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CAPÍTULO 11
✸━━━✸━━━ ✸━━━✸━━━ ✸━━━✸Mau
Necesito recordarme varias veces que mañana tengo una jornada de doce horas, con la agenda casi llena de clientes, para no sucumbir a las ganas de tomarme un par de copas fuertes de licor.
Si bien el plan era ir a algún pub y pedir cócteles sin licor, todos estuvimos de acuerdo con que el hambre también era importante, así que terminamos en un restaurante de comida rápida a tres calles de la convención. Tomamos una mesa grande, yo quedé entre Vicky y Serena, frente a nosotros Sandy y Rubenn.
Rubenn le coquetea a Sandy.
Le toca el antebrazo, le habla cerca del oído, la hace reír, y como Vicky y Serena mantienen su propia conversación, no luce grosero que ellos se enfrasquen en su propio mundo. Y Sandy le corresponde, se ve demasiado cómoda con su compañía.
Me molesta.
Desde que me bajé del avión he pensado en cómo abordar el tema con Sandy. No me gusta seguir fingiendo que no pienso en ella, que no pasó nada entre nosotros; me di cuenta de que el problema no es dudar de lo que quiero: quiero besarla de nuevo, repetir aquel momento, no negarme a una posibilidad de algo por no saber cómo afrontarlo.
Porque ese es el problema real: no saber cómo afrontarlo.
El temor de estar malinterpretando a Sandy o su actitud conmigo. Pero últimamente siento con más certeza que ella no es indiferente a mí y una cosa es ignorar lo que Sandy produce en mí y otra muy distinta hacer de cuenta que yo no genero algo en ella.
Y si ese algo es mutuo, ¿qué hacemos fingiendo que nada pasa? ¿Por qué lo hacemos?
No puedo hablar con ella estando acá, así que desisto de quedarme. Suficiente enredo tengo en mi propia cabeza como para sumarle también el enojo que me genera ver a Sandy coqueteando con alguien. Ella no me debe nada, pero yo tampoco estoy en obligación de quedarme a mirarlo.
Me pongo de pie de repente; cuatro cabezas se giran a mirarme y me siento cohibido. Aclaro la garganta.
—Tengo que irme —digo como excusa—. Estoy cansadísimo. ¿Alguna se va conmigo?
Miro a mi hermana, luego a Sandy; no tengo por qué ser grosero, de todas maneras. Vicky asiente.
—Yo. Quiero ducharme y dormir.
—¿Tú te quedas? —Le pregunta Rubenn a Sandy, con una sonrisa esperanzada—. Yo podría llevarte más tarde hasta tu hotel.
Sandy me mira de inmediato, creo que es un movimiento involuntario. No hago ni un solo gesto, solo espero su respuesta, sintiéndome fastidiado por la idea de que si se queda, no podré dormir.
Por suerte, no es así.
—No, yo también me voy, perdón. —Sandy le dedica un gesto encantador y amable, como si realmente lamentara dejarlo ahí—. Nos vemos mañana, ¿sí?
Rubenn parece iluminar su mirada ante ese plan y me muerdo la lengua para no decirle que solo se refiere a que seguirá trabajando en el stand junto al suyo.
Vicky termina de recoger sus cosas y se ubica a mi lado, Sandy llega también en un par de segundos. Los tres nos despedimos de Serena y Rubenn, que siguen comiendo y hablando animadamente. Tomamos un taxi, yo me voy en el asiento de adelante junto al conductor y ellas dos se van atrás.
No puedo evitar escuchar su conversación.
—No te quita los ojos de encima —dice Vicky—. Rubenn es apuesto y que sonrisa tiene. Le estabas coqueteando también.
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En el corazón de Sandy •TERMINADA•
Romansa❝Mau y Sandy son amigos desde la infancia. Han compartidos felicidades, tropiezos... y un momento apasionado en las vacaciones pasadas que no pueden sacarse de la cabeza❞. SINOPSIS en el interior. +16 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS, OBRA REGISTRAD...