Aquella noche inolvidable

17| Vaper

Quiero este capítulo lleno de  ✨✨✨

Liam

Doy una sonrisa pícara a Olivia mientras la giro agarrandola por la cintura, quedando ambos cara a cara.

Observo con detenimiento los ojos color miel de ella, bajó poco a poco mi vista y la dirijo a sus labios.

Está nerviosa, sonrió ante esto y a la vez la pego cada vez más a mi cuerpo.

Quito una de mis manos de su cintura para posarla en su mentón, levantó de forma suave y en un movimiento ligero su cabeza, quedando nuestro labios a la misma altura debido a que acerco mi rostro al suyo.

—Bésame, rubio —murmura ella a escasos centímetros de mi boca.

—¿De qué rubio hablas Liv? Yo ya no soy rubio —digo con la voz ronca de más, haciendo que ella me mire confundida, hasta que levanta la vista y se fija en mi cabello.

—Sigues siendo rubio por mucho tinte que lleves.

—El rubio está camuflado con morado —murmuro contra sus labios deseando poder besarla nuevamente.

—Aún teniendo el rubio camuflado sigues igual de guapo —alterna su vista de mi cabello a mis labios— Bésame Liam, tu también quieres, no te hagas de rogar más.

No aguanto mucho más las ganas y estampo mis labios contra los suyos.Mis manos bajan a su trasero, lo aprieto con algo de fuerza y la alzó enrollando Liv sus piernas alrededor de mi cintura. Sin cortar el beso ando de espaldas a la cama para después sentarme en ella y Olivia encima de mi regazo.

Aprieto más su cintura con la intención de estar lo más pegados posibles el uno del otro.

Seguimos besándonos hasta que nuestros pulmones nos traicionan por falta de aire y nos separamos lo justo para que podamos apoyar nuestras frentes, mi respiración al igual que la suya están alteradas.

Ella mira fijamente mis labios mientras su pecho está en un vaivén de subida y bajada por las fuertes respiraciones incontrolables que tiene.

Sigue sin quitar su vista de mi y la miró confundido y sin entender del todo porque le ha dado por mirarme de esta forma.

Sus respiraciones pasan a ser carcajadas de un momento a otro mientras posa sus manos a cada lado de mi cuello.

—¿Qué ocurre bella? —susurro y su risa se vuelve más fuerte.

Y dios.

El pensamiento y deseo de poder verla sonreír y escuchar siempre su risa, esta es igual de adictiva que sus besos, los cuales ojala poder haber probado hace años y no ahora. Aunque tampoco voy a quejarme.

—¿De qué te ríes? —digo intentando no contagiarme de su risa.

—Na...Nada —Olivia tartamudea debido a que sigue riendo sin parar.

—Venga, dime, no me dejes con la duda Miel.

Aprieto ligeramente su cintura y parece que Liv medita mis palabras y suspira.

—Tienes tinte aquí —posa las yemas de sus dedos justo detrás de mi oreja y acerca lentamente su cara— Déjame comprobar si es o no tinte.

Besa la zona que anteriormente había señalado.

...

Estuvimos durante bastante tiempo entre besos y caricias hasta que nos separamos definitivamente el uno del otro y nos tumbamos en su cama, ella apoya su cabeza en mi pecho.