❝Son Chaeyoung, por favor quítese los audífonos, estamos en clase.❞
La chica nueva en el colegio era algo extraña y no obedecía ciertas reglas escolares. Además, solía tener problemas para hacer amigos, por lo que era un blanco para los bullies...
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Tras presentarse, todos comenzaron a murmurar cosas entre ellos. No era extraño para Chaeyoung, pues siempre pasaba. La gente tiende a sorprenderse cuando una persona autista convive con ellos, por lo visto. Estaba caminando nuevamente hacia su lugar, cuando un chico habló desde el fondo del salón:
─¿Autista? ¿O sea que te gustan los autos? ─Todos empezaron a reír pero Chaeyoung frunció el ceño.─ A ver, dinos tres marcas de auto.
─No entiendo la relación entre mi condición y lo que me pides, pero... Chevrolet, Merce-...─Dejó de enumerar cuando todos volvieron a llenar el salón de carcajadas. Somi se levantó abruptamente y la tomó del brazo.
─Ven, Chaeyoung. Siéntate. ─Y la guió nuevamente a su sitio. Antes de sentarse, les dió una mirada amenazante a todos en ese salón y gruñó.─ Son todos unos imbéciles por el comportamiento que están teniendo.
─Está bien, Jeon, tienes razón, no hay que hacer esa clase de bromas...─Al fin intervino el profesor.─ Pero cuida ese lenguaje, estamos en una institución.
La joven soltó un bufido y se sentó en su lugar de mala gana, viendo de reojo cómo un par de chicos chocaban los cinco entre risas.
─Imbéciles.
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A la hora del almuerzo, la chica más baja se encontraba parada frente a la cafetería. No tenía muchas ganas de entrar, ya que ahí dentro había mucho ruido, muchos olores y mucho movimiento. Se dió la vuelta para irse a almorzar en el salón y se topó cara a cara con la chica que le dió una no muy cálida bienvenida esta mañana.
─Vaya ¿No es acaso la niña de los autos? ─Bromeó Mina, mirándola como si de un moco se tratara. Los rumores vuelan rápido en esa escuela.
─¿Autos? ¿Por qué todos dicen eso? ─ Chaeyoung realmente quisiera saber de qué iba todo ese asunto. Mina soltó una carcajada frente a su cara, haciendo que la menor diera un paso atrás.
─Se ve que no eres muy lista, basurita. ─La empujó con una mano, haciendo que Chaeyoung diera otro paso atrás. Esto la estaba incomodando bastante.
─Myoui Mina ¿Otra vez molestando a los más chicos? ─Esa voz llamó la atención de ambas. Chaeyoung notó que Mina rodaba los ojos al ver a la dueña de esa voz.─ ¿No te parece un poco cobarde siempre agarrarte con los más pequeños? No querrás que tu papi se entere de esto ¿verdad?
─Veo que te gusta meterte en asuntos ajenos, Hirai. ─La voz de Mina sonaba enojada. Chaeyoung sólo se limitó a mirar el conflicto entre ambas chicas, mientras se mordía uno de sus dedos.─ Por ahora te salvastes, mugrecita, pero ya te voy a agarrar sola.
─Es "salvaste", no "salvastes".─La corrigió Chaeyoung, intentando ser de ayuda. Sólo logró que la japonesa se enojara y le diera un empujón, tumbandola al suelo, antes de irse.─ Auch.
─¿Estás bien? ─La rubia, Hirai, se acercó a Chaeyoung y extendió la mano para ayudarla. Ella la tomó y se paró, sacudiendo de su ropa los restos de suciedad del suelo. La coreana asintió, levantando su dedo pulgar -en el cual tenía una carita sonriente dibujada-. La rubia rió.─ Menos mal. Esa buena para nada de Myoui no sabe hacer nada más que andar molestando.
─Al menos tú me ayudaste.─ Chaeyoung dijo con una sonrisa.─ Eres como Willow, que siempre está lista para ayudar a Luz cuando se encuentra en problemas.─ La japonesa, algo extrañada, rió y extendió su mano.
─Soy Momo. Hirai Momo. ─La más pequeña la miró atentamente y la imitó, extendiendo su mano también, pero sin estrechar la de Momo.
─Yo soy Chaeyoung. Son Chaeyoung.─ Momo levantó una ceja y le dió un apreton firme a la más baja, quien hizo una mueca extraña y alejó su mano con rapidez.─ No vuelvas a hacer eso.
─No eres del contacto físico, entiendo. ─Le regaló una última sonrisa y le revolvió el cabello antes de darse vuelta e irse.
─¡Oye, espera! ─Chaeyoung la persiguió a pasos rápidos.─ Tenemos que ser amigas, así Mina no me va a molestar más.
─Está bien, Chayo. Seamos amigas entonces.─ Chaeyoung frunció las cejas y la miró extrañada.
─Yo no soy Chayo, soy Chaeyoung.
─Sí, como digas, Chayo.
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