EL VIDENTE ☆NAMJIN☆

*Comoda incomodidad*

-Nosotros sabemos montar perfectamente- orgulloso comentario soltaba Jimin al no querer la compartir un caballo con alguien más.

-Lo comprendo principe, en cualquier otra circunstancia no dudaría de sus habilidades- decia Namjoon tratando de mediar el temperamento del pequeño principe- lo planteo con la intención de su seguridad, uno de mis mejores hombres lo escoltará.

-Suba príncipe- un deje de burla se escucho en la última palabra soltada por Yoongi quien continuó su juego haciendo una reverencia- apoyese en mí- tendió su mano.

-Estoy bien sin ayuda caballero- dijo Jimin mientras de una subía al caballo.

-Espero no le ofenda a su alteza pero tomaré las riendas- Yoongi susurro cerca de su oído mientras pasaba las manos a los costados de la cintura de Jimin y lo acercaba más a su cuerpo para mayor "comodidad" al tomar las riendas de caballo.

-No se me acerqué, no me dirija la palabra si no es necesario- molesto, irritado así se encontraba Jimin.

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-Le ayudo- pregunto Jungkook al ver a su hyung sufriendo con el principe y el no quería correr la misma suerte.

-Si, por supuesto- Tae soltó su partícular sonrisa, fue tomado de su cintura y con sumo cuidado fue levantado y colocado en el lomo del caballo.- Gracias- sonrojado espero a que el guerrero subiera a su lado esperando su compañía.

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-Sera un viaje agotador- solto Namjoon en un suspiro que claramente indicaba frustración mientras subía al caballo a Seokjin quien contesto- Ya lo creo- al percatarse  de que lo había soltado sin pensarlo- Una disculpa su alteza, solo que .... será un poco complicado porque- como le decía sin ofender.

-Si solo somos un punto débil para ustedes y nuestra actitud no ayuda- dijo volteando a ver a Jimin quién se veía tenso desde su postura hasta su rostro.

-¡No!, bueno sí, ¡ah!.. Déjeme replantear- tenía sus orejas y cuello rojos de la vergüenza- nunca hemos viajado con una responsabilidad tan grande, usualmente mis hombres y yo estamos dispuestos a sufrir lesiones, accidentes o la muerte al salir en una misión, sabemos que tal vez no regresemos pero ya lo hemos aceptado pero ustedes aquí... buscaremos mantenerlos a salvo a toda costa.

Fue brusco, no lo culpen él no había tratado con la realeza, con donceles o damas de la nobleza. Su vida no consiste de endulzar palabras él es directo y claro, pero era torpe en presencia del principe.

-Oh- Seokjin no pudo responder más, de sobra el sabía que su inexperiencia en el campo abierto traería problemas a los guerreros -Trataremos de no ser una condena para ustedes- respondió apenado.

-No, eso nunca solo será diferente a otras expediciones- para ya no incomodar subió al caballo y tomó las riendas- Disculpa si soy brusco en los movimientos es necesario para estar ambos seguros- Seokjin solo se estremeció y asintió.

Así emprendieron su viaje hasta que llegaron a un pequeño lugar para descansar, habían optado por partir por la mañana por senderos poco recorridos para mayor comodidad, ya rayaba el sol cuando encontraron un pequeño arroyo con una cueva cerca y decidieron acampar y comer.

-Puedo nadar- decia Tae entusiasmado pues hace mucho no lo hacía.

- Yo cuidare de ti, anda ve- dijo Jungkook. En el camino habían platicado y el hermoso doncel no solo era bello por fuera, por dentro era maravilloso y cayó ante sus encantos.

-No mires- guiño un ojo mientras se quitaba algunas capas de su túnica y quedaba en ropa íntima con rapidez.

Girandose Jungkook le dio privacidad pero su curiosidad pudo más y al oír su risa cantarina y el chapoteo del agua no pudo evitar voltear y observar esa divina figura cual ninfa de agua jugaba divertido, estaba embelesado por el gracioso doncel que solo reacciono cuando este le lanzó un poco de agua.

-Oye, hiciste trampa y volteaste- Tae hacia un puchero hacia Jungkook quien se quedó por un momento sin palabras al ser descubierto y caer en cuenta que no lo cuidaba, al menos no de la manera que debería.

-Me disculpo su alteza- apenado hizo una reverencia y se volteo de espaldas nuevamente y momentos después sintió nuevamente una brisa.

-No es divertido si no me ves, ¿como cuidarás de mi?- a caso había coqueteo en esas palabras, Jungkook solo se tenso un principe que quedra de un guerrero debe ser absurdo.

-yo..- sus palabras quedaron estancadas al voltear y contemplar a Tae con una flor en un costado y una mirada de duda mientras sostenía una flor similar a la suya en manita.- Lo siento tanto- hermoso, era poco para describir al lindo doncel y ver que lo natural le sentaba de maravilla.

-Puedo- Tae dijo mientras alzaba la flor en su direccion y Jungkook volteo tratando de no observar como las prendas mojadas se ceñian a esa hermosa anatomía y le fue colocada una flor en su oreja- Listo Sir Jungkook es mi modo de agradecimiento por cuidarme- y ahí estaba esa radiante sonrisa que al guerrero tenía hipnotizado.

Demasiado lento como el canto hipnótico de una sirena cuando atrapa a un marino y lo guia al mar, la distancia desapareció y un ligero roce de labios había entre ellos las manos del doncel se colocaron nerviosamente en el cuello del guerrero mientras este colocaba sus manos en la esbelta cintura del príncipe, torpe, lento y dulce eran los adjetivos que se venían a la mente de Jungkook durante el beso que así como inicio tubo fin.

-Lo siento, no debí... usted es .. y yo tan...su ropa abriguese- torpemente le paso la ropa al príncipe y se alejo más dejando privacidad para que este se cambiará aún atónito por lo que acababa de suceder.

-Que podría ofrecer un guerrero fugitivo con precio a su cabeza a una belleza como él- refunfuñando Jungkook se encontraba aún de espaldas humillandose así mismo- ¡Ah! el es un angel y soy un condenado, es sublime y yo tan bruto, es alegría y yo un salvaje, nada valgo nada soy nada ofrezco y el es...¡ah!..- soltó un suspiro frustrado.

-Soy que..- tal parece que escucho su monólogo pero porque tenia lagrimas en sus ojitos- Soy que Sir Jungkook, un niño, un inexperto, poca cosa, soy torpe, soy, soy.. soy- su voz se fue haciendo chiquita, si lo había escuchado pero al parecer solo el final -¿Qué soy Sir Jungkook?, ¿Qué soy?-

-Eres un niño- hermoso completo en su mente Jungkook- Eres torpe- y esa torpeza la quiero para mi siempre, más no lo dijo- Eres un principito- Por el cual daría mi vida juro en su corazón el guerrero. Por fuera tenía una mirada gélida que sólo mostraba en batalla la cual la tenía ahora, quería probar nuevamente esos labios pero no debía el agua no va con el aceite, la ambrosía no es para los cerdos, era mejor así pronto los dejarían en su reino donde no correría peligro alguno y se casaría con un noble digno de él, si eso es alguien digno- Esto no paso, vamos sus hermanos lo deben estar esperando- le dio la espalda y se puso en marcha.

Tae lo seguía de cerca con sus ojos aún llorando y su rostro bajo para que nadie lo mirará en un momento tan vulnerable. Paso de largo a sus hermanos ya que aún no sabía que paso, su mitad lo acababa de rechazar y   quien no tan niñato, tan poco hábil al besar, él había escuchado sin querer una noche de guardias mientras contaban sus aventuras amatorias a Jungkook ser alagado por ser un guerrero en el campo de batalla y en el dormitorio habían dicho los camaradas al alagar al más joven guerrero.

Al ver el estado de su hermano Seokjin fue en su auxilio.

-Tata- Seokjin hacia acto de presencia en el pequeño refugio que había hecho Tae en un tronco ahuecado.

-Jinnie- fue lo único que dijo antes de soltarse a llorar y abrazar fuertemente a su hermano.