Capítulo 12

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Este capítulo viene bastante detalladito principalmente en una parte... 🔥😅 Así que les recomiendo leer con atención para visualizarlo todo mejor, jajaj

Quiero aclarar que quizás haya alguna escena algo fuerte. No creo que vayan a sorprenderse de nada si ya leyeron Bad Habits, jajajja, pero quiero avisarlo. Esta historia es una historia de infidelidad en principio y como tal lo físico es lo que prevalece en el comienzo así que mi aclaración tiene que ver con eso. Conociendo este fandom no creo que les moleste, pero vale poner un warning desde ahora  😅

Gracias siempre por el apoyo y espero que se sigan enamorando cada vez un poco más de esta historia X2 😏🙏🏻❤

Se quedaron abrazados temblando sobre el otro mientras sus respiraciones agitadas se mezclaban entre las sombras y sus manos se sostenían del fuego que todavía desprendían sus cuerpos transpirados. El fervor de aquel momento tan íntimo los había dejado sin aliento y ahora algo tan simple como respirar parecía una misión imposible para ambos.

Ninguno se atrevía a levantar la mirada, pero los dos sabían que en breve las consecuencias llegarían y ellos tendrían que verse a los ojos para enfrentarlas.

Sergio aflojó la mano en la espalda de Raquel y sus dedos resbalaron por el sudor de su piel debajo de su cabello. Ella reaccionó de inmediato y todo su cuerpo vibró como si hubiera sido suavemente sacudida por un látigo de cuero. Se inclinó rápidamente como si la punta de aquel invisible cinto estuviera en llamas empujándola sobre él. Jadearon juntos cuando los senos de Raquel volvieron a rozar el pecho de Sergio y ambos volvieron a sentir el calor que se desprendía del roce de sus cuerpos. Él cruzó los antebrazos en su cintura y la acercó más a él. Era tan pequeña y parecía tan frágil que temía partirla si la apretaba sin medir su fuerza. Claro que la fuerza no era el problema sino más bien el deseo que parecía no haberse apagado, aunque habían acabado juntos de una manera explosiva.

Sergio gruñó en su oído, su calor era imposible de soportar y aun así ahora quería quemarse en ella más que nada en el mundo. Arrastró la barba descaradamente por su cuello y ella cerró los ojos jadeando con intensidad mientras se aferraba a su larga cabellera y tiraba de las puntas en su nuca.

Por primera vez en minutos sus ojos se encontraron entre silencios nocturnos, jadeos clandestinos y ardientes caricias. No encontraban las palabras para hablar, pero sus ojos eran claros y seguían encendidos como brasas en contacto con el viento.

Raquel parpadeó y bajó la mirada. Era tonto, acababa de verla desnuda, acababa de estar dentro suyo, pero aun así aquella mirada intensa y hambrienta volvía a desnudarla como si estuviera completamente vestida.

Levantó un poco el cuerpo moviéndose de su regazo, apretó parte de las sábanas y las acercó cubriéndose el cuerpo mientras se tumbaba sobre la cama. Él hizo lo mismo a su lado y, sin pensarlo ambos buscaron la misma posición. Se pusieron de perfil, frente a frente viéndose a los ojos una vez más.

Pasaron unos segundos y Raquel comenzó a parpadear incesante. Tenía un nudo en la garganta que no estaba pudiendo manejar. Se cubrió la boca con una mano y un ahogado suspiro se le escapó de los labios.

Sergio la observó con impotencia, sin saber muy bien cómo reaccionar. Sus ojos parecían húmedos, pero sus pupilas todavía brillaban con furia. Acercó una mano hasta su rostro y acarició una de sus mejillas pasando el revés de los dedos por su piel.

Era la culpa que ahora se interponía entre sus cuerpos como segundos atrás nada parecía poder lograr.

— Está bien — susurró mientras le regalaba una pequeña sonrisa y movía un delgado mechón de cabello de su rostro como si le estuviera quitando una pestaña para pedir un bonito deseo.

Behind The Summer WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora