CAPITULO 21

497 47 7
                                    


Armando solo apretaba los dientes intensamente al escuchar a la muchacha decir que aquel tipo al que ni siquiera conocía, estaba enamorado de su mujer. Le dirigió una mirada a Betty y pudo notar que estaba tan sorprendida como él, entonces ¿Ella no estaba enterada? ¿Era algo unilateral? Respiro profundo, no iba a echar a perder las cosas, sus celos no podían dominarlo, ella se merecía que confiara en ella y eso haría "Aunque le costara lo suyo".

B: Aura Maria ¿Por qué dice eso?

AU: Ay Betty, yo no debí decirlo

B: Pero ¿De que habla?

AU: Yo...yo tengo algo que hacer...

Y sin mirar atrás dio una carrerita al baño, Nico la iba a matar por abrir la bocotá que tenía "Menudo lío se había metido".

Ellos se quedaron mirando la espalda de la mujer y siguieron su camino. Armando arrastraba su pie ya que no había querido usar la muleta y ella tomándolo del brazo lo ayudo a ingresar, cuando las puertas se cerraron Betty se giró inmediatamente a él

B: Armando yo no sabía...

A: Ya lo sé...

B: No, pero te juro que no sabía nada, además no creo que sea cierto lo que dice Aura Maria

A: Mi amor, mi amor -atrayéndola hacía él- no me tienes que jurar nada, te creo mi vida, solo que ya no me va a gustar mucho eso de que venga a la empresa y se encierre contigo a solas.

B: Hare algo con eso, te lo prometo mi amor, no quiero que las dudas y las desconfianza se vuelva instalar en nosotros.

Él solo la miro un segundo y marcando hoyuelos se acercó a sus labios y la beso con mucho amor, ella no se merecía que desconfiara de ella, pero era algo que no podía evitar. Se besaban cada vez con más intensidad por lo tanto no se dieron cuenta de que las puertas se habían abierto, por lo tanto las secretarias que se encontraban ya en sus puestos fueron testigos de ello.

Armando la besaba con todo el alma, con todo lo que le hacía sentir, pero de pronto escucho un carraspeo y notó que era Patricia quien los interrumpía. Solo la miro enfadado ya que no le gustaba esa mujer y tomando la mano de su colorada esposa, salió del elevador a pata coja lo cual saco una sonrisa disimulada entre las mujeres

SA: Buenos días doctores, Don Armando espero que se recupere pronto

A: Gracias Sandra... ¿Mi papá ya llego?

MA: Si doctor está en presidencia

A: Bien, vamos amor...

Y a pata coja siguió a la oficina, ante las sonrisas de todos en el lobby. Armando estaba frente a la puerta de presidencia y Betty lo beso chiquito para irse a su oficina, hoy iría Miguel y debía pensar como hablar con él y decirle las cosas con toda sutileza, ella no quería más chismes sobre todo porque afectaba su relación con su amor.

Roberto estaba mirando el informe que Mario le había mandado y suspiro aliviado al ver que las cosas se estaban arreglando, por lo tanto el muchacho llegaría ese día por la tarde. De pronto sintió que la puerta se abría así que alzando la mirada se dio cuenta que se trataba de su hijo, así que se levantó de inmediato a ayudarlo

DR: Buenos días, hijo, pero ¿Por qué no descansaste un poco más en casa?

A: Ah no papá, ya estaba cansado y solo quería salir de allí

DR: Si, tú mamá solo decía que estabas como loco por salir de casa

A: No sabes cuanto -recordando el motivo real-

EN BUSCA DEL HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora