*Seokjin*

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No sabía cueantos días llevaba solo agradecía al Universo que sus hermanos estuvieran a salvo.

-El rey te llama, se obediente así tu estadía aquí será amena- dijo el ministro en un tono de advertencia.

Si, no estaba mal comía tenia sus propios aposentos con guardias todo el tiempo y no podía salir sin llevar un brazalete unido a una cadena que sujetaba el guardia cercano de él.

Las insinuaciones por parte del ministro no acabaron, pero lo mantenía a raya con la advertencia de el fin de su don.
-A sus ordenes alteza- hizo una reverencia y mantuvo la cabeza agachada.

-Mis guerreros salieron al norte hay un levantamiento por parte de rebeldes, dime que ves- desde el trono el rey miró a Seokjin tenía un don excelente, pero su belleza era de otro mundo, un hada era lo que observaba el rey y poco a poco su admiración iba mas allá de su don y llegaba a la obsesión de no poder tocar al joven doncel.

-Victoria, mi señor- dijo Jin sin mirarlo a la cara, si algo tenía era esa susceptibilidad al intuir  las intenciones y pensares de los demás, lo que el sentía era la avaricia, la arrogancia pero sobre todo ese deseo sucio hacia su persona y el no tenía miedo ya que con la advertencia de su don no lo tocaban lo tenían prohibido incluso el mismo rey.

-bien hermoso- descendió de su trono y rodeo a Jin, se coloco frente a él llevando una mano al mentón del joven le levantó su rostro- eres encantador- se acercó lentamente a su rostro- es una lástima que no pueda poseerte por completo, una vez que expanda más mi reino y tenga todo asegurado te desposare y reinarás a mi lado, nuestro linaje será divino... tu don y belleza más mi inteligencia y don de mando-
dejo un beso en su mejilla cerca de la comisura de sus labios- estoy deseando que ocurra pronto, ancio conocer tu piel- se despego de el y salió del salón del trono- escoltenlo a sus aposentos ..¡y mucho cuidado con su futuro rey consorte!- advirtió antes de retirarse por completo.

Llego a su habitación y ahí se derrumbó, porque si algo veía de su futuro era precisamente eso la perdida de su castidad, pero el la imaginaba al lado de su ser amado de alguien que no sólo mirará un trofeo, si no que mirará una persona un alma y que honrará la madre tierra junto a él sin embargo tendría que hacerse a la idea que sería de la manera más horrenda y con un ser enfermo y lleno malos deseos sin respeto por la vida.

Debía ser fuerte, el escaparía encontraría la manera ya conocía los horarios de guardias las salidas del palacio, sus visitas al jardín siempre tenían un objetivo talvez la servidumbre pensaba que el joven era vanidoso y le gustaba pasear sintiéndose ya dueño del reino,lo que no saben es que él buscaba salidas la ubicación de los guardias inventaria algún plan tenía que salir.

Si bien  Seokjin sabía que el poco uso de su don principal es decir la clarividencia no estaba muy desarrollado debido al poco uso de este y a que ellos acababan de concluir lo básico en su aprendizaje, ellos  podían ver hechos más no rostros ni momentos exactos tampoco asegurar el futuro ya que eso requería más concentración y experiencia.

♧♧♧

En el reino entre las montañas los reyes se encontraban esperando noticias del escuadrón que fue enviado a buscar el paradero de sus hijos, al no poseer sangre real los rastreadores sólo tenían flashes de algunos escenarios de los cuales se tenía que sacar provecho al máximo.

♧♧♧

Muy temprano Jin se levantó hoy seria el día huirá o morirá en el intento, la muerte también era libertad el volverse a unir a la tierra era mejor que perder su don en manos de un ser abominable y enfermo de poder, que la suerte esté a su favor.

La rutina diaria hizo su aparición lo distinto envió un recado al ministro.

         *lo espero en mis aposentos*

El recado fue entregado al mismo tiempo que   el terminaba de alistar la bebida y arreglaba el atuendo elegido, tendría que ser rápido el cambio de guardia se acercaba y con ello la oportunidad de salir de su prisión.

No demoro mucho tiempo y apareció el ministro guardando sierta discreción, se era sabido que si un doncel o dama te mandaba a llamar a su habitación era porque accedería  a compartir lecho con la persona llamada.

-Vigila, que nadie nos moleste- ordenó el ministro al guardia- Su majestad salió a recorrer su pueblo, si regresa avisenme en seguida- cerro la puerta tras el y entró a la habitación, sus ojos vagando para buscar al vidente.

-Ministro- Seokjin pronunció en un tono coqueto, aunque por dentro era presa de asco, incertidumbre y adrenalina
- Bienvenido,  tome asiento esperaba por usted-

-Dime hermosa criatura ¿sabes la implicacion de mandarme a llamar en privado? y más al saber que el rey no se encuentra en el  palcio- dijo el hombre sentándose en el sillón colocando su cuerpo de manera relajada.

-No se encuentra el rey- Jin mostró sorpresa fingida- Se la decisión que he tomado y no me arrepiento, quitemos al rey de en medio gobernare a su lado y me entregaré a usted- Trago pesado al mencionar lo último.

-Oh! ángel mío, ¿Qué Sugieres? ¿Qué vez en nuestro futuro?- Engatusado así se encontraba el ministro y quien no, un joven le ponía el reino y su calor en la cama que más podría pedir.

-Gloria en tu nombre y tu reinando con un gran linaje de grandes dones- Mentiras si pero eso era algo de lo que él hombre sentado en el sofá no debía enterarse- Solo tienes que encargarte del rey, si no lo haces el reino perecerá- soltó con preocupación fingida.

-Si mi bello ser así será, cerremos este trato con tu cuerpo- se levantó con decisión para intentar llegar a Jin- Hoy se iniciará un nuevo reinado y tu a mi lado-

Enfermo si otro enfermo que solo buscaba poder, solo esperaba que esto funcionará- Brindemos por nuestro futuro, tome siento le serviré como es debido a mi futuro rey- Si alguien observarse la escena pensaría que el vidente era hechicero ya que el ministro obediencia cual cachorro, no necesito demasiado para promover la traición, siempre pudo adivinar lo que los corazones deseaban y este hombre gritaba ambición por todos lados.

Sirvió la copa de licor- Tome alteza-  con movimientos elegantes y delicados coloco la bebida en manos del ministro el cual tomó sin rechistar - vaya a mi lecho, me alistare para usted-se le retorcio el estómago de solo pensarlo.

-No tardes dulzura- el tipo se recostó mientras observa a Jin desaparecer entre algunas cortinas donde se contemplaba la silueta de Jin desnudandose de manera lenta. Suspiro y cerró los ojos un instante.






EL VIDENTE  ☆NAMJIN☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora