11| Shameless

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Escuchad la canción mientras leéis el capítulo:) y poned estrellitas 🥺

Olivia

La noche anterior

—¿De qué quieres hablar?

Me armo de ''valor'' para dirigire la palabra después de que nos alejemos bastante de Lucy y Carlos.

Todavía sigo lo suficiente molesta con Liam como para tener que aguantar esto.

Y por lo que parece él tampoco parece que quiera hablar.

—Mira Olivia, se que me comporte como un completo idiota.

—Lo eres.

—Si, por eso te pido perdón.

Me apoyo en la pared esperando a que siga hablando.

No tengo toda la noche ni la paciencia para tener a Liam a tan pocos metros de mi.

Pero por otra parte... ¿Me acaba de dar la razón? Se ha llamado idiota a si mismo.

1 punto para Olivia, Liam 0.

—Si esto es lo único que tenías que decirme, me voy ya.

Bajo la pierna que hacía unos segundos había apoyado en la pared.

Necesito ir ya a la casa de Lucy ya.

—Espera, por favor.

Se adelantó unos pasos y me agarra de la cintura atrayéndome a él.

—¿Qué quieres Liam?

Murmuro de una forma en la que apenas se me logra escuchar, o eso creo.

Rossi no aparta su mirada de la mía al igual que yo tampoco la apartó.

Es entonces cuando caigo en cuenta, sus ojos marrones me están hipnotizando de tal forma que no creo tener del todo la seguridad de que lo que estoy sintiendo no me pueda hacer confundir.

Advierto una pequeña cicatriz en la clavícula que sobresale de su camiseta negra y esta hace preguntarme qué le habrá ocurrido.

Sigo mirándola a pesar de que siento su respiración dándome en la frente.

La cicatriz no es muy notoria pero a su vez si.

¿Cómo es que nunca me di cuenta que estaba?

Tal vez porque normalmente mirarle el cuello es lo último que hago, y más cuando el cuello de las camisetas son algo pegadas al cuello.

—¿Qué te ha ocurrido? —Susurro mientras acerco mi mano a la cicatriz y la comienzo a acariciar.

—¿Quieres la verdad o la excusa?

Su voz suena ronca, como si estar a esta distancia le provocará hablar de esta forma como si no pudiera hacer lo que realmente quiere.

—La verdad a ser posible.

Liam acerca mucho más su cara a la mía, nuestras bocas se rozan al hablar él.

Incómoda apartó de golpe la mirada.

Todas las personas de nuestro alrededor están a lo suyo, menos un chico que lleva una sudadera negra con capucha y una braga para el cuello del mismo color.

Nos está mirando fijamente.

Mueve su mano saludándome y me congelo al instante.

¿Qué coño mira?

—Liam...

el chico mira su muñeca, levanta la vista al cielo y una mano me sujeta del mentón.

—No te diré si apartas la mirada de la mía.

Aquella noche inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora