Mazmorra de Besalú (mediodía) – Tiempo de reencarnación (13 días)
—¡Al fin, nivel 10! ¡Estoy cansado de esta mierda, ja, ja!
Me dejé caer en el piso, exhausto. Choco brincó desde mi palma derecha, se recostó a mi lado.
—Lo mismo digo. ¡Estoy cansada de cortar hormigas!
Ja, ja.
—Estamos en sintonía.
—Más o menos.
—¿Qué hacemos desde aquí?
—No sé, quiero quitarme este sentimiento. Vamos a casa. Quiero cortar unas papas, o algo.
—Tú solo piensas en cortar.
—¿Qué comes que adivinas?
Habían pasado cinco días desde mi accidente. En ese tiempo, di todo de mí, visitando la mazmorra todos los días. ¡Hasta subir al nivel diez! Me rasqué la cabeza, este resultado lo conseguí a base de esfuerzo puro; sin trampas, atajos o métodos especiales. Simplemente, me esforcé.
Moví mis hombros, Tatsumi no nos acompañaba este día. Tenía un trabajo que hacer.
Salimos de la mazmorra y respiramos aire fresco. Choco vestía una capucha igual que la mía. Su pequeña figura atraía un poco la atención.
—Caminar de esta forma se siente liberador.
—No voy a negar eso.
Nos acercamos a la recepción de la mazmorra. Nos recibió una señorita, la misma que nos atendió el primer día. Hicimos un trato y nos despedimos de ella.
—Mil maris, nada mal —comenté.
—Mmh, no sé —increpó Choco—. Los cadáveres son duros, además extraer las piedras mágicas es engorroso. Deberían pagar más.
—Pienso lo mismo. —Crucé las manos—. Ni modo, es la tarifa. ¿Quieres comer algo?
Los ojos de Choco brillaron como perlas.
—¡Quiero carne!
Ja, ja.
—Suena bien. Vamos.
—¿De verdad?
—Sí.
—¡En marcha!
Tomé la mano de Choco y nos dirigimos al mercado principal. El clima no mejoraba en absoluto, nubes grises adornaban el paisaje.
*****
Desperté con lágrimas en los ojos, mi siesta de la tarde se había extendido por varias horas. Somnoliento, estiré mis brazos. Las hermanas dormían a mi lado. Me acerqué a Snow.
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Morí como un ladrón y reencarné como un... ¿ladrón?
FantasíaÉl salió de la cárcel luego de cumplir dos años de condena. Él aprendió que robar chelas era una estupidez. Él se reformó en ese lugar. Saliendo como un hombre nuevo. ¡Él prometió trabajar honradamente! Hasta que... "¡Únete a nuestra empresa, negro...