Cap. 8 - Visita Inesperada

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— ¿Entonces, qué tal tu fin de semana? — Carlota Smith, su compañera de clases se acercó mientras cruzaba la puerta de la entrada a la universidad. Carlota era alta con el cabello negro hasta los hombros y ojos del mismo color, su piel siempre había sido bastante pálida por lo que le daba una imagen bastante interesante, cómo una foto en blanco y negro.

Joaquín suspiró pensando en todo el desastre de su fin de semana ¿Enserio todo eso pasó en 3 días? Porque parecía que hubieran pasado meses, incluso años y ahora se sentía más viejo de alguna forma.

— Bueno, estuvo algo movido — Sip, esa era una buena palabra para describirlo. Desastroso sería más acertado.

— Oh, escuché que fué el cumpleaños de Nikol y lamento habérmelo perdido — exclamó Carlota mientras ambos se encaminaban hacía su primera clase del día.

— Si, no te perdiste de mucho —Porque ellos en realidad no habían estado ahí.

— Bueno, eso no es lo que andan diciendo — Carlota se encogió de hombros y sacó su celular para ver lo que probablemente era el chisme del día.

— ¿Qué andan diciendo? — preguntó Joaquín estirando su cuello para ver la pagina de chismes favorita de toda la universidad.

— Pues dicen que ella se desmayó — Dijo Carlota distraída en su celular — Y que fué porque lleva 1 semana sin comer nada.

— ¡¿Qué?! — Joaquín gritó indignado ¿Cómo se atrevían a decir algo así de su amiga? Ciertamente Nikol tenía un historial, pero hace años que había dejado eso atrás.

— ¿Entonces no es cierto? — Carlota preguntó con una ceja alzada, ella incluso estaba escribiendo un nuevo mensaje.

— Por supuesto que no, sólo estaba cansada — bufó y Carlota descansó su dedo en la tecla de enviar de su celular, pero no envió el mensaje esperando sacar más jugo del chisme.

— ¿Exactamente de qué? — Demonios, a veces Joaquín se preguntaba porqué ésta chica no estudiaba periodismo.

— Ya sabes, estuvimos bailando todo el día, además de ir por unos tragos, pero nada de borrachos vomitones ¿eh?

— Está bien — ella besó la mejilla de Joaquín cómo despedida y salió corriendo hasta su siguiente clase mientras él se preparaba mentalmente para 2 horas de historia de la danza. Genial.






 Genial

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A la hora del almuerzo Joaquín se dirigía a la cafetería con su grupo de estudio discutiendo sobre la última tarea que el señor Cooper, el profesor de arte les había asignado.

— Joaquín — fué más cómo un suspiro que un llamado, sin embargo reconocía esa voz y no tenía idea de qué hizo que se detuviera y se girara en su dirección. Les indicó a sus compañeros que se adelantaran y se acercó al chico recostado sobre una de las columnas con clara incomodidad.

Corazón Tatuado // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora