Jimin y Jungkook tomaron un vuelo a primera hora, adelantándose a SeokJin y su madre, quienes no tenían los papeles en orden para viajar, y a los demás quienes tenían la intención de ir con ellos pero hasta el viernes dado los exámenes finales que ni a Jimin y ni a Jungkook les pudieron importar menos.
No era difícil de digerir la noticia de que Namjoon, el amor de sus vidas, estaba realmente con vida. No era difícil desde que ellos jamás aceptaron su supuesta partida, deseando y manifestando que fuese un sueño del que eventualmente despertarían, cosa que les hubiese hecho muchísimo más daño si el universo no estuviera a su favor, los hilos se movían para ellos como si su amor estuviese destinado a ser.
Si le preguntan a Namjoon, él definitivamente cree que su felicidad con ambos menores estaba destinada a ser. Desde el momento en el que conoció a Jimin en un sofá ajeno con los labios hinchados hasta que conoció a Jungkook bajó luces fluorescentes en un rincón todo tímido, y todo lo acontecido después, la vida se movía de esa forma para él, para ellos.
No iba a pretender que todo era perfecto. Jimin y Jungkook eran explosivos, pero Namjoon sólo podía ver pares de ojos brillantes cuando el humo de las explosiones se disipaba; veía sentimientos cálidos, sonrisas genuinas, Namjoon veía todo lo hermoso de sus novios, veía a las personas de las que estaba enamorado cada día y la balanza siempre se inclinaba de ese lado. Porque ni todo lo malo cambiaba la sensación de estar en su lugar correcto en el mundo.
Bueno... ciertamente, esta vez quizá no estaba en su lugar correcto del mundo, pero Namjoon lo adjudicaba al hecho de que no estaba con sus novios. Había pasado días incómodos, desolados, sin contar aquellos días en que estuvo y no estuvo, pero con primera pizca de conciencia, preguntó por sus chicos, sabiendo lo preocupados que debían estar y sabiendo además que eran su primera opción para todo.
Esperaba rostros preocupados, claro que sí, lo que no esperó fue el terrible llanto que estaba obteniendo de sus pequeños. ¡Un par de suturas que apenas se veian entre su cabello no eran para tanto! Estaba desconcertado, su corazón se estrujaba en su pecho cada vez más mientras Jungkook lloraba en su pecho y le agradecía por estar ahí, Jimin hacía lo mismo escondido en su cuello pero este le pedía perdón, y aparte sentía mucha lástima por la cama de hospital sosteniendolos a los tres de ellos.
-Shhh, koo, esta bien, estoy bien -Intentó consolar al menor pero este solo intensificó su llanto y de alguna forma se metió bajó las sábanas con él. Lo intentó con Jimin, llevando su mano hasta la del menor, notando de inmediato el salpullido en su muñeca. Namjoon lo conocía como la palma de su mano, sabía que algo grave debía estar pasando
-Jimin ¿Qué sucede? ¿Estás bien, bebé?-No -Jimin, ante él, no podía mentir, solo derrumbada en sus brazos. El mayor miraba a través de él -Después de las noticias del vuelo...
-¿Que vuelo? -Preguntó, ayudando a Jimin a limpiar sus lágrimas, aprovechando a dejar un beso en su nariz enrojecida causando que Jimin riera en medio del llanto.
-El que abordaste ese día -Respondió con obviedad
-¿Que le pasó? -Se cuestionó Namjoon extrañado. Jungkook entonces asomo su rostro sonrojado, intercambiando miradas indescifrables con Jimin
-Cariño, yo no aborde ese vuelo-¿Como...? -Exclamó Jungkook con sorpresa -¿No estabas? Si no estabas en el avión que se cayó ¿Porqué estas aquí entonces?
Namjoon suspiró, sabiendo que debía rememorar de nuevo la escena que tanto quería olvidar.
-Cuando estaba de camino al aeropuerto, tome un taxi con el amigo que les comenté, el que odiaban, el de Corea -Empezó a explicar bajo la atenta mirada de ambos, jugando con los dedos tatuados del menor para no tener que enfrentarlas -Durante un semáforo, dos tipos entraron al taxi. Se supone que nos iban a robar y ya, pero los asaltantes empezaron a alterarse de la nada y le dispararon a mi amigo. Creo que fue en ese momento, mientras ellos enloquecian por toda la sangre, cuando les envié los mensajes, pensé que me iban a matar también...
-¿TE DISPARARON TAMBIÉN? -Prácticamente saltó Jungkook escandalizado
-Koo, cuidado, lo vas a lastimar -Le regaño Jimin con suavidad, haciendo a Namjoon sonreír.
-Está bien, Mimi. Me dispararon pero soy un cabeza dura, literalmente, y ellos eran pésimos asaltantes. Bebé, no llores.
Jungkook vivía su vida como una perfecta regadera, pero no podía evitarlo cuando pensaba en su hyung viviendo cosas tan feas como esas solo. Volvió a enterrarse en sus costillas mientras sollozaba
-La pasaste t-terrible y nunca supimos nada, en cambio e-estuvimos creyendo que tú... que t-tu...
-Creyendo que había muerto en ese accidente -Completó Namjoon, aun sin poder imaginar un cuarto de lo que habían vivido sus dos pequeños novios, le rompía el corazón.
-Fue un infierno, fue como un castigo -Se quejó Jimin -No podemos vivir sin ti, ya lo aprendimos, ya no te vayas otra vez -Namjoon no pudo evitar sonreír, hoyuelos a la vista
-¿Como creen que los voy a dejar? Mi vida es con ustedes. Volvamos a casa y olvidemos que alguna vez estuvimos incompletos. Ahora estamos completos y no tengo más ganas de dejar su lado
Un enfermero entró nuevamente, con ojos curiosos bien abiertos en su dirección, les dio una mirada cargada de advertencia, al ver los tres de ellos en la pobre camilla, Namjoon en el centro, Jungkook acostado de lleno a su lado y Jimin sentado de rodillas en el otro lado.
-No pueden estar todos en...
Jungkook miró sobre su hombro al enfermero. Tipo tatuado, perforado, abrazado posesivamente al paciente
-¿En...? -Preguntó Jungkook alzando una ceja. El enfermero entendió que su vida valía más
-Nada. -Se retracto el enfermaro e hizo el amago de irse, lo pensó mejor y se detuvo -¿Ustedes...? Nada -Se arrepintió de nuevo pero Namjoon respondió bajo las risitas de sus novios
-Somos tres
-Ya veo
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.~Me disculpo por el dolor pero al mismo tiempo no Jaja, espero que les haya gustado ♡ Faith.
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(In)Completo [namminkook]
FanfictionLa vida de los tres juntos no era fácil, la convivencia no era la más óptima y su camino estaba lleno de baches pero eran felices, estaban bien; el camino sin pavimentar no les hacía perder el equilibrio porque habían dos cuerpos del que sostenerse...