Carta para Olivia

148 21 0
                                    

10/05/2013

Querida hermanita,

Si estás leyendo esto, es porque las cosas no han salido como yo esperaba. Siento mucho que te enteres de esta manera, pero necesito que sepas la verdad. A lo largo de estas cartas, te iré contando mi vida, esa parte de mí que siempre intenté ocultarte, por miedo a decepcionarte y también porque eras demasiado pequeña para entenderlo.

Te hablaré de lo que me llevó a tomar malas decisiones, de las noches oscuras en las que me sentí perdida, y de cómo poco a poco fui destruyendo todo lo que alguna vez valoré. Esta es la primera carta, en la que quiero que descubras algo de mí: mi adicción a las drogas.

Llevo un tiempo arrepentida de todo esto, aunque me costó casi un año darme cuenta del daño que me estaba haciendo.

He tocado fondo, hermanita, y mientras escribo esta carta, sé que cada día que pasa me siento más perdida. Estoy perdiendo la cordura, poco a poco, minuto a minuto. Hay personas que tardan años en destruirse por completo, otras lo hacen en cuestión de semanas. Yo siento que estoy en una carrera contra el tiempo, y no sé si tengo la fuerza para ganar.

Todo comenzó justo hace un año y medio, cuando empecé a consumir con Daniel Rossi. Estábamos en una fiesta, todo era risas y música alta. Recuerdo que la noche se volvía borrosa, los colores eran más intensos, los sonidos más lejanos. Daniel y yo estábamos ahí, juntos, explorando algo que creíamos que no nos podía hacer daño. Era casi un juego, una travesura más, sin consecuencias.

Pero entonces, todo se torció porque a los pocos días tuvimos que hacer una iniciación y cuándo entramos la droga vino en aumento. Daniel casi tuvo una sobredosis a los dos meses de estar dentro. Fue un momento de terror, lo vi caer al suelo, sus ojos perdidos, y en ese instante, supe que estábamos jugando con fuego. Mientras él se alejaba de esa vida, asustado y decidido a cambiar, yo me sumergí aún más. No sé cómo explicártelo, pero había algo en ese peligro que me atraía, como si una parte de mí quisiera destruirse a sí misma. Y esto da mucho más miedo que la propia sobredosis, lo sé, por que no fui capaz de darme cuenta del peligro real en el que estaba metida.

Hace unos días Daniel me convenció de dejarlo, no tengo la menor idea de como pretende ayudar pero sé que lo hará, confío en él ciegamente.

En la siguiente carta te explicaré detalladamente cómo empezamos, porque esa fiesta a la que asistimos fue solo una pequeña parte de todo lo que se nos venía encima.
Te quiero Olivia, no me odies por lo que me hice.

Lara

Aquella noche inolvidable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora