EN BUSCA DEL HEREDERO

CAPITULO 13

Marcela tenía una mirada de triunfo al verla mortificada, claro que eso siempre duraba unos minutos solamente, ya que esta también sabía bien como mortificarla. Es que desde que se conocieron se odiaron, Marcela porque estaba con Armando y su hermano, mientras Alejandra por ver los intentos estúpidos de ella para acercarse a él y no es que le importara mucho que llegaran a tener un "Revolcón" sino más bien que podía echarle sus planes por tierra.

MV: Ya ves siempre fuiste remplazable, sino dime ¿Cómo es eso de que se casó y no contigo? -sonrisa burlona-

AZ: Puede ser, pero jamás fue contigo ¿No? A pesar de que vives de arrastrada con él, pero en mi caso es muy distinto querida, yo tuve una relación bastante seria con él, en cambio tu ni siquiera el saludo desea darte por lo resbalosa que eres.

MV: Dime ¿De qué te sirvió? Te dejo plantada, hiciste el ridículo aunque mirándote bien siempre has sido de lo más patética. Pero lo que ahora me pregunto es... ¿Le vas a reclamar que se casara? ¿Qué otra mujer ostente el apellido que tanto deseabas llevar? Además déjame decirte que ella no anda en busca de la fortuna Mendoza como tú...

AZ: -interrumpiéndola- Y como tú...

MV: -ignorándola- Ella viene de una familia con renombre y patrimonio propio por lo que entendí y lo mejor de todo que en quince días lo conquisto y lo caso, no como tú y si lo dices por mi te aseguro que yo si lo hubiese logrado si fuera mi prometido

AZ: Pero antes tendría que saber que existes ¿No?

MV: Bueno en todo caso tú también dejaras de existir, cuando salgas de mi empresa y si llegaras a quedarte será porque le sigas abriendo las piernas a mi hermano, pero conociéndolo tampoco tendrá algo contigo...

Alejandra tuvo la intensión de borrarle la estúpida sonrisa que tenía con una bofetada, pero ya se vengaría de ella, además justo salían de la sala de juntas los padres de él y atrás Armando de la mano de una mujer... Un momento ¿Esa no era la mujer que vio en el edificio de él? ¿El conserje la había llamado señora Mendoza? ¿Entonces si era la esposa de Armando?

De pronto vio que detenía sus pasos y que algo le decía ella, para que luego él la terminara por besar lo que hizo que le comenzara por hervir la sangre. Tuvo la intensión de dar un paso, cuando se topó de frente a esa vieja que ni soportaba y con una sonrisa burlona decía:

DM: Armando mi amor, tenemos que celebrar con tu ESPOSA que por fin eres el presidente de Ecomoda

A: Si mamá, por eso esta noche toca cena en nuestra casa... Mi mujer dice que les va a cocinar -dándose cuenta de la presencia de Alejandra-

DR: ¿Cómo así hija? ¿Sabe cocinar?

B: Por supuesto, yo le hago las comidas a Armando ¿Quién más? -extrañada-

DM: Claro, eres una verdadera ama de casa además de profesional... Ayy Armando ahora si la escogiste bien hijo...

Armando no pudo evitar mirar a Alejandra con pena mientras ella lo miraba con estos ojos de cordero degollado que antes eran su debilidad, él si la amo quizás no con la misma intensidad que a Betty, quizás no con la misma pasión que con Betty, solo sabía que eran dos maneras distintas de amar.

Betty sintió la tensión en su mano y por eso después de mirar a ambos la soltó logrando de aquel modo que él de inmediato volviera a ponerle atención como si hubiera despertado de un letargo. Lo cierto es que no había podido evitar sentir celos ante este cambio de miradas de los dos, ella sabía que él la amaba, pero en un pasado también amo a esa mujer aunque no con la misma entrega que a ella.