Los tulipanes de mi omega/ Kookv/ Omegaverse

2.

El sol yacía alumbrando desde su punto más alto en el cielo, las nubes tenían su color blanco, se vería un excelente día lleno de color.

Los rayos empezaban a pegar en la cara del omega que descansaba en su cuarto, empezó a tallar sus ojitos ya que aún no se acostumbraba a la claridad que daba en su rostro.

Empezó a levantarse pero unas punzadas en su cuerpo le hizo recordar que tenía golpes por todos lados.

Sus labios dejaron ir un suspiro de cansancio y un quejido del dolor que sentía, no sólo físicamente si no mentalmente, estaba tan cansado, pero se preparo mentalmente para levantarse de nuevo y arreglar la casa, para que su alfa no se enojara.

Como pudo el omega se levantó de su cama, dando pasitos lentos hasta llegar a la salida de su cuarto, bajando por las gradas para llegar a la planta de abajo y poder empezar con sus labores domésticas.

Se dirigió a la cocina, donde en su mesa había una pequeña carta, sabia que era de su alfa ya que en el sobre estaban las iniciales PB, su corazón sintió una punzada, sus bellos orbes comenzaron a acuarse, ya se sabía de memoria lo que decía esa carta, pero no estaba de más ver que decía.

Con delicadeza abrió la carta, tratando de no romper la nota que había adentro, sacó el papel doblado y empezó a leer lo que decía.

''Hola mi pequeño y hermoso omega, creo que te debo una disculpa por lo que paso ayer, pero es tu culpa que hagas enojar a mi lobo, pero no lo haré más, trataré de calmarlo cada que pase algo así, limpia la casa y has de comer, regresaré mas tarde, no me extrañes.

-Park Bogum"

Termino de leer y arrugó el papel entre sus dedos largos, haciéndolo una bolita para arrojarlo a la basura, estaba cansado de esa misma historia, talvez en su vida pasada el fue un alfa malo y por eso lo estaba pagando ahora.

Se dispuso a preparar su desayuno, que consistía en yogurt con fruta y algunas almendras, eso era para que el guardará su "figura" ya que su mamá así le había enseñado.

Después de comer se puso a limpiar la casa, a sacudir muebles que pudieran tener polvo, barrer la suciedad del piso, trapearlo, quería mantener todo lo más ordenado posible  asi el alfa no le pegaria más.

Cuando por fin terminó decidió ir a tomar un pequeño descanso, así practicaba más su lectura, empezó a buscar en el estante de su sala un libro, pero el ya había leído todos, pero su favorito era "un omega en apuros" donde el omega que estaba enfermo era salvado por su alfa.

El anhelaba tener un alfa como el de ese cuento de fantasía, solo de pensarlo hacia que su corazón se pusiera cálido y lleno de amor, pero su mente se llenaba de pensamientos obscuros algunos como "no lo merezco no soy un buen omega'' o "no necesito un alfa así, no me soportaría".

Cuando tomo el libro soplo para que saliera el polvo, pudo ver el empastado de color negro, tenía unos bordes dorados, haciendo resaltar el título del mismo color en letra carta, amaba ese libro.

Después de sentarse unos minutos para leer su libro, sintió que su lobo despertaba y estaba inquieto mientras repetía la palabra "alfa" desde su interior, lo sentía tan desesperado que se empezó a preocupar, estaba tan sumido en sus pensamientos que pego un salto cuando escucho que tocaban su puerta, temeroso se puso de pie y camino hacia la puerta abriéndola en un parpadeo, pero para su sorpresa no había nada.

Empezó a ver a ambos lados hasta que algo de un color llamativo en el suelo le llamó la atención, era un tulipan púrpura que descansaba en el suelo de su casa.

Sus ojos se iluminaron al ver aquella hermosa flor ahí, con delicadeza se agachó y la levantó.

El olor del tulipan inundó sus fosas nasales, eso le hizo sonreír, después de eso se entró a su hogar, sin darse cuenta que en lo lejos un alfa lo estaba viendo con una sonrisa en sh rostro y ojos iluminados al verlo llevarse el tulipan.