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CAPÍTULO 15
✸━━━✸━━━ ✸━━━✸━━━ ✸━━━✸Mau
Trabajar por mi cuenta y tener éxito es todo lo que hago en la vida, no solo porque amo lo que hago, sino también porque tener algo en lo que enfocarme me obliga a estar fuera de casa la mayor parte del tiempo y eso a su vez hace que pueda ignorar lo que pasa con frecuencia en mi hogar a puerta cerrada.
No puedo ignorarlo siempre, por desgracia.
Es casi medianoche, el silencio de todo el lugar hace que sea muy fácil escuchar el choque de las llaves contra la cerradura de la puerta principal. El choque torpe, cabe aclarar, porque quien quiere entrar no tiene todos los sentidos ordenados como debería.
Escucho pasos adentro y sé que es mi mamá yendo a abrir la puerta, porque sabe que mi padre, en su estado, no lo conseguirá pronto.
Apenas entiendo las palabras que farfulla él. Logro captar que está pidiendo cena, mi mamá respondiéndole que está en la cocina, que solo debe calentar, él diciendo que vaya ella porque tiene que atenderlo, mi mamá accediendo.
Odio la situación. Odio el problema de alcoholismo de mi padre y el altruismo de mi madre que cree que por haber dado su voto de «en las buenas y en las malas» frente a un sacerdote, debe aguantar eso hasta el final de sus días.
Luego oigo que la voz ebria de mi padre llama a mi hermana. Escucho su puerta, vecina de la mía, abriéndose; obvio que ella también estaba escuchando atentamente, obvio que tampoco puede dormir. Salgo yo también, no porque me llamen, sino porque no voy a dejar que violente a mi hermana.
Papá está sentado en la silla del comedor, esperando la comida que mi mamá le está sirviendo en la cocina. Cuando ve a Vicky, empieza a farfullar:
—Necesito que mañana vayas a pagar la cuenta del bar.
—De acuerdo. —Vicky extiende su mano—. Dame el dinero.
—No tengo, tonta. Necesito que lo pagues tú.
Vicky se tensa, yo me acerco otro poco. Aún no me ha visto.
—No tengo dinero, papá.
—¡Cómo que no! Fueron a esa cosa de tatuajes y les quedó mucho dinero.
Llegamos ayer. No dejó pasar ni un día para ir a gastar dinero que cree que le debemos regalar.
—No tengo dinero —repite ella—, tengo gastos, ya no me queda nada.
Eso es mentira, pero Vicky y yo hicimos un acuerdo de jamás darle dinero de nuevo a papá. Si se necesita algo en la casa, ella o yo lo compramos, pero no licor, no sus borracheras, no sus deudas. Son cosas que él estando sobrio entiende, incluso pide disculpas por pedirlo, pero ebrio... ebrio es como otra persona.
—¡No me mientas! Sé que tú y tu hermano tienen dinero guardado.
—Que no es para tus borracheras —digo entonces, mi voz cortando el silencio en dos. Mi papá me mira con odio y se levanta de la silla—. De tus porquerías te encargas tú.
—No se te olvide con quién estás hablando, Mauricio, soy tu papá y me respetas.
—Yo no regalo respeto, conmigo te lo ganas.
—Mauricio, suficiente —dice mi mamá, conciliadora, poniendo el plato de comida en la mesa.
—Todo es tu culpa, mujer, tú los criaste así.
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En el corazón de Sandy •TERMINADA•
Romantiek❝Mau y Sandy son amigos desde la infancia. Han compartidos felicidades, tropiezos... y un momento apasionado en las vacaciones pasadas que no pueden sacarse de la cabeza❞. SINOPSIS en el interior. +16 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS, OBRA REGISTRAD...