14| Solo Dance

1.5K 89 24
                                    


Quiero disulparme por la tardanza en actualizar, a partir de ahora intentaré actualizar todas las semanas.

Espero que disfruteis el capítulo.



Olivia

Llevamos alrededor de 2 horas jugando al baloncesto aunque estaria mejor decir que él lleva 2 horas seguidas jugando ya que yo me encuentro apoyada en la pared observando con poca cautela las vistas que Rossi me ofrece sin ningún problema.

Y aunque los tuviera le seguridad mirando.

Son cerca de la 1 de la tarde y mis tripas son conscientes de esto debido a que me están rugiendo.

—Liv, ¿qué hora es?

Liam me acaba de sacar de mis pensamientos de hambre, ¿querrá que le coma a él?

Dios no, ¿cómo puedo pensar esto?

Ahora mismo no siento que las palabras me salgan de la vergüenza que me doy a mi misma.

Miro con atención a Liam mientras levanto el teléfono y le enseño la pantalla, esté solo asiente y eso me saca de mis casillas.

¿A alguien más le molesta cualquier ser humano cuando está con la regla? ¿O solo me ocurre a mí?

—¿Estás bien? —Vaya, creo que se ha dado cuenta de la cara de desprecio que le acabo de dar pensando que era disimulada.

—Si.

—Dejame dudarlo —replica susurrando con su típica sonrisa de burla.

Pongo los ojos en blanco y por primera vez siento una gota de sudor bajar por mi cuello.

Me paso la mano por el cuello para quitar la gota.

Liam por su parte agarra su botella de agua y se la echa por encima justo después de quitarse de una forma bastante erótica la camiseta.

Las gotas le caen por su abdomen y no mentiré una vez que ves a un Rossi sin camiseta se convierte en una especie de droga.

Necesitas verlo muchas más veces de las que quieres admitir para saciar esa especie de adicción/obsesión.

—Miel, intenta disimular al menos.

Aparto la mirada de golpe.

—¿Qué?

—No me incomoda en absoluto que me comas con la mirada Liv, pero será mejor que disimules.

—¿De qué sirve que disimule si sabes que te estoy mirando?

—Por lo que puedes provocar —Liam se acerca con dos zancadas haciendo que estemos más cerca de lo que me gustaría— Aunque siendo más específico creo que la palabra correcta sería el fuego que me provocas en mi interior.

Mis ojos se abren por la sorpresa.

¿Acaba de decir que le provocó fuego en su interior?

Liam alterna su vista de mis ojos a mis labios sin ningún disimulo.

Y eso comienza a alterar mis respiraciones.

—¿Ahora quién es el que no disimula?

—No es lo mismo.

—Claro que sí.

—Solo te estoy mirando los ojos color Miel y tus labios que tanto me atraen de ti pero en tu caso me mirabas como si quisieras follar.

Aquella noche inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora