Emilio se sentía cómo la mierda. Toda 1 semana de sentimientos reprimidos se habían salido de su pecho en 5 minutos que vió los ojos de Joaquín.
La respuesta era simple, pero a la vez complicada, algo muy contradictorio a decir verdad: lo extrañaba y en algún rincón de su retorcida mente pensó que Joaquín lo recibiría con los brazos abiertos y lo perdonaría fácilmente.
Ahora se sentía tan patético.
"¿Cómo puedes terminar algo que no ha empezado?"
Dios, que lo mataran en ese momento dolería menos. Tal vez estaba siendo dramático, ó tal vez no, lo cierto era que él estaba más allá de una simple ilusión, él realmente estaba empezando a tener sentimientos por el castaño y Joaquín ni siquiera sabía si eran algo ¿Cuán patético era eso?
Emilio caminó fuera de la zona residencial con las manos metidas en los bolsillos del pantalón mientras pateaba una piedra y suspiraba con melancolía. Decidió que se iría en metro, después de todo no tenía dinero para un taxi, hacía frío y no había muchas personas transitando por ese lado de la calle, pensó brevemente que si tuviera una botella en la mano y un par de mujeres de la calle tal vez se parecería a esa noche en que su borracho cerebro decidió que sería buena idea tatuarse el nombre de una persona desconocida.
Emilio decidió que si alguien preguntaba diría que era por el actor famoso.
Sintió un auto aproximarse demasiado y al darse la vuelta y ver el Mercedes gris solamente siguió caminando, pero él detuvo el auto y luego escuchó el sonido de los zapatos contra el pavimento así que se detuvo.
— Emilio, espera — Joaquín apareció frente a él con una expresión triste — Déjame llevarte a casa.
— No, gracias — Joaquín suspiró y le dió unos ojos de cachorro a los que él difícilmente podía resistirse.
— Mira, sé que dije algunas cosas que te molestaron — Joaquín empezó, pero él lo detuvo acercándose hasta que se quedó callado por su cercanía, Emilio lo enfrentó apretando la mandíbula.
— ¿Qué cosas exactamente, Joaquín? — Él castaño respiró ordenando sus ideas mientras enfrentaba esa intensa mirada y trataba de no tartamudear.
— Sobre que no somos nada — respondió casi sin aliento —Estaba molesto, todavía estoy molesto, de hecho.
— Vete a casa Joaquín — dijo él alejándose y mirando calle abajo, Joaquín noto su postura tensa, pero negó con la cabeza.
— Estoy bastante seguro que me debes algunas explicaciones — el castaño se cruzó de brazos y lo retó con la mirada, Emilio alzó una ceja y sonrió un poco — No sonrías que no es gracioso y súbete al auto que voy a llevarte.
Emilio quiso reír porque Joaquín era la cosa más adorable todo sonrojado y firme, iba a decir que no, pero algo le decía que el castaño no se iría hasta que dijera que sí y él no lo quería a esa hora tan expuesta para que cualquiera pudiera robarle ó algo peor así que asintió y se metió al asiento del copiloto. Vió cómo Joaquín se desinflaba con alivio y caminaba hasta la puerta del piloto, encendió el auto y le dió una breve mirada antes de arrancar.
— ¿Estás bien? — Joaquín preguntó después de un rato y Emilio simplemente se encogió de hombros mirando por la ventana, el castaño se sentía realmente nervioso por su silencio — No has dicho una palabra desde que salimos.
De nuevo nada.
— ¿Emilio? Por favor háblame.
— ¿Qué quieres que te diga? Ya has dejado muy claro cómo te sientes sobre ésto — Joaquín lo pensó por un momento mientras se detenía en un semáforo, lo miró y él le devolvió la misma mirada furiosa que nunca había visto.
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Corazón Tatuado // Adaptación Emiliaco
ФанфикUna noche de borrachera nos puede llevar a hacer cosa que ni pensábamos hacer, ¿pero tatuarse el nombre de una persona?. Dicen que sólo sucede en las Vegas, sin embargo nuestra historia se desarrolla en New York, hogar del duro boxeador Emilio Marco...