CAPITULO 17

498 51 8
                                    


Después de ese encuentro pasional en el cual no sabían que tuvieron testigos, se arreglaron entre risas para volver con sus amigos aunque pensaban que muy pronto terminarían por marcharse ya que querían seguir con su fiesta particular en su casita como llamaba Armando a su piso. Cuando volvieron a la mesa, se encontraron con la mirada picara de todos, bueno menos la de esa mujer, en todo caso para lo que le importaba, pero el que no dudo en meterse con ellos fue Mario, aunque más con Armando que con ella

MC: Y que hermano ¿La paso bien?

A: -fingiendo extrañeza- ¿De que habla?

MC: -alzando las cejas- No quiero incomodar a la dama, pero como que usted la testosterona me lo tiene loco ¿No? Como que después que dejo de ser... ya usted sabe, salió esa lujuria que tenía escondida ¿Ah?

A: No sea morboso hombre, no ve que incomoda a mi mujer -dijo un poco molesto-

MC: Lo siento hermano no era mi intensión -realmente apenado-

AZ: En todo caso, que situación más bochornosa, mira que dar esos espectáculos

Alejandra no pudo evitar decir aquello, sentía la rabia correr por sus venas y quería dejarla mal ante los demás. Todos se le quedaron mirando alucinados, aunque claro dos personas solo le sonrían cínicamente que no eran más que Mario y Marcela que bien sabían porque hacía esos comentarios malintencionados.

Armando también se le quedo mirando, solo que en su caso era con molestia, porque su Betty se puso colorada de la vergüenza e iba a hablar cuando ella le tomo la mano. Es que después de escuchar aquellas palabras y su primera reacción fuera la vergüenza pensó bien y entendio que no estaba haciendo nada malo, solo vivir su amor como a ellos les gustaba más nada, así que muy fastidiada le contesto sin pena:

B: Mire su opinión no me interesa para nada ¿Piensa que es bochornoso vivir un momento así con mi marido? Pues no tanto como que te dejen plantada en la iglesia por infiel...Me disculparan, pero ya se me arruino la noche y tan bien que la estaba pasando (suspirando con fastidio)

Alejandra solo pudo mirarla con odio, mientras los demás sonreían por lo bajo, bueno no en el caso de esos estúpidos de Mario y Marcela y a ella se la estaban llevando todos los demonios y solo quería darle un buen golpe y de paso sacarla para siempre de sus vidas

A: Bueno señores nosotros nos retiramos, fue un gusto compartir la noche con ustedes, pero como entenderán quiero seguir la fiesta en casita con mi esposa y sin mirones, así que nos vemos el lunes... -sin mirarla- Por cierto Alejandra deja ya de atacar a mi mujer, porque si no tendrás que asumir las consecuencias, lo dicho buenas noches... Vamos amor...

Y tomando la mano de su esposa abandonaron el local, luego después de que ellos se marcharon comenzaron a irse los demás, la noche había terminado para todos y Alejandra solo quería explotar porque la habían dejado sola y tuvo que marcharse en taxi.

Sentía coraje, esa mujer le había recordado delante de los demás porque motivo Armando no se había casado con ella, pero haría que esa felicidad que estaba disfrutando se le esfumara y ya sabía cómo...

Cuando cruzó la puerta de su piso sintió que la tomaban de un brazo y la pegaban sin ninguna sutileza contra la pared para luego tomarla del cuello con fuerza. No pudo evitar que le llegara la imagen de Armando haciendo la misma acción, pero notó que no lo hacía con fuerza alguna ya que esa mujer hasta sonreía ante ese hecho. Cerro los ojos y a su mente vino la sensación de que era él con el que estaba ese momento, solo que la falta de aire la trajo de golpe a la realidad:

AZ: -sin poder hablar- Da...Daniel...me...me falta el...aire

DV: -soltándola- ¿Por qué te demoraste? No te dije que me esperaras

EN BUSCA DEL HEREDERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora