CATORCE: Una ¿relación? en secreto

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CAPÍTULO 14
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Sandy

En aquel viaje donde besé a Mau por primera vez, Addie también lo besó.

Fue una situación completamente distinta: Addie había invitado a su novio, tuvo una discusión con él, estaba muy borracha y cuando vio a Mau quiso besarlo para demostrarle "lo que se perdía" al no estar con ella. Mau también estaba ebrio, pero hasta donde recuerdo, tuvo la cordura de no besarla de vuelta.

Hubo mucha tensión luego de eso, Addie se disculpó, más o menos, Mau lo aceptó y aseguró no estar enojado, pero todos vimos que su humor había cambiado, lo que no sabíamos era si fue por enojo o por decepción de haber besado a Addie en ese estado y en esa situación.

Para ese momento todos teníamos en mente que tanto Addie como Mau tenían esos sentimientos de atracción mutuos, así que por eso era más complicado e incómodo que en otra circunstancia.

Un par de días después yo lo besé y aunque mi culpa fue similar a la de Addie por haberlo hecho ebria y estúpidamente, es obvio que la respuesta de Mau fue distinta, no solo al beso en sí, sino a su actitud posterior.

A ojos de los demás nada cambió: Mau seguía con su flechazo por Addie, pero Kim —la única que lo supo todo— y yo empezamos a dudar, a notar que la miraba diferente, o indiferente ahora.

Por otro lado, jamás, ni una sola vez en todos los años de conocernos, había pasado nada entre Mau y yo, ni un chispazo siquiera, por eso la novedad era tanta y la angustia, aún mayor.

—Dime si no es esto una señal de que tenemos que aclarar las cosas —dice Mau, sacándome de mis pensamientos.

Miro sus ojos y resoplo. Me contraria un poco lo natural que siento todo; con otro hombre y si me sintiera así de confundida como con él, evitaría completamente siquiera mencionar el tema, porque huir es mi mecanismo de defensa, pero como ya vi que con Mau eso no me ha servido, mi mente simplemente lo acepta. No deja de ser complejo, pero al menos no lo rechazo.

—El aeropuerto es lo bastante grande, podría irme a dar una vuelta y evitar el tema por seis horas —respondo, deseando que esa fuera una opción y a la vez feliz de que no lo sea—. No me subestimes.

Mau me codea con afecto. Las sillas incómodas de la sala de abordaje me obligan a moverme hacia un lado para que no me duela el trasero y Mau toma el movimiento como una señal de que la conversación inevitable puede comenzar.

—¿Qué es realmente lo que te detiene? —Mis hombros se encorvan, mi frente se frunce—. ¿Qué es lo que tanto te molesta de la idea de... ya sabes, tú y yo?

—¿Por qué nada te detiene a ti? —pregunto a cambio—. Eres mi mejor amigo, ¿no te preocupa ni un poco que eso cambie? Llevas años flechado por otra de mis mejores amigas y es mutuo, ¿eso no te vale nada? En todo caso, ¿qué es el tú y yo? ¿Qué esperas de mí, Mau? Te dije que no me gustan las aventuras pasajeras.

Mau me escucha con atención y su gesto es serio, tanto, que pienso que realmente nunca consideró nada de eso. Me pregunto si es que Mau es de esos que solo se deja llevar por el deseo del cuerpo sin pensar un poquito con el cerebro, o simplemente es distraído... o si yo soy una persona ansiosa que sobrepiensa todo y lo complica.

—Sobre lo de Addie... —empieza, dudoso—, nunca fue más que platónico, no lo sé. Nunca pasó nada entre nosotros.

—Fuiste su primer beso.

Mau ríe.

—Fue meramente un favor y lo sabes, éramos adolescentes, eso no cuenta.

—En todo caso... hay algo ahí.

En el corazón de Sandy •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora