿hyung lo escuchaba? -Cuando decías que me amabas, debes saber que te amo más, hyung. Y cuando decías que me necesitabas, debes saber que yo te necesito más...

Con lágrimas en los ojos, Jimin abrió la puerta ligeramente para entre ver a Jungkook envuelto en la cama de Namjoon, que por cierto, era un desastre. Jimin y Jungkook no habían tocado ninguna de sus cosas desde que Namjoon tomó el primer vuelo pero ahora todo su ropa estaba acumulada en su cama, estaban sus libros, sus mantas, como un nido.

-¿Me escuchas? Se que no te has ido pero ¿porque no estás aquí? Hyung, yo sé que me amas pero yo te amo más y yo te necesito más.

Jimin no pudo soportarlo más y se volvió a su habitación, incapaz de mantenerse en la falsa realidad que se había creado mientras bebía para dejar de sentir que estaba a la deriva.

Sin Namjoon estaban a la deriva.

[...]

Días después Hoseok llegó al departamento de Jimin y Jungkook, que antes pertenecía a Namjoon también, y sorpresivamente la puerta no tenía ningún seguro.

Esperaba conseguir un lugar desordenado y sucio, entendería que la fuerza de voluntad para levantarse y hacer cualquier cosa, no serían las mejores, así que ingreso con cautela pero el lugar se veía impoluto. Intacto, casi como si no hubiesen tocado ni usado nada en días, eso era más alarmante que conseguir un lugar desordenado.

-Jungkookie... Jiminie -Llamó un par de veces. Dejó la comida que SeokJin les envió en el mostrador, junto a una caja de cosas que eran de Namjoon pero que Yoongi ya no sentía fuerzas de conservar en su casa, prefirió enviarlas.

A los pocos segundos Jungkook salió a su encuentro, parecía que acabada de darse una ducha pero sus ojos seguían viéndose opacos y su cara cansada.

-Hola hyung, no dijiste que vendrías -El menor quiso poner una sonrisa amable pero no salió nada, terminó por baja el rostro apenado

-Solo vine a ver como están, y a dejarles unas cosas ya que no han ido a la universidad -Dijo con cariño. Jungkook no perdió tiempo en urgar entre ellas con curiosidad.

-Si, bueno, Jimin y yo no queremos responder preguntas, ni recibir pésames falsos de toda esa gente. Gracias por traernos esto, hyung

-No es nada, Jungkookie, queremos que estén bien -Jungkook sonrió con tristeza, no iban a lograr que estén bien con nada pero apreciaba el intento -Por cierto, ¿Dónde está Jimin?

-En el baño, vaciando su estómago. Es una rutina ¿Sabes? bebe y llora hasta que no puede más, duerme unas horas, se levanta a vomitar, se llena el estómago y por la noche empieza el proceso de nuevo.

Hoseok no pudo disimular su expresión horrorizada pero el menor le resto importancia con la mano, sin dejar de revisar las bolsas.

-Está bien, ya te dije, solo lo hace por la noche. En el día actua con una moral perfecta y me quiere obligar a hacer las cosas que si parecen correctas

-Veo como me haces lucir como el malo -Salió Jimin de la nada, sorprendiendo a Hoseok. A decir verdad, Jimin lucia igual de destruido que el menor. Sin mirar a Hoseok cruzó la cocina y lleno un vaso con agua -Espero que también le hayas dicho que no has probado un bocado en 4 días seguidos

Hoseok abrió los ojos con sorpresa, buscó con la mirada a Jungkook para que desmintiera esa información pero éste solo se encogió de hombros

-No me da hambre

Hoseok resongo cruzándose de brazos, esperaba muchas cosas, de ambos, pero no precisamente eso. Él, que sin cansancio les habla sobre lo que no se debe hacer en contra de su salud, estaba genuinamente enojado y decepcionado.

-Chicos, esto es demasiado ¿inanición? ¿alcoholismo? ¿Entienden lo que se están haciendo? Sean conscientes, esto no puede continuar así

Jimin cerró la nevera con una golpe seco y aún sin darle la cara camino en dirección a su habitación.

-Avísame cuando él amor de tu vida se muera

Hoseok sintió un escalofrío por sus palabras crudas y un tirón en el pecho.

-Lo siento, hyung, lo mejor es que te vayas

Se disculpó el menor a menguas y desapareció por el pasillo también.

Hoseok se quedó con la boca abierta y el amargo regusto. Ambos muchacos eran apenas una sombra de lo que eran antes, y eso le preocupó en extremo. Salió del apartamento sintiéndose peor de lo que había entrado y sin certeza de que hacer para mejorarlo.

(In)Completo [namminkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora