CAPITULO 3

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Estaban en el Aeropuerto el Dorado y Armando no podía evitar sonreír a lo que ella hacía, es que Betty se había aferrado a su brazo y escondía su rostro en su espalda a la vez que tiraba de sus maletas y eso le causaba gracia, además que sabía porque lo hacía "Tenía miedo de que la encontraran"

Se dirigió de aquella manera hacía el mesón para facturar sus maletas y entregar sus boletos. Claro que tuvo que pagar una suma de dinero por tener que cambiar el nombre de la persona que viajaba con él.

Ya estaban en el salón VIP y ella estaba un poco más tranquila, cuando de pronto vio a lo lejos a ¿Michel? Dios que no la fuera a descubrir, pero al parecer estaba más pendiente de la rubia que tenía entre sus brazos y a la cual le comía la boca y en ese momento algo tuvo claro "Iba a vivir con cachos"

B: No lo puedo creer (no pudo evitar decir)

A: (extrañado) ¿Qué pasa?

B: El que está allí (apuntándolo con un dedo) es Michel, quien iba a ser mi esposo...

Armando alzo la cabeza para ver al hombre que le indicaba, notó que era alto y de tez blanca, rubio y de seguro con ojos azules, vamos esos señoritos por los cuales la mayoría de las mujeres se derretían. Vio que se besaba con una mujer que igual que él era rubia y cuando la separo se dio cuenta que era ¿Patricia Fernández? Al final esa arribista se había conseguido a un incauto que la mantuviera, mientras le hacía la cacería a todo el que se le cruzara y tuviera una cuenta muy grande en el banco.

De pronto notó que ella movía las manos desesperada y él trataba de calmarla, la tomo nuevamente en sus brazos para besarla, solo que esta vez ella le cruzó la cara de una bofetada ¿Qué habrá sucedido? La vio tomar su maleta y caminar hacía la salida, mientras él se acariciaba el lugar golpeado y le seguía los pasos

Un pensamiento paso por su cabeza, se notaba que estaba volviendo de uno de sus viajes con alguno de sus amantes, que de seguro la abandono, solo esperaba que no se le arrimara a Marcela, porque su vida sería un infierno en la empresa, las dos eran unas trepadoras e interesadas por algo se llevaban tan bien.

Se escucho el llamado por altavoz, así que se giró y le tomo la mano a lo que ella se sorprendió, pero no hizo el intento de separarse. La azafata los acomodo en sus asientos y ella comenzó a ponerse nerviosa, era la primera vez que viajaba en avión, ya que a pesar de tener una buena situación económica y permitirse uno que otro viaje, su padre jamás la dejo. Así que fue inevitable que comenzara a ponerse nerviosa, por lo tanto él le tomo la mano y cubriéndola con las suyas la ayudo a relajarse.

Cuando el avión comenzó a despegar ella dio un bote en su asiento, lo que hizo que él se sonriera y tomándola de los hombros la obligo a poner su cabeza en su cuello. No pudo evitar suspirar lo cual provoco que se le erizara la piel por completo y se preguntó ¿Qué es lo que pasaba con él? ¿Por qué aquellos pequeños actos de ella tenían ese efecto en él? Con Alejandra jamás se sintió de aquella manera y eso que ella era la mujer que supuestamente amaba, prefirió dejar de pensar este viaje era para poder sanar por su engaño.

Mientras ellos emprendían aquella aventura, en una de las empresas del parque industrial se encontraba una mujer despechada por el abandono al que fue sometida y sobre todo al ridículo social al que se vio expuesta en ese mundo al que ella deseaba pertenecer. Ni siquiera saludo al portero e ingreso altiva como siempre sin notar la sonrisa de la recepcionista en todo caso no le importaba, lo único que tenía en mente era enfrentarlo.

Además pedirle explicaciones de lo que le había dicho Marcela la noche anterior cuando la encontró en el edificio de él, según sus palabras "Habían quedado de verse, ya que no podían estar separados". Claro que también le escupió que según ellos llevaban tiempo entendiéndose y que Armando al fin se había dado cuenta que ella era el amor de su vida. También le escupió que ella sabía que no era más que una resbalosa que le abría las piernas a cualquiera, incluyendo a su hermano, que siempre se ha divertido con ella, porque era una mujer que nadie llevaría al altar.

EN BUSCA DEL HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora