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En la cocina de la oficina, recolecto sopas instantáneas, barras de energía, cinta adhesiva, y media barra de caramelo. Puse la bolsa dentro de la oficina de la esquina. El ruido no le molestó a la ángel, quien parece estar disfrutando del sueño de los muertos otra vez.

Corro de regreso a la cocina justo cuando el sonido de la regadera se detiene. Me apresuro a llevar varias botellas de agua a la oficina tan rápido como puedo. A pesar de estar aliviada de que me encontrara, no quiero ver a mi madre. Es lo suficientemente bueno que ella esté a salvo en el edificio.

Necesito concentrarme en encontrar a NingNing. No puedo hacerlo bien si estoy constantemente preocupada por lo que mi madre esta haciendo. Trato de no mirar hacia el cuerpo sobre el vestíbulo, me recuerdo a mí misma que mamá puedo cuidarse bien. Me deslizo dentro de la oficina de la esquina, cierro la puerta y bloqueo la cerradura. Quien fuera que tuviera esta oficina debió de disfrutar de la privacidad. Eso funciona bien para mí. Estaba segura de estar a salvo cuando la ángel se encontraba inconsciente, pero ahora que esta despertando, estar herida y débil no es suficiente como para garantizar mi seguridad. En realidad, no sé cuan fuerte son los ángeles. Como todos los demás, no sé casi nada de ellos.

Envuelvo con cinta sus muñecas y tobillos detrás de la espalda, así ella esta en la posición más incómoda posible. Considero usar las pequeñas cuerdas para reforzar la cinta, pero la cinta es fuerte e imagino que si ella puede romper la cinta, las cuerdas no ayudarán de mucho. Estoy bastante segura de que ella casi no tiene energía suficiente para levantar su cabeza, pero uno nunca sabe.

En mi nerviosismo, uso casi todo el rollo de cinta adhesiva. No es hasta que se acaba y la estoy mirando cuando notó que ella me observa. Todo mi amarré debió de haberla despertada. Sus ojos son de un café profundo, tan profundo que son casi negros. Doy un paso atrás y trago la absurda culpa que quiere surgir.

Siento como si fuera pillada haciendo algo que no debía de hacer. Pero no hay duda de que los ángeles son nuestros enemigos. No hay duda de que ellos son mis enemigos, desde que se llevaron a NingNing. Me mira con la acusación en sus ojos. Trago una disculpa que quiere escaparse porque yo no le debo nada. Mientras me mira, yo despliego una de sus alas. Recojo las tijeras del cajón del escritorio y las acercó a las plumas.

— ¿Dónde llevaron a mi hermana?

Los breves destellos de emoción parpadean en sus ojos, se van tan rápido que no los puedo identificar.

— ¿Cómo diablos voy a saberlo?

— Por que eres uno de esos apestosos bastardos.

— Oh. Me cortarás los huesos con esas tijeras— Suena aburrida, y casi me avergüenzo por no saber un insulto más fuerte.— ¿No notaste que no soy precisamente muy amiga de los otros camaradas?

—Ellos no son “camaradas”. No son ni de lejos humanos. No son más que gusanos mutantes, cómo tú.

Mirándola con detenimiento, ella y los otros ángeles que había visto de cerca parecían ser Adonis, con sus rostros parecidos a dioses y con presencia. Pero por dentro, eran seguramente gusanos.

— ¿Gusanos mutantes?— Arqueó su perfecta ceja como si yo hubiera reprobado mi examen de insulto verbal. En respuesta, corté algunas plumas de su ala con un cruel uso de mis tijeras. La nieve flotó suavemente hacia mis botas. En lugar de satisfacción, siento una ola de inquietud al ver la expresión de su rostro. Su expresión fiera me recuerda que ella había sido superada en número, cinco a una, y casi gano. Incluso herida y sin alas, podía darme una mirada intimidante.—Intenta hacer eso otra vez, y te partiré en dos antes de que te des cuenta.

— Grandes palabras de una mujer quien está atada como un pavo ¿Qué vas a hacer, tambalearte como una tortuga para partirme en dos?

— La logística de romperte es fácil. La única pregunta es ¿Cuándo?

Fallen Angel ✞ Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora