*Tus ojos*

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Entrar, rescatar, huir, entregar, recompensa y libertad eran los planes Namjoon que puede salir mal, rescatan a la realeza los entregan piden recompensa y huyen hacia la libertad, bueno la última parte no le agradaba del todo a Namjoon pero en una votación ganó el mantenerse con vida y lejos de la injusticia a tratar de recuperar el honor y morir en el intento.

-Yoon, te necesito a mi espalda- dijo Nam- Jk eres responsable de cuidar de los príncipes..- esto último lo dijo con duda ya que no sabía si era real aún dudaba de la veracidad de las palabras de esos chiquillos. Ambos asintieron a órdenes de su general.

Así partieron rumbo al palacio, entrando con discreción de más esta que ellos sabían como entrar y salir, los atajos y los lugares que menos vigilancia tenían uno de sus camaradas causaria distracción para entrar y salir sin ser notados o por lo menos ya estuvieran lejos.

♧♧♧

Seokjin se vestía a toda prisa si bien no se desnudo, simuló hacerlo en lo que las hiervas hacían efecto. Un poco de desorden para simular un ataque por parte del ministro por si algo salía mal y lo encontraban huyendo.

-¡Fuego en los almacenes! su majestad- la puerta que iba a ser abierta sin que Seokjin escuchara no se abrió, más a él le dio aviso para poder escapar y así lo hizo salió por el patio entre los arbustos.

-¡Mantengan resguardado a Seokjin!, que no salga de su habitación hasta que el peligro pase o en caso de que se atente contra su vida- ordenó el rey mientras el iba a verificar los posibles riesgos.

La tarde noche se avecinaba y el sol parecía jugar a su favor ocultándose. Jin se dirigía a la puerta de servicio con ropa de gente del pueblo que había urtado, para pasar desapercibido.

♧♧♧

-Esa es nuestra señal,¡adentro!- susurro Nam que entraba por la puerta de la servidumbre pero se detuvo al notar algo fuera de lo normal, uno de los sirvientes usaba capucha y se acercaba a la salida donde el y Yoongi se encontraban así que pensando que él le ayudaría a localizar al vidente- ¡NO te muevas!- susurro en el oído del sirviente mientras lo tomaba desprevenido abrazándolo de la cintura por la parte de atrás.

-No me haga daño, solo quiero ser libre le daré lo que tengo- dulce voz pero con pánico y súplica en ella, lentamente Seokjin volteo a ver a su agresor con los ojos vidriosos a punto de estallar en llanto, ya casi era libre y aquí acababan sus esperanzas.

Hermoso, no había otra palabra bueno si angelical, etéreo, irreal esos ojos verde esmeralda un verde como el de los prados que frecuentaba después de una batalla para buscar paz, unos labios hermosos que incitaba a probarlos y la voz era el canto de sirenas como lo decían los marinos de aquella ocasión en la que defendió la costa del reino, himnotizante y melodiosa que tan sólo unas palabras y tu las seguirías cual orden.

-Príncipe- logró decir Nam cerca del oído de Seokjin ya que debido a los gritos había mucho ruido al rededor.

Escalofríos recorrieron a Seokjin de pies a cabeza, ese brazo en su cintura no sabía que lo necesitaba tanto hasta que lo tubo ahí. -No... no me entregues te daré las joyas que tomé son tuyas solo déjame ir~ sollozos salían de Jin.

-Esta a salvo- palabras mágicas para el docel que se sintió aliviado de inmediato- Sus hermanos lo esperan- y fue todo para que Jin creyera en él y lo siguiera.

Y así con la noche por cómplice se retiraron por entre los árboles de copas tupidas para ocultar su ándar de regreso a la cueva, Namjoon cuál sombra detrás de la hermosa figura del doncel.

♧♧♧

-Se controlo el fuego majestad, tal parece que sólo se perdió un poco de arroz ya que una lámpara cayó y proboco el incendio- Un guardia explicaba mientras hacía reverencia.

- Espero el conteo final mañana por la tarde-
Dando la vuelta y empezando a caminar dijo-
Avisen a su futuro rey que el peligro a pasado y que vaya a la sala del trono lo quiero ver.

Pasaron algunos minutos y el rey se impacientaba al no ver a Seokjin , iba a preguntar que pasaba cuando.

-majestad, se le encontró en la habitación del joven- traían atado de manos al ministro, con su atuendo desalineado con mal olor y algunos rasguños en la cara.

-¿Que te ocurrió y donde esta mi futuro esposo?- hablo de manera lenta pero con severidad en la voz.

-Ma..majestad- el ministro tartamudeaba, como era posible se le escapo ese jovencito no parecía astuto, tan inocente.- No se que ocurrió, Seokjin se me ofreció, me intento seducir me llevó con engaños a su lecho e insinuó traición hacia su majestad- sí, si bien lo llevo a su lecho no fue con mentiras como ocurrieron las cosas él no ha dicho que también quería estar con Jin o que quiere el trono.

- Al negarme él me agredió y utilizo de sus artimañas de vidente para dejarme inconciente- al ver que era obvio que había escapado decidió salvar su pellejo ya encontraría la manera de silenciarlo después.

-¡ENCUENTRENLO! traiganlo de vuelta, que nade lo toque es exclusivo del rey- los guardias salieron- ve a curarte te necesito a mi lado, no puedo confiar ni en mi futuro rey.

-si su majestad, daremos con él y lo encerraremos- fingió irá en contra de un traidor que el mismo apoyo - su majestad sea cuidadoso ese doncel intenta seducir con sus hechicerias- y así la duda se sembró en el rey otro fantasma más de que temer.





EL VIDENTE  ☆NAMJIN☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora