Cap. 23 - Concéntrate

175 27 12
                                    




— ¿Te dije hoy que te quiero? — Joaquín se giró para encontrarse a Emilio mirándolo al otro lado de la cocina, ya había terminado la desastrosa cena y Joaquín se había ofrecido a limpiar después de casi 10 minutos de discutir con Niurka, Emilio convenció a su madre para que fuera a descansar en la sala con sus hermanos.

— Al menos unas 3 veces en la última hora — Joaquín sonrió y rodó los ojos con diversión y Emilio se acercó besándolo profundamente, todo lengua y apretones en el trasero que lo hicieron gemir bajito — Sin embargo no me importa escucharlo unas 20 veces más.

— Eres insaciable — Emilio bromeó y él se dió la vuelta para lavar los platos, Emilio se inclinó para poder abrazarlo por la cintura, Joaquín bromeaba diciendo que tal vez si se ponía tacones él no tendría que agacharse tanto para abrazarlo y luego quejarse de que le duele la espalda. Él le besó el hombro varias veces y luego el cuello, luego Joaquín comenzó a lanzarle agua jabonosa mientras Emilio se quejaba de lo malvado que era.

— Si sigues con eso no voy a terminar nunca de lavar los platos — él se encogió de hombros y le besó el cuello nuevamente.

— Si te quedas así para siempre no me importaría — ambos se quedaron en silencio mientras Joaquín terminaba de lavar los platos, luego Emilio le ayudó a secarlos y guardarlos en sus respectivos lugares, ésto era algo normal y a Joaquín le gustaba, le gustaba disfrutar de la compañía de su novio y más que nada le gustaba no sentir la necesidad de hablar para llenar un vacío incómodo. Con Emilio todo se sentía correcto y natural.

— Entonces... Roy.

— Sí, ya lo sé — Emilio rodó los ojos y lo tomó de la cintura —Simplemente llegó a los vestuarios y se disculpó ¿Honestamente? No le presté mucha atención a su historia, sé qué está arrepentido.

— Lo sé, también lo noté.

— Nunca te pregunté porqué invitaste a Roy a tu presentación — Emilio alzó una ceja y Joaquín le dió un beso porque simplemente no pudo resistirse. Se veía tan lindo.

— Me lo encontré unos días antes cuándo estaba haciendo unas compras, se disculpó conmigo y me dijo que también quería disculparse contigo, así que puede que haya apartado 2 asientos juntos.

— Estoy sorprendido.

— Puedo ser sigiloso cuándo me lo propongo — Emilio le dió una mirada caliente que le erizó los vellos de la nuca, las manos que estaban quietas en su cintura descendieron directamente hacía sus nalgas dándole un apretón juguetón, Joaquín no pudo evitar soltar una risita tonta.

— En éste momento creo que deberíamos ir a tu departamento. Aquí hay demasiada gente — Depositó un beso en su cuello y Joaquín se estremeció — Tú y yo, en el dormitorio. Desnudos, jadeantes y muy sudados...

— ¡Emilio! — Lo regaño golpeando levemente su brazo — Tu familia está en la otra habitación y podrían escucharte.

— Oh vamos, tengo 21 años Joaco. No es cómo si mi madre pensara que soy virgen.

Sí, pero él definitivamente no quería que Niurka pensara que ellos... Ugh.

— Me voy — se paró cuándo se dió cuenta que Emilio lo seguía — ¿A dónde crees que vas? — él levantó una ceja y le dió una media sonrisa arrogante y sexy a la que Joaquín no podía resistirse, odiándose a sí mismo por ser tan débil le lanzó las llaves del auto que atrapó con una increíble agilidad dado que iban directamente a su cara. Joaquín le sacó la lengua y corrió a despedirse de todos.




Corazón Tatuado // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora