Capítulo 16

2.4K 81 243
                                    


✍🏻


Como siempre, gracias por leerme y por los comentarios tan bonitos que me dejan. Siento no poder contestarlos como antes por falta de tiempo y bastante trabajo, pero sepan que amo leer lo que opinan del capítulo y de la historia en general.

Quiero contarles que esta historia tendrá 25 capítulos 📖🧡

Ya está prácticamente delineada y tengo el final ya decidido. Así que me resta decirles que todo lo que se venga de ahora en más es parte de una gran montaña rusa y habrá muchos detalles a tener en cuenta para el final.

Espero que sigan enamorándose un poco más de esta historia con cada capítulo restante y que siempre se queden con ganas de más. 

✍🏻



Hacía cinco minutos que Alicia estaba callada como si le hubieran comido la lengua los ratones. Le había contado todo lo que había pasado entre ella y Sergio desde Almería, pero nada la estaba haciendo reaccionar y comenzaba a preocuparse.

Bebió un largo sorbo de cerveza y apoyó la botella sobre la mesa todavía con la mirada puesta en su amiga.

— Por favor, Alicia. Por Dios, dime algo que tú no te asombras por nada.

Alicia tan solo parpadeó y observó la cerveza que tenía delante.

— ¿Qué te diga algo? Estoy pensando en la manera de que no me tilden de borracha en este café porque no sería la primera vez que pido un whiskey en horarios en que nadie lo pide. Raquel ¿cómo vas a follarte a Sergio Marquina? — susurró con fuerza intentando controlarse para no gritar como una fangirl.

— Shhh, Alicia. Que aquí hay gente y es probable que muchos lo conozcan — dijo observando a su amiga con sorpresa —. La verdad es que me asombra tu reacción. No creí que tú fueras a juzgarme.

— ¿Qué? — preguntó Alicia frunciendo el entrecejo, extrañada —. No seas tonta ¿Me conociste ayer? Lo que pasa es que me interrumpiste. Quise decir que cómo vas a follártelo sin contarme nada. Días. Pasaron días, Raquel. Eres mi ídola, pero es que así no se puede. que soy tu mejor amiga, joder. Deberías haberme llamado en el momento en que cogieron fuerza para recuperar el aliento entre polvo y polvo — sonrió mordiéndose el labio inferior — Sudados y enredados en esas hermosas sábanas de satén blanco que compré en mi último viaje a Marruecos — revoleó los ojos —. Y, ahora que lo pienso, de las sábanas que debo despedirme ya después de lo que pasó entre ustedes. No hay problema. Duraron bastante más que mi matrimonio y eso es suficiente.

— Alicia, para. Te estoy hablando en serio. Que esto no es broma.

— Más te vale que no sea broma, pero mírame a los ojos y niégame que no terminaste así con ese hombre. Y, apuesto que así fue cada vez que estuvieron juntos ¿Me equivoco?

Raquel batió las pestañas y observó a su amiga por una milésima de segundo para terminar desviando la mirada algo incómoda mientras esbozaba una pequeña sonrisa y sentía sus mejillas tibias como siempre las sentía con Sergio cerca.

— LO SABÍA — gritó Alicia —. VAYA ZORRA, RAQUEL MURILLO.

— ¡SHH!!! — susurró parpadeando mientras veía a los lados esperando que nadie hubiera escuchado el exabrupto de su amiga —. Que no soy una zorra. Yo no busqué nada de esto, Ali. Tienes que creerme.

Behind The Summer WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora